Cómo lograr una ciudad cada vez más amigable
- REDACCION
- - Publicado: 18/4/2009 - 08:48 pm
“Como simples ciudadanos de nuestro planeta nos preocupa la salud del medio ambiente. Como arquitectos, sentimos que es una responsabilidad proteger la naturaleza con estrategias de diseño sostenible”. Con este pensamiento nos recibieron los arquitectos Eduardo Quintero y Annamaría Zampogna Quintero, quienes junto a su grupo de trabajo conforman Forza Creativa, un equipo dedicado al diseño urbano, arquitectura e interiores.
En Forza Creativa, consideramos que esta sensibilidad con el medio ambiente no es opcional para el arquitecto, sino más bien un requisito indispensable, manifestó Quintero.
La firma no detiene su esfuerzo hasta sentir que ha obtenido la mejor solución estructural, funcional y artística posible para cada proyecto. Le prestamos atención especial al roce que tiene nuestro trabajo con la vida cotidiana. Estamos conscientes de la responsabilidad que conlleva organizar los espacios de una persona o una familia, cuando diseñamos una casa. Al igual, somos conscientes de la oportunidad que tenemos de motivar y enorgullecer al público en general, cuando reconstruimos la silueta de la ciudad con una nueva torre, expresaron estos jóvenes arquitectos.
Arquitectura sostenible. Una ciudad y una edificación sostenible es aquella que impone la menor presión posible en el medio ambiente para ser construida y habitada. Actualmente, pareciera como si construyésemos y viviésemos indiferentes al desgaste que estamos ejerciendo en la naturaleza.
Cada vez consumimos más energía y agua potable, y a la vez, desechamos más basura por persona. Es fácil pensar que hay tantos árboles, el mar es tan amplio, y el cielo tan inmenso que abusarlos y contaminarlos no tiene mucha importancia. Pero, las estadísticas nos indican que el planeta y nuestra ciudad se están deteriorando a un ritmo alarmante. Si nos enfocamos en el aspecto urbano vemos, por ejemplo, que en los últimos 50 años la población de la ciudad de Panamá se triplicó, la extensión, sin embargo, se multiplicó por ocho. Que quiere decir esto? Que cada vez se talan proporcionalmente más árboles y las personas viven más lejos del centro urbano. Que poco a poco se destruyen los bosques donde habita la biodiversidad que nos diferencia y en qué se basa nuestro turismo. Que cada vez se hace más difícil y más costosa la implementación de un sistema de transporte masivo y eficiente ya que se tiene que abarcar y conectar más territorio.
Puntos claves. Por supuesto que se puede reorientar el desarrollo urbano de Panamá. Muchas ciudades del mundo han cambiado su cara para controlar el crimen, el tráfico, u otros problemas. ¿Por qué no reenfocar el desarrollo de nuestro país de forma que se proteja el medio ambiente y se le dé una mejor calidad de vida a los panameños? El simple hecho que la gasolina y la electricidad sean cada vez más costosas servirá de empuje a la causa ambiental ya que de otra forma será incosteable movilizarnos en la ciudad y mantener nuestro estilo de vida. Si nuevamente nos enfocamos en el aspecto urbano, hay puntos claves, entrelazados entre ellos, que se requieren para lograr una ciudad más limpia, humana, y sostenible: Primero, se debe controlar la sobreextensión de la ciudad.
Segundo, es urgente crear un sistema de transporte masivo el cual no sólo mejore la calidad de vida de quienes actualmente se transportan en bus, sino que también, sea utilizado por muchas de las personas que actualmente utilizan el carro.
Tercero, se debe ampliar y mejorar las aceras. Idealmente, se deberían relocalizar, de tal forma que estuvieran adyacentes a los edificios paras así poder techarlas con arcadas. Las aceras deberían ser no sólo caminos, sino también espacios sociales donde sentarse en una banca o bajo un árbol. Cuarto, es imperativo construir estacionamientos públicos para desalojar las calles y aliviar el tráfico.
Modelos. El área de Bella Vista, o lo que queda de este sector, es un ejemplo digno de estudiar. En esta área las aceras son cómodas y están localizadas junto a las tiendas y comercios de los edificios. Esto es más entretenido que caminar en las aceras de la ciudad donde uno está atrapado entre la calle y los estacionamientos. Además, las calles son amplias, pero al no ser autopistas permiten que el peatón cruce sin mayor dificultad. Por otro lado, los edificios son lo suficientemente altos como para proveer de sombra al peatón. Todo esto resulta en un área donde es placentero y preferible caminar en vez de manejar. Esto es clave para una ciudad que aspira a ser sostenible, ya que es mucho más eficiente que la mayoría se movilice con transporte público y caminando, que en carros particulares que consumen combustible y desechan dióxido de carbono. Es importante recordar que, actualmente, los carros producen más del 30% del dióxido de carbono el que se desecha a la atmósfera, y que este es uno de los mayores causantes del aumento de la temperatura del planeta. Por fortuna, cada día crece en el mundo y en Panamá también la conciencia por una cultura “bioamigable”, la preocupación por salvar nuestro planeta es real y si lo logramos todos viviremos en un mejor lugar.
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