El mundo del bonsái

El bonsai, como ser vivo que es, necesita de unos cuidados básicos, por lo que su atención es importante para su buen crecimiento.
Bonsai es una planta vivaz de tronco leñoso, el nombre de Bonsai se compone de dos signos gráficos japoneses. BON significa recipiente y SAI árbol. La traducción literal no es, por tanto, otra que árboles de maceta o, más exactamente, plantas cultivadas en maceta. En realidad son reproducciones de los viejos arboles que crecen libremente en la naturaleza, y que con unas técnicas apropiadas de poda, alambrado y composición, se consigue darles ese aire de árbol gigante a pesar de su minúsculo tamaño.
Textualmente Bonsai, tanto en chino como en japonés, significa árbol en bandeja, pero puede también referirse al cultivo de árboles en un tiesto.
No obstante, el cultivo del Bonsai, del que hay noticias desde hace mas de 300 años, no puede considerarse sólo como una técnica que permite mantener en un tiesto y limitar el crecimiento (hasta menos de un metro), de un árbol que dejado libremente en la naturaleza podría alcanzar mas de 20. Mas bien, habría que considerarlo como un arte inspirado en la estética y muy acorde con la filosofía de los países en donde se desarrolla este cultivo.
Aunque es frecuente oír que el Bonsai es un arte japonés, la verdad es que esta práctica se inicia en China. Los chinos son (Dinastía Chang, s VII a. de C.), junto con los egipcios y los persas, los primeros que comienzan a desarrollar el arte de la jardinería como señal avanzada de civilización.
Durante siglos, la posesión y el cuidado de los bonsai estuvo ligado a los nobles y a las personas de alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en macera tenían asegurada la eternidad, así como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos hasta eran fuente de adoración.
En el sur de China, el arte del Bonsai consistía en transmitir todas las características de un árbol desarrollado en la naturaleza a un árbol pequeño cultivado en una maceta. Se buscaba reproducir estos árboles según los existentes en las altas montañas por lo cual utilizaban sólo especies que existían en los montes y que ya poseían formas especiales en su intensa lucha contra las adversidades climáticas.
Asimismo, se empiezan a incorporar técnicas más especies, y no sólo las que poseen a mano, sino que son traídas de lugares lejanos.
Recién durante el siglo XX, el bonsai llega a manos de todos los humanos que deseen adentrarse en su arte, y ya con una disciplina bien estructurada.
El bonsai tiene mucha relación con la filosofía Zen, en la que nada se enseña, todo se sugiere. Según los seguidores de esta corriente, el artista aprende una técnica a fuerza de repetición y cuando llega el "satori" (iluminación) se desprende de la técnica, ya no es el artista dirigiendo conscientemente sus manos, sino, por el contrario, se desprende de todo pensamiento y aparece la creación.
El Zen asegura que la iluminación se manifiesta en las actividades diarias de la vida tradicional de Japón, en las que se incluye el arte de la pintura, el diseño de jardines, la ceremonia del té.