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Cinco señales de adicción al juego y cómo evitarla
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Es probable que la persona con adicción al juego oculte su comportamiento e incluso recurra al fraude o robo para alimentar su adicción.
El trastorno del juego o juego compulsivo es el impulso incontrolable de continuar apostando sin importar las consecuencias que eso tenga en tu vida. Apostar significa que nos encontramos dispuestos a arriesgar algo que valoramos con la esperanza de ganar algo de más valor.
Esto puede llegar a estimular el sistema de recompensa del cerebro de manera similar a como lo hacen el alcohol o las drogas ilícitas, lo que produce adicción. Si se tiene algún problema con el juego compulsivo, es probable que se realicen apuestas constantemente las cuales pueden llevar a perder, agotar los ahorros y endeudarse.
Es probable que la persona con adicción al juego oculte su comportamiento e incluso recurra al fraude o robo para alimentar su adicción.
A medida que la tecnología ha avanzado y el acceso a Internet cada vez es más fácil, el casino online dinero real y las casas de apuestas también han crecido a un ritmo sin precedentes en estos últimos años.
Los usuarios de apuestas en este caso deben ser conscientes de los riesgos que tiene ser jugador y estar al tanto de cómo prevenir la adicción al juego. A continuación, te dejaremos las 5 señales de adicción al juego y cómo puedes evitarla:
No disfrutas apostando
Pensar en gastarse algo de dinero en el juego debería ser igual que hacerlo en un concierto, en el cine o en algo que te guste coleccionar, por ejemplo.
Si el juego para ti es una vía de escape a tus problemas personales, si tu actuación es impulsiva y no de ocio, deberías entonces meditar sobre esto.
Juegas con dinero que no estás dispuesto a perder
Una de las claves principales para el juego sano es apostar solo el dinero que estés dispuesto a gastar en esa actividad de ocio o el que estés dispuesto a perder. Si comienzas a preocuparte porque una hipotética pérdida te va a causar problemas, vas por mal camino. El caso extremo es jugar con dinero prestado.
Haces lo que sea para conseguir dinero para jugar
No se necesita ser demasiado listo para saber que este es un síntoma extremo. Más allá de las consideraciones penales y morales, engañar, robar y recurrir a cualquier tipo de crímenes para terminar jugándose el dinero no solo es algo absurdo, sino que vas a entrar en un camino de muy difícil regreso.
Antepones el juego a otras cosas de importancia
Autoengañarse puede alcanzar la maestría en algunos casos, pero si llegas a perderte la función escolar o incluso el cumpleaños de tu hijo por hacer algo que se encuentra las 24 horas del día abierto, es más que evidente que tienes un grave problema.
No puedes parar
Aparte del dinero, el jugador adicto es incapaz de dejar de despilfarrar su tiempo. No se trata de elegir entre una y otra manera de ocio, sino de ser incapaz de levantarse de la mesa, sea real o virtual.
Si tienes alguna duda en este punto, puedes ponerte a prueba a ti mismo y marcar un límite, el cual puede tratarse de una hora determinada o una cantidad de dinero. Si no puedes cumplir tus propias propuestas, mala señal.
Muchos jugadores tienen la costumbre de continuar jugando para recuperar lo perdido. Y esta es una de las peores opciones que existen, aunque es bastante fácil incurrir en este error ¿Por qué pensamos que nuestra suerte va a cambiar? Lo más fácil es caer en tilt, como dicen los jugadores de póker, y comenzar a cometer errores más de una vez y cada vez mayores.
Una de las señales que tiene un gran jugador es saber levantarse a tiempo de una partida que no le conviene.
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