Coronavirus en Panamá
¡EXCLUSIVA! La milagrosa historia de la abuela de 99 años que venció al COVID-19
Zoila Esperanza Gutiérrez Berrocal, viuda de Buitrago, ingresó al Hospital Nicolás A. Solano el pasado 24 de marzo por un problema respiratorio.
- Elisinio González G.
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- - Actualizado: 14/9/2020 - 07:45 pm
Cuando el mundo libra una dura batalla contra el COVID-19, surge en Panamá una historia que podría calificarse como milagrosa. Una historia de luz, de esperanza, de una abuela de 99 años que venció al coronavirus.
Su nombre es Zoila Esperanza Gutiérrez Berrocal, viuda de Buitrago, quien fue dada de alta la noche del lunes 13 de abril del Hospital Nicolás A. Solano en La Chorrera, provincia de Panamá Oeste.
La historia de esta valiente y encantadora anciana, oriunda de Natá de los Caballeros, provincia de Coclé, fue contada vía telefónica por una de sus nietas, Iris Batista Buitrago.
Los días de angustia, tristeza y desesperación ocasionados por el coronavirus, en los que no llegó a saber nada de su abuela, han quedado atrás para Iris. Ahora tiene motivos suficientes para sonreír y hasta para hacer una petición especial antes de iniciar la entrevista con el Panamá América.
"Ponle su nombre completo, porque ella se molesta si no le pones todo su nombre. Yo me acuerdo que cuando ella me llevaba a cobrar sus cheques, firmaba todo completo", dijo entre risas.
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Al instante y con mucha exactitud recordó el día en que la reina de su hogar comenzó a presentar problemas respiratorios.
"Ella siempre ha tenido problemas respiratorios, porque cocinaba en fogón. El 19 de marzo la llevamos por problemas respiratorios a la Policlínica de La Chorrera. Me recomendaron que me la trajera para la casa y que le consiguiera oxígeno e inhaladores. Al final eso fue lo que hice", precisó.
Cinco días después, el 24 de marzo, el cuadro de salud de su abuela se complicó. Fue llevada a la Policlínica de Arraiján y luego enviada al Hospital Nicolás A. Solano, donde fue internada.
Sin saberlo, en ese momento, ese sería uno de los últimos días en que Iris estaría al lado de su abuela. Lo peor estaba por ocurrir.
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Positivo para COVID-19
Una llamada telefónica trajo consigo angustia, llanto y tristeza. Era el 30 de marzo y del nosocomio se comunicaron con Iris para avisarle que su abuela era paciente positivo para COVID-19.
"Nos informan esa triste noticia y que todos aquí en la casa teníamos que hacernos los exámenes. Yo ni sabía que le habían hecho a mi abuela examen de coronavirus, pero me imagino que, por ver los síntomas, pensaron en eso y así mismo fue", enfatizó.
El calvario comenzó en ese instante. Al estar en cuarentena nadie podía moverse de la residencia hasta que llegaran los exámenes de las pruebas. Era el momento de doblar rodillas y pedirle a Dios que los resultados dieran negativos y que en el Hospital Nicolás Solano se tejiera el milagro.
Los milagros existen
Tras darse los resultados negativos en sus pruebas, Iris y su familia no perdían la esperanza de que Dios estaba preparando una nueva alegría para sus vidas y así sucedió.
El milagro por el que tanto pidieron se hizo realidad el martes 7 de abril. A diferencia de la primera llamada telefónica, esta provocó lágrimas de alegría y felicidad. Era el primer negativo de su abuela en la segunda prueba para COVID-19.
En espera de la tercera prueba, en el nosocomio decidieron darle salida a la abuela de Iris el lunes 13 de abril.
El reencuentro, en el que no faltaron las lágrimas, se produjo pasadas las 9 de la noche en el Hospital Nicolás A. Solano.
"Al verme y yo hablarle, ella me dijo: 'Lastenia', estaba muy contenta. Llamándome por mi segundo nombre, el cual ella me puso", rememoró con felicidad.
Precisamente, el martes 14 de abril, con su abuela nuevamente en su casa en Arraiján, fue que recibió la buena noticia de que el tercer "test" de COVID-19 era negativo.
Esto provocó que la información, pintada del color de la esperanza, corriera como pólvora y estremeciera las redes sociales, provocando que hasta el propio presidente de la República, Laurentino Cortizo, se pronunciara ante esta milagrosa noticia.
"Esta abuelita de 99 años se llama Zoila y vive en Arraiján, ella nunca se rindió y luchó contra el enemigo, hoy con mucha emoción y alegría nuestro equipo de salud le da de alta y regresa a casa con sus familiares. ¡Panamá, vamos a salir de esta!", comentó el mandatario.
Esta abuelita de 99 años se llama Zoila y vive en Arraiján, ella nunca se rindió y luchó contra el enemigo, hoy con mucha emoción y alegría nuestro equipo de salud le da de alta y regresa a casa con sus familiares. ¡Panamá, vamos a salir de esta! #UnidosVenceremos pic.twitter.com/C3m0C5bdGP— Nito Cortizo (@NitoCortizo) April 15, 2020
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Cuidemos a los 'viejos'
Para Iris todo lo que ha vivido con su abuela en estos días debe servir para que en Panamá y el mundo reflexionen del cuidado que se le debe dar a los "viejos".
"A los viejos hay que cuidarlos, que ellos están vivos. La gente echa a un lado a las personas mayores y eso es lo peor que hacemos. Por eso, quizás, tenemos muchas muertes de ancianos por el coronavirus", comentó Iris Batista Buitrago, no sin antes mostrar su agradecimiento al doctor que atendió a su abuela en el hospital Nicolás A. Solano.
"En otros países están desconectando a los ancianos por el COVID-19, no les importa con los ancianos. Yo siento que si no hubiera estado ese doctor que le cogió cariño a mi abuela, pues otro gallo hubiera cantado. Por eso es que hay que darles amor a los viejitos, hay que quererlos y cuidarlos", concluyó con voz quebrada, mientras lloraba.
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