Panamá
Unas 20 obras dejaron a la deriva gestiones pasadas
- Cristabel Escala
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Cada obra detenida no es solo una cifra en un informe, es una comunidad que continúa sin recibir servicios básicos de manera adecuada.
En el sector salud, la situación es crítica. Foto: Grupo Epasa
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La salud y la educación han sido las principales damnificadas en la última década a causa del abandono y paralización de obras. Estos proyectos nacieron con la visión de mejorar la calidad vida de las comunidades, pero con el paso de los años se convirtieron en un monumento a la desidia. Datos recabados por Panamá América indican que, en las diferentes provincias, desde Bocas del Toro a Colón, hay al menos una veintena de obras inconclusas.
Cada obra detenida no es solo una cifra en un informe: es una comunidad que continúa sin atención médica, estudiantes que dan clases en condiciones precarias y familias que ven pasar los años sin respuestas claras.
Y han tenido que pasar más de 10 años para que la luz se empiece a divisar en algunos proyectos. Ya el presidente José Raúl Mulino advirtió, días atrás, que se van a cansar de verlo inaugurando obras.
"Se van a aburrir de verme programando e inaugurando obras, rescatando obras durante mi gobierno, aunque eso les disguste a muchos que apuestan a acabarme", expuso el mandatario.
Salud
En el sector salud, la situación era crítica. El Centro de Salud de Río Grande, en Coclé, registra un 62% de avance y una inversión de $1,430,370.21 millones, tras la paralización y abandono de la empresa contratista desde 2016. Según el Ministerio de Salud (Minsa), el proyecto está en evaluación para su liquidación y una nueva contratación. De haberse concluido, ya habría beneficiado a más de 3,000 personas.
Casos similares se repiten con los Minsa-Capsi de Nueva Italia, con una inversión de $13 millones, y el Minsa-Capsi de Cuipo, por $17 millones. Ambos, en Colón, quedaron inconclusos desde 2011, pese a presentar avances superiores al 60%. Actualmente, está en análisis de costos para la cesión de los contratos.
El Centro de Salud de Curundú, valorado en 15 millones, fue recibido completamente abandonado y hoy espera un nuevo proceso de licitación.
En Darién, el Hospital de Metetí simboliza una promesa incumplida que se arrastra por varios años. Aunque la obra está en ejecución y reporta un 50.76% de avance, los residentes continúan viajando a Chepo o a la ciudad capital cuando hay emergencia.
Luis Silva, transportista selectivo, recuerda que antes de que se anunciara la construcción del hospital de Metetí, la atención de salud en Darién era crítica. Asegura que, aunque médicos y enfermeras hacían su mayor esfuerzo, la falta de insumos y el crecimiento de la población hacían imposible brindar una atención adecuada. Silva espera que esta vez la obra sea culminada, ya que representa un alivio para los habitantes de Darién.
Por su parte, el director de Infraestructura del Minsa, Abdiel Escobar, reconoció que los proyectos heredados se presentan con el avance que tenían al momento de su paralización, pero advirtió que el abandono prolongado ha provocado daños estructurales y pérdida de materiales, lo que reduce el avance real cuando las obras se reactivan.
Educación
La paralización de proyectos también golpea al sistema educativo. El Centro Educativo de La Arena, con una inversión de $9.9 millones, está detenido con un 60%. En Los Pozos, una escuela fue abandonada por el contratista cuando ya se había construido el 70%, tras una inversión inicial de $5.8 millones.
La escuela La Primavera, en Santiago, apenas alcanza un 57% de avance, mientras que el nuevo IPT de Santiago sigue paralizado por problemas legales y contractuales. Para los estudiantes y docentes, esto se traduce en espacios improvisados y malas condiciones para el proceso de aprendizaje.
Deporte
En Herrera, la remodelación del estadio Rico Cedeño pasó de $5.4 millones a casi $11 millones tras adendas contractuales. La obra registra 83% de avance y se espera que próximamente se entregue. En Chiriquí, la Ciudad Deportiva de David permanece inconclusa desde 2013, convertida en otro símbolo de promesas a medio cumplir.
En ingeniería civil, destacan el alcantarillado de Changuinola, con un costo de $36.5 millones, y el saneamiento de la ciudad de David, uno de los proyectos más costosos del país, con una inversión de $297 millones y apenas un 60% de avance.
¿Quién responde?
Para el abogado Basilio González, el abandono de obras públicas puede tener consecuencias penales. Recordó que el artículo 338 del Código Penal sanciona el peculado doloso cuando existe malversación de fondos públicos, con penas de hasta 15 años de prisión si el perjuicio supera los 100 mil. En casos de negligencia, el artículo 340 contempla sanciones de 3 a 6 años.
Mientras los expedientes se revisan, los contratos se renegocian y las nuevas licitaciones se anuncian, miles de ciudadanos siguen esperando. Las obras inconclusas no solo representan un problema financiero para el Estado, sino una deuda social que se acumula con el paso del tiempo y que, para muchas comunidades, siguen sin fecha de vencimiento.

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