Mensajeros celestiales

Con una angelical música que transportaba a cualquier alma perturbada hacia la tranquilidad de su interior, encerrados en paredes cuyos colores denotaban la paz que se experimenta a diario en aquel rinconcito y sin poder escapar de la mirada de muchos de aquellos seres divinos que buscábamos, conocimos una historia que día tras día escribe una página más de enseñanza.
Leslie Ducruet, directora de la Fundación de Amigos de los Niños con Leucemia y Cáncer (FANLYC), es una coleccionista de ángeles, a quienes describe como una real compañía, un recurso maravilloso que siempre se manifiesta en nuestras vidas para hacer latir la conexión con lo divino.
Ya han pasado varios años desde que esta afición se hizo evidente, pero ha sido a través de su trabajo con la fundación, con el cual Leslie se ha identificado a diario con los ángeles, buscando su orientación, su mensaje y compartiendo su aprendizaje con otras personas.
"En mi vida los percibo y he ido desarrollando la intuición, cuando los siento a través de los sueños o de sus mensajes; pero es en los momentos difíciles de mi vida en donde he buscado y he encontrado, de alguna manera, una respuesta", comentó Leslie, quien asegura que nunca ha podido contabilizar cuantos ángeles u objetos relacionados con ellos, ha coleccionado durante todo este tiempo.
Cartas, libros, música, agendas, y muchos otros objetos más, forman parte de una extensa colección que va más allá de lo material, una completa recopilación que crece a diario e involucra un propósito de enseñanza y aprendizaje.
De varias formas la directora de la Fundación ha llevado su devoción a varias personas. Para los niños de la Fundación, el confeccionar las tarjetas de Navidad en forma de ángeles, ha sido la forma de encontrarse, conocer, confiar y tener siempre presente a "su angelito de la guarda".
"Esta fue quizás la primera forma práctica con la que logré involucrar a los niños con los ángeles. En este proyecto los niños trabajan con alegría y fe, pues mediante la recolección de fondos con estas tarjetas, ellos pueden recolectar fondos para sus medicamentos".
Por otro lado, las tarjetas de los ángeles las utiliza en su casa, con sus amigos, en cualquier parte. Leslie explica que cada una de estas tarjetas llevan un mensaje de paz y aliento, pues de una forma u otra, constituyen una orientación cotidiana.
Entre los objetos más importantes de su colección, ella destaca el libro de los ángeles de la semana titulado "El año angélico", cuya interesante documentación, convoca una guía relacionada con los ángeles, los signos zodiacales, los arcángeles y las estaciones del año.
"Lo más importante que he visto a través de mi búsqueda por conocer más de los ángeles, es ver que muchas religiones, inclusive las de oriente, existe literatura de estos mensajeros celestiales".
Todos estos objetos que forman parte de la vida de Leslie son producto del fenómeno de la sincronicidad, según su definición. "En realidad todo en la vida es como si el plan estuviera ya hecho".
La experiencia ha seguido cada día, para Leslie, los ángeles han sido los conductores de un aprendizaje y una experiencia enriquecedora, sobre todo espiritualmente, ya que al paso, ellos proveen una paz, que se libera cuando estamos encerrados en las preocupaciones, los miedos o ansiedades, y nos damos cuenta que está en nosotros mismos el poder de liberarnos de todo eso.