Sacerdotes del área Oeste exigen un alto a las cantinas
Publicado 2005/08/27 23:00:00
- VÃctor A. Santos J. /
Hay polémica por el número de locales que debe haber, respecto a la población.
La proliferación de negocios de expendio de licor en los distritos de San Carlos, Chame y Capira, ha llevado al Consejo Vicarial de las Parroquias de San Carlos Borromeo, San Isidro Labrador de Capira y San José y Maria Auxiliadora en Chame y comerciantes de La Chorrera, a solicitar un alto a los permisos para este negocio.
La solicitud se hizo a las autoridades municipales correspondientes a través de una nota firmada por los sacerdotes: Joselín Aguilar, Karl Madrid, Francisco Heinen y Arnulfo Jiménez.
La misiva señala que se ha hecho notoria la poca atención que las autoridades municipales están prestando a la proliferación de negocios de venta de licor.
Los párrocos firmantes de la nota recuerdan a las autoridades el artículo 9 de la Ley N° 55, que reglamenta el permiso para los negocios de expendio de licor, y señala que la proporción es de uno por cada mil habitantes, lo cual no se cumple.
Además, indican que el distrito de Chame, según el censo del 2000, posee una población 19, 179 habitantes, por lo que según la ley solo debería haber 19 locales de este tipo, pero en la actualidad hay 100.
Debido a ello solicitan a las autoridades municipales no extender más permisos para centros de expendio de licor y el cierre de aquellos que violen las leyes vigentes que rigen esta materia.
Mientras que los comerciantes de La Chorrera se encuentran preocupados por la apertura de nuevos locales denominados parrilladas y tiendas de licor que exceden a la cantidad que establece la ley.
Francisco Pulice, presidente de la asociación de cantinas, ranchos, jardines y similares, dice que de acuerdo con la ley, en el distrito de La Chorrera hay según el censo, 130, 000 habitantes debería haber 130 cantinas.
Además, dijo que en un censo realizado en la administración pasada existían 315 cantinas y actualmente han seguido abriendo más, lo que afecta a los que ya tienen este tipo de negocios.
Pulice denunció que hay personas que venden cervezas en autobaños, lavamáticos, restaurantes y en toldos improvisados que no tienen patentes para ese tipo de actividad, ni pagan el impuesto nocturno para funcionar, pero se lo permiten.
Agregó que lo que le extraña es que la iglesia es una de las partes que tiene que firmar para que se abran las cantinas y lo está haciendo, cuando se trata de una actividad que en el fondo no beneficia a la humanidad.
La solicitud se hizo a las autoridades municipales correspondientes a través de una nota firmada por los sacerdotes: Joselín Aguilar, Karl Madrid, Francisco Heinen y Arnulfo Jiménez.
La misiva señala que se ha hecho notoria la poca atención que las autoridades municipales están prestando a la proliferación de negocios de venta de licor.
Los párrocos firmantes de la nota recuerdan a las autoridades el artículo 9 de la Ley N° 55, que reglamenta el permiso para los negocios de expendio de licor, y señala que la proporción es de uno por cada mil habitantes, lo cual no se cumple.
Además, indican que el distrito de Chame, según el censo del 2000, posee una población 19, 179 habitantes, por lo que según la ley solo debería haber 19 locales de este tipo, pero en la actualidad hay 100.
Debido a ello solicitan a las autoridades municipales no extender más permisos para centros de expendio de licor y el cierre de aquellos que violen las leyes vigentes que rigen esta materia.
Mientras que los comerciantes de La Chorrera se encuentran preocupados por la apertura de nuevos locales denominados parrilladas y tiendas de licor que exceden a la cantidad que establece la ley.
Francisco Pulice, presidente de la asociación de cantinas, ranchos, jardines y similares, dice que de acuerdo con la ley, en el distrito de La Chorrera hay según el censo, 130, 000 habitantes debería haber 130 cantinas.
Además, dijo que en un censo realizado en la administración pasada existían 315 cantinas y actualmente han seguido abriendo más, lo que afecta a los que ya tienen este tipo de negocios.
Pulice denunció que hay personas que venden cervezas en autobaños, lavamáticos, restaurantes y en toldos improvisados que no tienen patentes para ese tipo de actividad, ni pagan el impuesto nocturno para funcionar, pero se lo permiten.
Agregó que lo que le extraña es que la iglesia es una de las partes que tiene que firmar para que se abran las cantinas y lo está haciendo, cuando se trata de una actividad que en el fondo no beneficia a la humanidad.
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