Indigencia también asoma su rostro en sectores del interior

Colón, Chiriquí, Veraguas y Panamá Oeste son las regiones del interior del país donde más indigentes existen, según una revisión realizada por Panamá América.

Y aunque velar por estas personas es -según los especialistas- una responsabilidad compartida entre varias instancias del Gobierno, la Policía y los municipios, el tratamiento que se les da difiere de un lugar a otro y depende mucho de la situación familiar y de la labor de organizaciones sin fines de lucro que trabajan con base a donaciones e ingresos derivados de actividades de autogestión.

Situación compleja

Natalia Taylor, trabajadora social del Municipio de Colón, indica que en 2012 se realizaron tres operativos de captación de indigentes.

Explicó que en los operativos se recogieron entre 40 y 50 indigentes que, en su mayoría, eran personas de la tercera edad que cobran una pensión o pertenecen al programa 100 a los 70, cuyas familias los sacaron de sus casas, centros de reposo o albergues, solo para cobrar el dinero y después abandonarlos en las calles.

La funcionaria señaló también que algunos provenían de otros puntos del país y que fueron trasladados en busitos y abandonados en Buena Vista.

Los captados han sido trasladados al campamento de la organización Teen Challenge, que recibe un subsidio de $4,000 mensuales del Municipio.

El distrito de David, enChiriquí, por su parte, no escapa de esta problemática y las autoridades locales afirman que, prácticamente, todos los días se registra un nuevo caso.

José Barroso, jefe de Proyección Social del Municipio, revela que este año se han sacado de las calles de la ciudad a unas 42 personas que deambulaban y comían desperdicios.

“Estas personas han sido ubicadas en el asilo de ancianos y en una iglesia de Santa Rita de Boquerón donde reciben atención médica, ropa, alimentos y medicamentos”, afirmó, aclarando también que el Municipio les da un subsidio a estos sitios porque no se cuenta con instalaciones propias que sirvan de albergue.

Añadió que la mayor parte ha sido abandonada por sus familias y provienen de otros distritos, pero su control en algunos casos se complica porque dependen de medicamentos por trastornos de salud.

Al igual que lo que ocurre en Colón, asegura que muchos reciben beneficios de programas del Gobierno, pero van a sus comunidades a cobrar y luego regresan a la ciudad a pedir dinero.

En cuanto a Panamá Oeste, el alcalde de La Chorrera, Javier Herrera, explicó que, a través del Departamento de Trabajo Social, y con la colaboración de la Policía y otras entidades, recientemente se realizó un censo para determinar el número de indigentes fármaco-dependientes y enfermos mentales que deambulan por las calles de esta ciudad, encontrándose 12 personas en esas condiciones.

La autoridad sostiene que en su mayoría estas personas son abandonadas por sus familiares, quedando sin apoyo alguno en las calles.

Herrera dijo que han realizado operativos para recogerlos, asearlos, alimentarlos y darles atención médica, pero vuelven a la calle por no contar con un albergue. Insistió en que varios de ellos son traídos de otros distritos y abandonados en La Chorrera.

La violencia de los indigentes de Santiago, en Veraguas, fue la razón principal para que las autoridades locales tomaran acción hace dos años y sacaran de las calles a más de 50 indigentes que permanecían en el área del mercado público y la terminal, muchos de ellos alcohólicos, drogadictos o con problemas mentales.

El alcalde Gonzalo Adames indicó que como el Municipio no maneja programas ni administra albergues, se coordinó con la Fundación Teen Challenge de Santiago para que se recibiera a estos indigentes y que fueran ingresados en un plan de rehabilitación.

Adames informó que a la Fundación Teen Challenge se les apoyó con alimento y con medicamentos para los menesterosos, al igual que se les ha cedido las instalaciones de la antigua piscina municipal para que desarrollen sus actividades.