Podemos obedecer ciegamente; comprar lo que no nos es de utilidad; consumir lo que no nos gusta; asumir conductas de manada porque todos los demás lo hacen.
Nos desbordan los liderazgos corruptos. Cada día proliferan más los trepas en este mundo confuso, enviciados por el vicio del desorden y apegados al dinero.