Metallica magnetizó con heavy
- Giovanna Ortíz
Por primera vez, la banda metalera visitó Panamá.
Furor y euforia, los años 80 volvieron a su máximo auge en el Centro de Convenciones Figali, con Metallica y su gira “World Magnetic Tour”.
Un lleno sin precedentes en la historia de los megaconciertos en Panamá. Las filas empezaron a formarse a tempranas horas del día afuera del FCC.
Fanáticos de países como México, Brasil, Chile, Costa Rica y Panamá se apersonaron para vivir la experiencia que sólo era posible antes en los países anglosajones, Norte y Suramérica.
A “puertas cerradas”, para evitar otro mal incidente con el clima, se dio inicio al espectáculo a las 9:25 p.m., con una proyección en pantalla del éxito Creeping Death.
Un James Hetfield emocionado, nombraba a sus fanes refiriéndose a ellos como “Panama City”, no dejó de levantar los ánimos de la oleada humana, la cual no discriminaba edad y género.
Se podía ver a ticos con su bandera “autografiada” por los integrantes de la banda. No fue suficiente con la experiencia el día anterior en el Estadio Saprissa.
La euforia continuó con famosos éxitos como: One, Nothing else matters, entre las baladas, Sad but true, la cual fue una de las más esperadas.
Los recuerdos afloraron entre el público con temas como: Unforgiven I, Master of Puppets y Enter Sandman (entre las más ovacionadas).
Metallica no pudo despedirse de Panamá sin antes cantar dos canciones más. Enter Sandman es la canción que anuncia a Mariano Rivera en el Yankee Stadium y no pudo dejar de ser la más cantada por los “metaleros” panameños.
Tanto el baterista Lars Ulrich como el guitarrista Kirk Hammet, el bajista Robert Trujillo y el vocalista James regalaron suvenires del concierto en Panamá, como, por ejemplo, bolillos y uñas con la fecha del concierto.
No se despidieron sin antes decir que querían presentarse nuevamente en Panamá y recibieron ovaciones por parte del público.
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