La crisis de los recursos hídricos
Publicado 1999/03/27 00:00:00
En el marco de la celebración de la "Semana del Agua en Panamá", consideramos propicio reflexionar sobre algunos temas relacionados con este vital recurso en nuestro país.
Hace escasos días un diario local presentaba una nota en la que informaba que Canadá es el país con la mayor reserva natural de agua. Señalaba el rotativo, que en el futuro, la explotación económica de este recurso se convertirá en una fuente importante de divisas.
Panamá dispone de una gran diversidad de recursos hídricos, su estrecha geografía es el escenario de ecosistemas acuáticos y caudalosas cuencas hidrográficas. No obstante, la calidad del agua de esos cauces naturales es alterada por las actividades humanas.
A pesar de los avances en materia ambiental, que se han realizado luego de la promulgación de la Ley No. 41 (General de Ambiente), se carece de una política de manejo y de una administración eficiente de las aguas.
El tema de las privatizaciones ha provocado reacciones del rechazo en la opinión pública, en particular el de la entidad encargada del suministro y distribución del preciado líquido. Las razones del Gobierno Nacional para la concesión administrativa del IDAAN, se sustentan en la incapacidad de realizar las inversiones necesarias en infraestructura para brindar un mejor servicio público.
De ningún modo, es nuestra intención iniciar un debate en torno al tema de la privatizaciones, por cuanto analizaremos otras aristas de este complejo paradigma, desde la perspectiva de la ecología humana. A manera de casos de estudio, enfocaremos nuestra atención al problema ambiental en el área canalera.
El crecimiento acelerado de la población en las ciudades terminales de Panamá y Colón ha producido un balance negativo sobre la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá. La formación de asentamientos y la colonización de nuevas tierras en las riberas del Canal, por grupos de inmigrantes de otros puntos de la república, han incrementado la deforestación de las vertientes del Río Chagres, principal tributario fluvial para el suministro y abastecimiento de agua potable en zonas urbanas de densa concentración demográfica. Por otro lado, la acumulación de sedimentos en el Lago Gatún, como consecuencia directa de la destrucción de los bosques, ponen en riesgo las operaciones y el funcionamiento de la vía acuática.
La crisis de los recursos hídricos no se circunscribe solamente a las aguas continentales, otro aspecto no menos preocupante se refiere a la contaminación de las aguas marinas, quizás el ejemplo más conocido es el de la Bahía de Panamá. La misma se ha convertido en una verdadera cloaca, donde se vierten diariamente millones de litros de aguas servidas domésticas e industriales sin tratamiento previo.
Entre los contaminantes más comunes presentes en el agua podemos enumerar : las bacterias coliformes, sustancias químicas orgánicas e inorgánicas, residuos de pesticidas y otros.
El problema tiende agravarse con la construcción del Corredor Sur, que según estudios técnicos realizados por consultoras independientes, aumentan la contaminación y degradación de la calidad de estas aguas costeras, aunado al deterioro de extensas zonas de manglares que fueron derribadas para dar paso al nuevo proyecto.
El artículo 81 de la actual Ley General de Ambiente establece :
"El agua es un bien de dominio público en todos sus estados. Su conservación y uso es de interés social. Su uso se encuentran condicionado a la disponibilidad del recurso y a las necesidades reales del objeto a que se destinan".
Este precepto reafirma la voluntad del Estado de preservar y proteger los recursos acuíferos y su propósito de garantizar un manejo integral y racional para el uso y consumo de la colectividad.
Sin embargo, aún con la existencia del marco institucional y legal para adoptar las medidas y regulaciones en la materia, se experimenta un vacío en la ejecución de planes y estrategias encaminadas al empleo de los recursos hídricos con sostenibilidad y eficiencia.
Hace escasos días un diario local presentaba una nota en la que informaba que Canadá es el país con la mayor reserva natural de agua. Señalaba el rotativo, que en el futuro, la explotación económica de este recurso se convertirá en una fuente importante de divisas.
Panamá dispone de una gran diversidad de recursos hídricos, su estrecha geografía es el escenario de ecosistemas acuáticos y caudalosas cuencas hidrográficas. No obstante, la calidad del agua de esos cauces naturales es alterada por las actividades humanas.
A pesar de los avances en materia ambiental, que se han realizado luego de la promulgación de la Ley No. 41 (General de Ambiente), se carece de una política de manejo y de una administración eficiente de las aguas.
El tema de las privatizaciones ha provocado reacciones del rechazo en la opinión pública, en particular el de la entidad encargada del suministro y distribución del preciado líquido. Las razones del Gobierno Nacional para la concesión administrativa del IDAAN, se sustentan en la incapacidad de realizar las inversiones necesarias en infraestructura para brindar un mejor servicio público.
De ningún modo, es nuestra intención iniciar un debate en torno al tema de la privatizaciones, por cuanto analizaremos otras aristas de este complejo paradigma, desde la perspectiva de la ecología humana. A manera de casos de estudio, enfocaremos nuestra atención al problema ambiental en el área canalera.
El crecimiento acelerado de la población en las ciudades terminales de Panamá y Colón ha producido un balance negativo sobre la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá. La formación de asentamientos y la colonización de nuevas tierras en las riberas del Canal, por grupos de inmigrantes de otros puntos de la república, han incrementado la deforestación de las vertientes del Río Chagres, principal tributario fluvial para el suministro y abastecimiento de agua potable en zonas urbanas de densa concentración demográfica. Por otro lado, la acumulación de sedimentos en el Lago Gatún, como consecuencia directa de la destrucción de los bosques, ponen en riesgo las operaciones y el funcionamiento de la vía acuática.
La crisis de los recursos hídricos no se circunscribe solamente a las aguas continentales, otro aspecto no menos preocupante se refiere a la contaminación de las aguas marinas, quizás el ejemplo más conocido es el de la Bahía de Panamá. La misma se ha convertido en una verdadera cloaca, donde se vierten diariamente millones de litros de aguas servidas domésticas e industriales sin tratamiento previo.
Entre los contaminantes más comunes presentes en el agua podemos enumerar : las bacterias coliformes, sustancias químicas orgánicas e inorgánicas, residuos de pesticidas y otros.
El problema tiende agravarse con la construcción del Corredor Sur, que según estudios técnicos realizados por consultoras independientes, aumentan la contaminación y degradación de la calidad de estas aguas costeras, aunado al deterioro de extensas zonas de manglares que fueron derribadas para dar paso al nuevo proyecto.
El artículo 81 de la actual Ley General de Ambiente establece :
"El agua es un bien de dominio público en todos sus estados. Su conservación y uso es de interés social. Su uso se encuentran condicionado a la disponibilidad del recurso y a las necesidades reales del objeto a que se destinan".
Este precepto reafirma la voluntad del Estado de preservar y proteger los recursos acuíferos y su propósito de garantizar un manejo integral y racional para el uso y consumo de la colectividad.
Sin embargo, aún con la existencia del marco institucional y legal para adoptar las medidas y regulaciones en la materia, se experimenta un vacío en la ejecución de planes y estrategias encaminadas al empleo de los recursos hídricos con sostenibilidad y eficiencia.
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