Proyecto de plantas medicinales y aromáticas en Darién
Publicado 2002/06/19 23:00:00
- Heriberto Bernal V
En medio de los surcos de las tierras del Centro Pastoral Católico de Santa Fe, encontramos a Celsa Grajales, quien dirige el Proyecto de Plantas Medicinales y Aromáticas de los bosques tropicales de Darién. Fue un viaje de 36 kilómetros desde Metetí hasta el centro, donde se ubica una parcela de estas plantas que se están comercializando en tiendas, ferias y supermercados. Celsa, una mujer de 55 años, vive sola en la comunidad de Altos del Cristo, poblado a unos 15 kilómetros de Santa Fe, donde se encarga de limpiar la tierra, prepararla en bolsas, regar y trasplantar los surcos en curvas a nivel para evitar la erosión.
Esta mujer, junto a otros productores, recoge hojas secas y maduras, luego las colocan en el procesador o secador natural para luego empacarlas en pequeñas bolsitas y comercializarlas como especies. El trabajo involucra para los productores estar muy alerta para no ser mordidos por víboras o picados por insectos.
"Nunca me he sentido tan realizada como hasta ahora. Sembrar plantas medicinales y aromáticas, procesarlas y saber que tienen buenos usos es muy importante, sobre todo en esta hermosa naturaleza, que quiero más que nunca", expresó Grajales.
El Proyecto de Plantas Medicinales y Aromáticas de los bosques tropicales de Darién es un grupo conocido como Equipo Comunitario de Desarrollo Integral Comunitario (ECODIC), promovido por las Hermanas Merinola del Centro Pastoral de Santa Fe. Inició con un espacio de 2,400 metros, que hoy llena casi media hectárea y 26 variedades de plantas medicinales y aromáticas.
En la actualidad cuenta con 16 especies que son las más comerciales y resistentes, aunque se pueden agregar otras variedades nativas y silvestres, dijo Grajales. Agregó que los objetivos principales de esta experiencia es la conservación de los recursos naturales, practicar la agricultura orgánica, buscar nuevas y mejores alternativas para el campesino y agregar el componente de la producción de plantas medicinales y aromáticas para mejorar la calidad de vida.
Explicó que se cosechan 50 libras de hojas maduras, y de acuerdo a la planta y esencia, se introduce en un tanque hermético de aluminio. Luego, con una serie de equipos como: evaporadores, filtros, extractores y mangueras, se licúa la esencia hasta que sale la onza. "Al abrir el frasco se dará cuenta que con una gota usted puede darle un olor agradable a las comidas, dulces o hacer una toma curativa efectiva", expresó Grajales.
En este proceso se dan las sudoraciones que se canalizan como un subproducto sacado durante el destilado de la esencia, que también puede ser vendido. Esta luchadora mujer detalló que se han realizado esencias de valeriana, menta y culantro. Por su parte, la productora Marcelina Noriega, otra de las integrantes de ECODIC, sostuvo que hay 13 agricultores entre hombres y mujeres que tienen parcelas en sus fincas.
Ellos recogen su producción, "la traen, pesamos, procesamos, empacamos y luego reciben el beneficio económico". Grajales mencionó que han recibido apoyo de las Hermanas Merinola, CEASPA, Fundación Natura, Facultad de Farmacia de la Universidad de Panamá y Pro Arca.
En el centro se dictan seminarios en producción y comercialización dirigidos por la ingeniera Aida Pombo, como funcionaria de la Universidad del Trabajo de Darién, quien es coejecutora de este proyecto, financiado por el Programa de Desarrollo Sostenible y que finaliza a mediados de agosto. El grupo cuenta con un secador solar natural, donde las hojas y raíces se secan sin perder sus propiedades. También cuenta con un tanque de extracción de esencias.
Esta mujer, junto a otros productores, recoge hojas secas y maduras, luego las colocan en el procesador o secador natural para luego empacarlas en pequeñas bolsitas y comercializarlas como especies. El trabajo involucra para los productores estar muy alerta para no ser mordidos por víboras o picados por insectos.
"Nunca me he sentido tan realizada como hasta ahora. Sembrar plantas medicinales y aromáticas, procesarlas y saber que tienen buenos usos es muy importante, sobre todo en esta hermosa naturaleza, que quiero más que nunca", expresó Grajales.
El Proyecto de Plantas Medicinales y Aromáticas de los bosques tropicales de Darién es un grupo conocido como Equipo Comunitario de Desarrollo Integral Comunitario (ECODIC), promovido por las Hermanas Merinola del Centro Pastoral de Santa Fe. Inició con un espacio de 2,400 metros, que hoy llena casi media hectárea y 26 variedades de plantas medicinales y aromáticas.
En la actualidad cuenta con 16 especies que son las más comerciales y resistentes, aunque se pueden agregar otras variedades nativas y silvestres, dijo Grajales. Agregó que los objetivos principales de esta experiencia es la conservación de los recursos naturales, practicar la agricultura orgánica, buscar nuevas y mejores alternativas para el campesino y agregar el componente de la producción de plantas medicinales y aromáticas para mejorar la calidad de vida.
Explicó que se cosechan 50 libras de hojas maduras, y de acuerdo a la planta y esencia, se introduce en un tanque hermético de aluminio. Luego, con una serie de equipos como: evaporadores, filtros, extractores y mangueras, se licúa la esencia hasta que sale la onza. "Al abrir el frasco se dará cuenta que con una gota usted puede darle un olor agradable a las comidas, dulces o hacer una toma curativa efectiva", expresó Grajales.
En este proceso se dan las sudoraciones que se canalizan como un subproducto sacado durante el destilado de la esencia, que también puede ser vendido. Esta luchadora mujer detalló que se han realizado esencias de valeriana, menta y culantro. Por su parte, la productora Marcelina Noriega, otra de las integrantes de ECODIC, sostuvo que hay 13 agricultores entre hombres y mujeres que tienen parcelas en sus fincas.
Ellos recogen su producción, "la traen, pesamos, procesamos, empacamos y luego reciben el beneficio económico". Grajales mencionó que han recibido apoyo de las Hermanas Merinola, CEASPA, Fundación Natura, Facultad de Farmacia de la Universidad de Panamá y Pro Arca.
En el centro se dictan seminarios en producción y comercialización dirigidos por la ingeniera Aida Pombo, como funcionaria de la Universidad del Trabajo de Darién, quien es coejecutora de este proyecto, financiado por el Programa de Desarrollo Sostenible y que finaliza a mediados de agosto. El grupo cuenta con un secador solar natural, donde las hojas y raíces se secan sin perder sus propiedades. También cuenta con un tanque de extracción de esencias.
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