Descubren el poder atómico de las lagartijas
Publicado 2000/06/08 23:00:00
- Londres
Una de las fuerzas contenidas en el átomo es el secreto que permite a los gecónidos, como la salamanquesa, adherir sus patas a las paredes y techos más lisos, reveló un grupo de científicos, que estima que su hallazgo puede tener importantes aplicaciones.
El descubrimiento conseguido por Robert J.Full y sus colegas de la Universidad de Berkeley, en California (E.U), sobre este tipo de lagartijas, muy comunes en España, en otros países del sur de Europa y, en general en todos los lugares cálidos, aparece publicado en la edición del jueves, 8 de junio, de la revista científica Nature.
Hasta ahora los científicos no se habían conseguido una explicación sobre la fuerza adherente de las patas de los gecónidos y este hallazgo promete además la posibilidad de que en el futuro se pueda producir un potente pegamento nanomolecular seco.
Las propiedades adhesivas de las extremidades de este tipo de pequeñas lagartijas proceden de interacciones atómicas de corto alcance, conocidas como "fuerzas van der Waals", las cuales producen una atracción entre las moléculas.
La pata de un gecónido tiene alrededor de medio millón de finos y microscópicos pelos o "setae" (cerdas) en cada extremidad, según afirma Full en su informe, agrupadas en varias filas que forman láminas.
El grupo de científicos obtuvo importantes pruebas biomecánicas sobre dichas propiedades adhesivas que muestran que el extremo de cada "seta" (cerda) está subdividida entre 400 y 1.000 estructuras llamadas espátulas (spatulae).
"Estos miles de millones de espátulas, que parecen un brécol en las puntas de los pelos, son muy adhesivos", dijo Full al explicar que los gecónidos "han desarrollado una sorprendente forma de andar en la que enrollan estos pelos en la superficie y después los desenrollan, como una cinta adhesiva, pero mejor".
Lo más sorprendente es que Full y sus colegas midieron las fuerzas que actúan en una seta durante la acción de adhesión y la de desenganche y calcularon que si todas las "setae" o minúsculas cerdas se adhieren simultáneamente a la superficie la pata de un gecónido podría producir una fuerza adhesiva equivalente a diez atmósferas.
El hecho de que las patas de los gecónidos se pegan en el vacío y que estas lagartijas pueden correr sobre cristal pulido lleva a descartar que utilicen mecanismos de fricción o succión, según los autores del trabajo.
Los gecónidos o gecos pertenecen al grupo de los lepidosaurios y su nombre responde a una onomatopeya del ruido (un "gec" repetido) que producen los machos. Junto a los caimanes y cocodrilos son actualmente los únicos saurios con "voz".
El descubrimiento conseguido por Robert J.Full y sus colegas de la Universidad de Berkeley, en California (E.U), sobre este tipo de lagartijas, muy comunes en España, en otros países del sur de Europa y, en general en todos los lugares cálidos, aparece publicado en la edición del jueves, 8 de junio, de la revista científica Nature.
Hasta ahora los científicos no se habían conseguido una explicación sobre la fuerza adherente de las patas de los gecónidos y este hallazgo promete además la posibilidad de que en el futuro se pueda producir un potente pegamento nanomolecular seco.
Las propiedades adhesivas de las extremidades de este tipo de pequeñas lagartijas proceden de interacciones atómicas de corto alcance, conocidas como "fuerzas van der Waals", las cuales producen una atracción entre las moléculas.
La pata de un gecónido tiene alrededor de medio millón de finos y microscópicos pelos o "setae" (cerdas) en cada extremidad, según afirma Full en su informe, agrupadas en varias filas que forman láminas.
El grupo de científicos obtuvo importantes pruebas biomecánicas sobre dichas propiedades adhesivas que muestran que el extremo de cada "seta" (cerda) está subdividida entre 400 y 1.000 estructuras llamadas espátulas (spatulae).
"Estos miles de millones de espátulas, que parecen un brécol en las puntas de los pelos, son muy adhesivos", dijo Full al explicar que los gecónidos "han desarrollado una sorprendente forma de andar en la que enrollan estos pelos en la superficie y después los desenrollan, como una cinta adhesiva, pero mejor".
Lo más sorprendente es que Full y sus colegas midieron las fuerzas que actúan en una seta durante la acción de adhesión y la de desenganche y calcularon que si todas las "setae" o minúsculas cerdas se adhieren simultáneamente a la superficie la pata de un gecónido podría producir una fuerza adhesiva equivalente a diez atmósferas.
El hecho de que las patas de los gecónidos se pegan en el vacío y que estas lagartijas pueden correr sobre cristal pulido lleva a descartar que utilicen mecanismos de fricción o succión, según los autores del trabajo.
Los gecónidos o gecos pertenecen al grupo de los lepidosaurios y su nombre responde a una onomatopeya del ruido (un "gec" repetido) que producen los machos. Junto a los caimanes y cocodrilos son actualmente los únicos saurios con "voz".
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