Recuerdan milagros de San Juan de Dios
Publicado 2004/03/10 00:00:00
La muerte de San Juan de Dios, una de las figuras católicas humanitarias que entregó su vida a la devoción de Dios y al auxilio de los más pobres, fue conmemorada el pasado lunes, en la colonial ciudad de Natá de Los Caballeros y en la Villa de Los Santos.
San Juan de Dios nació en 1495 y falleció un 8 de marzo de 1550. Desde esa fecha, existe una veneración mundial por sus acciones caritativas en favor de los pobres.
En Natá de Los Caballeros se ha desarrollado la veneración de este santo atendiendo a cientos de humildes devotos campesinos de zonas de extrema pobreza.
A esta región llegan gente humilde procedente de Olá, Natá, La Pintada, de Ocú y hasta Tolé. En la Casa del Pueblo de Natá se apiñaron unas mil personas, entre niños, mujeres, hombres, ancianos y jóvenes discapacitados, todos en condiciones económicas precarias, pero con gran fe en San Juan de Dios.
Desde muy temprana edad, Nazaria Añino de Moreno, de 79 años, atiende a los miles de campesinos dándoles comida gratuita.
De igual forma, le ofrece atención médica, donaciones de medicinas y ropas, cuando se recuerda al santo. La señora de Moreno explicó que la agrupación coloca una alcancía de madera rústica en la iglesia, logrando este año una suma aproximada de quinientos balboas.
Mientras, en la Villa de Los Santos se congregaron unas dos mil personas procedentes de comunidades de la provincia de Herrera y Los Santos, todos pobres creyentes en San Juan de Dios.
En el lugar se había programado repartir bolsas a unas 600 personas, pero el número fue mayor y muchos se fueron sin las bolsas.
Otros se conformaban con llevar ropa para vestir. En busca de comida llegó Eva Quintero, procedente de Llano Arriba, distrito de Los Pozos.
Llevaba en sus brazos una bebé y a la pequeña de seis años, Mercedes Barría. Eva lloraba en medio del gentío, donde se abrió paso para salir del salón.
Le preguntamos qué le pasaba y nos dijo: "bueno es que vinimos a buscar comida, pero no me dieron, nada más me dieron esa ropa".
"Esta es mi hija, no camina y le dan convulsiones", manifestó Quintero. Jorge Castillo, miembro del Comité San Juan de Dios de La Villa, explicó que para esta actividad se prepararon 10 pailas de arroz de 25 libras cada una, siete reses y no alcanzó la comida. "Por ello invitamos a las personas de buena voluntad a que ayuden a una obra como esta", dijo.
San Juan de Dios nació en 1495 y falleció un 8 de marzo de 1550. Desde esa fecha, existe una veneración mundial por sus acciones caritativas en favor de los pobres.
En Natá de Los Caballeros se ha desarrollado la veneración de este santo atendiendo a cientos de humildes devotos campesinos de zonas de extrema pobreza.
A esta región llegan gente humilde procedente de Olá, Natá, La Pintada, de Ocú y hasta Tolé. En la Casa del Pueblo de Natá se apiñaron unas mil personas, entre niños, mujeres, hombres, ancianos y jóvenes discapacitados, todos en condiciones económicas precarias, pero con gran fe en San Juan de Dios.
Desde muy temprana edad, Nazaria Añino de Moreno, de 79 años, atiende a los miles de campesinos dándoles comida gratuita.
De igual forma, le ofrece atención médica, donaciones de medicinas y ropas, cuando se recuerda al santo. La señora de Moreno explicó que la agrupación coloca una alcancía de madera rústica en la iglesia, logrando este año una suma aproximada de quinientos balboas.
Mientras, en la Villa de Los Santos se congregaron unas dos mil personas procedentes de comunidades de la provincia de Herrera y Los Santos, todos pobres creyentes en San Juan de Dios.
En el lugar se había programado repartir bolsas a unas 600 personas, pero el número fue mayor y muchos se fueron sin las bolsas.
Otros se conformaban con llevar ropa para vestir. En busca de comida llegó Eva Quintero, procedente de Llano Arriba, distrito de Los Pozos.
Llevaba en sus brazos una bebé y a la pequeña de seis años, Mercedes Barría. Eva lloraba en medio del gentío, donde se abrió paso para salir del salón.
Le preguntamos qué le pasaba y nos dijo: "bueno es que vinimos a buscar comida, pero no me dieron, nada más me dieron esa ropa".
"Esta es mi hija, no camina y le dan convulsiones", manifestó Quintero. Jorge Castillo, miembro del Comité San Juan de Dios de La Villa, explicó que para esta actividad se prepararon 10 pailas de arroz de 25 libras cada una, siete reses y no alcanzó la comida. "Por ello invitamos a las personas de buena voluntad a que ayuden a una obra como esta", dijo.
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