Bunau-Varilla y un destino marcado
Publicado 2004/11/18 00:00:00
Un día como hoy se firmó el Tratado Hay-Bunau Varilla
Para el 17 de noviembre de 1869 se inauguraba el Canal de Suez, Phillipe Bunau Varilla tenía 10 años de edad. Para aquellos días el niño le decía a su madre !Ay, qué mala suerte la mía haber nacido tan tarde! Respondiendo su mamá: "Todavía te han dejado el Canal de Panamá". ¿Por qué no lo construyes?
Pasó algún tiempo y Bunau Varilla se convirtió en un estudiante en L´Ecole Polytecnique, colegio que Napoleón Bonaparte había denominado, "la gallina de los huevos de oro".
En 1880 se graduó. Durante una conferencia escuchó a Fernando de Lesseps (constructor del Canal de Suez) hablar sobre el Canal de Panamá.
Varilla quedó fascinado con las palabras del gran ingeniero y sobre todo por el proyecto del canal. Desde aquel momento, el Canal de Panamá se convirtió en su gran sueño y desafío.
Cuando se titula de ingeniero, en 1883, intentó dirigirse a Panamá pero un reglamento francés exigía que antes de ingresar a una empresa privada se debían tener cinco años de servicios.
Fue enviado a África del Norte, donde se desempeñó como supervisor de las construcciones de los ferrocarriles y proyectos de puertos en Túnez. Luego regresa a Francia y se le encarga la reparación y mantenimiento de la carretera nacional; labor muy grata para él.
El Departamento de Obras Públicas solicitó voluntarios para Panamá, y Varilla nuevamente intentó apuntarse. Sin embargo, aún no cumplía los cinco años.
Laboró en París hasta el otoño de 1884, fecha en que el gobierno francés transfirió la mayoría de los proyectos a compañías privadas creando un exceso de ingenieros; situación que le permitió a Varilla realizar una tercera petición.
A su llegada a Panamá se encuentra que los trabajos del Canal estaban divididos en tres secciones .
Bunau, con 25 años de edad, pertenecía a la tercera división. Un año después es asignado ingeniero en jefe de la más grandiosa empresa del mundo, el Canal de Panamá, cargo que le permitió iniciar relaciones amistosas con altos oficiales de las fuerzas navales estacionadas en el istmo.
En 1886, Varilla deja de trabajar como empleado de la empresa para convertirse en contratista de los trabajos del Canal, y funda una empresa encargada de las excavaciones en el Corte Culebra.
Y al quebrar la compañía del Canal Francés se le acusa de haber violado el reglamento.
Accidentalmente, en 1894 se encuentra con un viajero que se le presentó como el Príncipe Tatischeff de Rusia, oportunidad que Varilla no desaprovechó e inmediatamente le comentó del Canal de Panamá. Finalmente la oferta no resultó.
Siguiendo tras su sueño, Varilla, el 20 de octubre de 1903, durante una reunión con Amador Guerrero en Washington, conviene apoyar la revolución a cambio de que se le nombre como Ministro de Panamá ante la Unión Americana para negociar el Tratado.
El 16 de noviembre recibe el nombramiento, y el 18 de noviembre de 1903 firmó el Tratado para Panamá.
Fuente: El País Creado por Wall Street-La historia no contada de Panamá.
El Licenciado Ramón Fonseca Mora, escritor panameño, respaldado por el sello Editorial Alfaguara del Grupo Santillana, realiza una serie de encuentros con estudiantes de escuelas oficiales y particulares, con quienes tiene la oportunidad de conversar en torno a sus obra literarias, recomendada por el Ministerio de Educación, tituladas : "Ojitos de Ángel" y "Soñar con la Ciudad".
Pasó algún tiempo y Bunau Varilla se convirtió en un estudiante en L´Ecole Polytecnique, colegio que Napoleón Bonaparte había denominado, "la gallina de los huevos de oro".
En 1880 se graduó. Durante una conferencia escuchó a Fernando de Lesseps (constructor del Canal de Suez) hablar sobre el Canal de Panamá.
Varilla quedó fascinado con las palabras del gran ingeniero y sobre todo por el proyecto del canal. Desde aquel momento, el Canal de Panamá se convirtió en su gran sueño y desafío.
Cuando se titula de ingeniero, en 1883, intentó dirigirse a Panamá pero un reglamento francés exigía que antes de ingresar a una empresa privada se debían tener cinco años de servicios.
Fue enviado a África del Norte, donde se desempeñó como supervisor de las construcciones de los ferrocarriles y proyectos de puertos en Túnez. Luego regresa a Francia y se le encarga la reparación y mantenimiento de la carretera nacional; labor muy grata para él.
El Departamento de Obras Públicas solicitó voluntarios para Panamá, y Varilla nuevamente intentó apuntarse. Sin embargo, aún no cumplía los cinco años.
Laboró en París hasta el otoño de 1884, fecha en que el gobierno francés transfirió la mayoría de los proyectos a compañías privadas creando un exceso de ingenieros; situación que le permitió a Varilla realizar una tercera petición.
A su llegada a Panamá se encuentra que los trabajos del Canal estaban divididos en tres secciones .
Bunau, con 25 años de edad, pertenecía a la tercera división. Un año después es asignado ingeniero en jefe de la más grandiosa empresa del mundo, el Canal de Panamá, cargo que le permitió iniciar relaciones amistosas con altos oficiales de las fuerzas navales estacionadas en el istmo.
En 1886, Varilla deja de trabajar como empleado de la empresa para convertirse en contratista de los trabajos del Canal, y funda una empresa encargada de las excavaciones en el Corte Culebra.
Y al quebrar la compañía del Canal Francés se le acusa de haber violado el reglamento.
Accidentalmente, en 1894 se encuentra con un viajero que se le presentó como el Príncipe Tatischeff de Rusia, oportunidad que Varilla no desaprovechó e inmediatamente le comentó del Canal de Panamá. Finalmente la oferta no resultó.
Siguiendo tras su sueño, Varilla, el 20 de octubre de 1903, durante una reunión con Amador Guerrero en Washington, conviene apoyar la revolución a cambio de que se le nombre como Ministro de Panamá ante la Unión Americana para negociar el Tratado.
El 16 de noviembre recibe el nombramiento, y el 18 de noviembre de 1903 firmó el Tratado para Panamá.
Fuente: El País Creado por Wall Street-La historia no contada de Panamá.
El Licenciado Ramón Fonseca Mora, escritor panameño, respaldado por el sello Editorial Alfaguara del Grupo Santillana, realiza una serie de encuentros con estudiantes de escuelas oficiales y particulares, con quienes tiene la oportunidad de conversar en torno a sus obra literarias, recomendada por el Ministerio de Educación, tituladas : "Ojitos de Ángel" y "Soñar con la Ciudad".
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