A Ceila le fascina el humor negro

Amar al prójimo, luchar por tus objetivos y tener fe son algunos de los mensajes que la actriz panameña Ceila González ha aprendido en la escuela de la vida. Ella se describe como una persona alegre, humilde, comprensiva, sincera y tolerante.

También ve la vida con optimismo, como una ventana de oportunidades.

Desde pequeña, Ceila sabía lo que quería ser.

“Tenía unos ocho años de edad y reunía a mis vecinitos y les montaba un show. Cobraba un real. Con el tiempo me di cuenta de que quería ser actriz”.

Ceila se inició con “El gran drama (Vida, Pasión y Muerte de Jesucristo)”, en la que personificó a la samaritana. La obra fue dirigida por el maestro Pepe Sarsanedas.

También ha actuado bajo la dirección de Iván García, Eugenio Fernández, Juan Manuel Ferrer, Danny Calden, Edwin Cedeño, Baby Torrijos, Aurelio Paredes, Daniel Gómez Nates, Félix Gómez, Roberto Mckay, Carlos Bromley, Gabriel Pérez Matteo, Tatiana Salamín y Renán Fernández.

Hizo el papel de un hombre en “Mamá no hace nada”. de Alfredo Arango.

Es larga la lista de grandes figuras teatrales con las que ha compartido: Harry Iglesias, Eneida Valdés, Luis Martínez, Fernando Navas, Isis Tejeira, Gladys Vidal, Alberto Arbesú, José Carranza, Zelideth Rosales, Áurea Horta, Neysa Fergunson, Elizabeth Vargas, Ramón Serrano, Lucho Goti y

Félix Gómez.

A continuación, más detalles de lo que nos dijo en su entrevista con Panamá Américaesta versátil actriz, quien ha actuado en más de 90 obras y ganó en 2010 y 2011 el Premio Escenas.

Mayor satisfacción que deriva del teatro

Comprender al ser humano y quererlo sin distingo de clase, religión y sexo.

Obras que prefiere

Prefiero las de humor negro porque entre risa y verdades se hace una crítica de una forma muy cruel, y a la vez nos hacen pensar, reflexionar. Me encantan los papeles dramáticos por su fuerza interna.

Algunas obras en las que ha actuado

"Pepita de marañón", "Los derechos de la mujer", "La cantante calva", "Tres Evas para un Adán", "Sexo con criterio formado", "Ingenuas palomas", "Boeing boeing", "La nona", "Las sanguijuelas", "Banquete de despedida", "Vida, estamos en paz" , "Las hermanitas de Buffalo Bill" y "Las alegres comadres".

Reconocimientos

He ganado varios premios tales como Búho de Oro 1974, Crespillo Ovalle 1985, Premio Anita Villalaz Copa Harry Iglesias 2007, Premios Escenas 2010 y 2011.

También recibí reconocimientos de la Escuela de Teatro del Inac, en 2011.

Personaje más difícil

La nona: una abuela de 100 años devorando toda la comida que está a su alcance. Comía de todo (flores, mayonesa, pan, etc.), se la pasaba comiendo toda la obra. La abuela representaba la destrucción y yo quise comer de verdad todo, para impactar. Qué asco cuando tenía que comer las flores, mayonesa y vinagre.

Y la primera vez que hice de prostituta. Tuve que visitarlas y conversar con ellas para saber cómo caminan, fuman, su modo de pensar, por qué escogieron esa vida... Esa investigación fue una de las tantas que me hizo comprender y querer al ser humano.

¿Cómo son las personas que admira?

Son humildes, inteligentes, y con mucho amor hacia el prójimo.

Lo mejor de ser actriz

Es un orgullo. Contribuir al desarrollo del arte y la cultura panameña.

Algún papel que le gustaría hacer

Años atrás soñé con hacer “Doña Flor y sus dos maridos”, por el problema psicológico de tener dos maridos a la vez y que uno de ellos se te aparezca desnudo en la cama ja, ja, ja, ja. Pero ahora ni pensarlo por la edad.

Lo mejor y peor del tetro antaño y ahora

Lo mejor hace medio siglo, las obras que se presentaban tenían contenido que te hacía reflexionar, pensar, meditar. El público compraba el boleto en taquilla.

Lo peor: se ensayaba un mes para presentarnos lo máximo una semana.

Lo mejor actualmente: se ensaya un mes y las obras se presentan desde 30 funciones hasta 90 funciones.

Lo peor: el contenido de las obras. Son livianas, de sexo, etc. Pero eso es lo que le gusta a la mayoría del público. Para garantizar un público, hay que hacer la preventa de boletos.

Filosofía de vida

La vida es tan bella que hay que disfrutarla a cada momento, y plenamente cuando sales de tu casa, viendo a los niños jugar, al vecino, a tu familia, al empleado, al que sale en TV, al ministro que acaba de hablar, trabajando, cuando actúas; ver las golondrinas, ver las montañas, todo a tu alrededor y disfrutarlo para poder vivir en plenitud y feliz.