Bioetanol: comienzan las conversaciones entre el Ejecutivo y la Asamblea
El uso del 10% de este compuesto en la gasolina iniciaría en 2026.
Esta iniciativa, según las autoridades, generará más de 30,000 plazas de empleo. Foto: Pexels
El Órgano Ejecutivo sostuvo este lunes una reunión con representantes de la Asamblea Nacional de Diputados para analizar las modificaciones al proyecto de ley que autoriza la producción y uso de etanol como combustible, cuya entrada en vigencia está programa para el próximo año.
Dicho encuentro, encabezado por el ministro de la presidencia, Juan Carlos Orillac, y el secretario de Energía, Rodrigo Rodríguez, tuvo como objetivo explicar al Legislativo las ventajas de retomar la producción de etanol en el país para la reactivación de empleos y conservación ambiental.
El diputado Roberto Zúñiga, uno de los convocados a la reunión, mencionó que el tema debe ser estudiado de manera rigurosa a fin de evitar futuras inconveniencias.
“Este tema del etanol exige un análisis profundo para evitar conflictos de interés, proteger a nuestros productores y asegurar que el resultado beneficie directamente al ciudadano”, afirmó en su cuenta de X.
Sobre las especulaciones de algunos sectores sociales sobre el tema, el presidente José Raúl Mulino en su conversatorio semanal descartó que exista algún tipo de “negociado” detrás de la producción de este compuesto químico.
Detalló que las industrias cañeras y petroleras llegaron a un consenso en el manejo de las importaciones del producto para que no haya afectaciones a la producción local durante el inicio de su implementación.
“Las importaciones de este producto en un periodo inicial van a tener que hacerse dentro de parámetros ya acordados con el ánimo de que nadie salga perjudicado. Posteriormente, las empresas sembrarán caña para etanol si así lo tienen a bien”, indicó.
El mandatario se comprometió a velar porque no existan “monopolios ni oligopolios” en este rubro que busca reanimar la economía local.
Reiteró que los productores nacionales son libres de transformar sus fincas o destinar parte de sus cultivos a esta producción que se espera genere más de 30,000 plazas de empleo y una inyección de alrededor de 400 millones de dólares en cinco años.
El presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, Juan Alberto Arias, considera que la viabilidad de esta iniciativa dependerá de que sus beneficios lleguen a la población, es decir, se debe mantener el costo del combustible e incrementar la empleomanía.
“Hay que ser bien inteligentes y serios para asegurarnos que aquí nadie salga ni beneficiado ni perjudicado, que se hagan las cosas como deben ser y que todos los panameños de una forma u otra tengan algún beneficio”, dijo.