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Lucha de poderes, mamás vs. abuelas
REDACCION - Publicado:
En nuestra cultura las abuelas ocupan un papel muy importante, ellas son el enlace entre generaciones, las guardianas de las tradiciones, consejeras, consentidoras y confidentes de los nietos y nietas.Generalmente, a ellas se delega la crianza de los niños o su cuidado durante la ausencia de los padres por diferentes motivos.Hay familias en que esta situación es ideal, ya que los padres sienten la tranquilidad de dejar a sus niños en lugares de su entera confianza.Sin embargo, en muchas familias, esta situación conlleva fricciones en lo que a la crianza de los niños se refiere.Tres profesionales de la psicología nos ilustraron acerca de esta problemática y sus posibles soluciones.CUANDO SURGEN LOS PROBLEMASHeidi López Alveo, psicóloga clínica y terapeuta, señala que muchas veces en nuestro país cuando hace falta la figura paterna, la abuela se encarga de la situación, lo que ocasiona que se sienta con derecho a participar activamente en la crianza de los nietos.Según la licenciada López, cuando la madre no tiene su rol definido, ni ha establecido límites, ocurre el enredo, ya no es vista por su madre como una madre, sino como su hija.Asimismo, la psicóloga Mary Souto indica que en la consulta privada se observa que las abuelas están cumpliendo con el papel que deberían cumplir las mamás; debido a que la mujer trabaja y no tiene tiempo de atender a los niños, la abuela se ve muchas veces sobrecargada de trabajo."Las abuelas tienen un estilo de crianza diferente al de las mamás, ellas consienten y hacen muchas cosas que las madres no.Por ejemplo: En casa de la abuela al niño le cortan la comida en pequeños trozos y en su casa, no.Todo ello confunde al pequeño y provoca que muchas veces la mamá sea vista como la villana", afirmó.Souto agregó que muchas mujeres no se sienten seguras de su papel, y se intimidan por la edad y la experiencia que tienen las abuelas, por ello dejan la responsabilidad de los niños en manos de éstas.Por su parte, la psicóloga Itzel Sayavedra piensa que el papel de la abuela es menos tenso que el de la madre; no es el de criar y disciplinar, sino el de acompañar y poner en contacto al niño y niña con sus raíces.Si la abuela trata al nieto como si fuera su hijo, la madre pasa a estar en el papel de hermana.COMO AFECTA A LOS NIÑOSLos niños que se ven atrapados entre la madre y la abuela generalmente tienen problemas de conducta, según afirma la licenciada Sayavedra.Ellos saben a quién obedecer y a quién no, si son muy inteligentes pueden volverse manipuladores y conseguir cosas de una y de la otra, y sacar beneficios de los enfrentamientos entre ambas.Recomienda que los niños no deben decirle mamá a su abuela, porque traslada ese papel a ella, "ellos deben tener una sola madre y una buena abuela".La Lic.Heidi López añade que para los pequeños, estar en medio de esta disputa es confuso y estresante.FIRMA DE LA PAZPara conciliar estas dos importantes figuras familiares, López recomienda respetar los límites, los roles y definir la autoridad de cada cual.Las dos tienen que conversar serenamente sin la presencia de terceros.Si se ha tenido una buena relación anterior con nuestra madre, no habrá problemas a la hora de la crianza de los niños.Si los problemas son con la suegra, se puede deber a rivalidades entre las dos y en estos casos debe buscarse ayuda profesional.Para que exista la paz entre estas dos matriarcas, Mary Souto señala que cada cual ocupe su respectivo papel: la madre como la cuidadora, quien imparte disciplina y se preocupa por todo lo referente al niño, y las abuelas que disfruten del privilegio de consentir a sus nietos durante las visitas que reciban.Sobre el mismo tema, Itzel Sayavedra opinó que los padres deben definir el papel de los abuelos.Tienen que establecer reglas como no ser desautorizados delante de sus hijos y que se respeten las medidas disciplinarias que ellos apliquen.Muchas veces se dificulta la delimitación de las funciones porque los progenitores sienten que serían malagradecidos, pues consideran que se les hace un favor de cuidar a los niños en su ausencia, especialmente si se trata de la hija que tiene una relación muy estrecha con su madre, ella siente que no tiene autoridad sobre su progenitora.Pero cuando hay amor, y seguro que lo hay, las partes involucradas pueden sentarse a conversar serenamente al respecto y buscar un punto medio que beneficie a todos y que lejos de perjudicar a los niños, les brinde un ambiente donde reine la armonía y se sientan protegidos por el intenso amor que las mujeres sabemos dar.