Mucuchie, historia de una raza canina
- Solinka
Es un perro de gran energía, y tiene bien desarrollado el instinto de vigilancia, lo que le mantiene en estado de alerta.
El Mucuchie es el perro nacional de Venezuela. El pueblo de Mucuchies fue fundado en l596 y se ubica en el Estado de Mérida a una altitud de 2,893 metros sobre el nivel del mar.
Antecedentes. A su paso por la localidad de Mucuchies, en Los Andes de Venezuela, El Libertador Simón Bolívar recibió el regalo de un perro de la raza conocida como Mucuchi y al que su dueño, Vicente Pino, le puso por nombre Nevado.
Cuentan que El Libertador se sorprendió por la valentía del cachorro, que no dejó pasar a sus hombres a la hacienda Moconoques hasta la llegada de su amo.
Esta raza se formó tras la llegada de los primeros colonizadores españoles a Venezuela. Estos arribaron con mastines de pirineo, que se cruzaron con perros locales, y originaron la raza Mucuchie, que en esos tiempos se encargaba de cuidar los grandes rebaños de ovejas.
Características. Gracias a su gran tamaño, fortaleza e inteligencia, defendían estos rebaños de sus depredadores. En esta misma hacienda, Bolívar conoció al indio Tinjaca, quien había criado a “Nevado” desde su nacimiento, y se unió al ejército libertador.
El Libertador aprendió los silbidos para llamar al perro. Desde entonces, Nevado se convirtió en el gran compañero de El Libertador.
Sus ladridos sobresalían al fragor de la lucha, como danto ánimo a su amo en alguna oportunidad, Tinjaca y Nevado fueron secuestrados por el ejército realista, que no los ajustició porque intuían que a través de ellos podrían llegar hasta El Libertador. La muerte del can ocurrió durante la Batalla de Carabobo (que selló la independencia de Venezuela), el 24 de julio de 1821, cuando una lanza atravesó su cuerpo.
Después de la batalla, dos compungidos soldados se acercaron a Bolívar para informarle que Tinjaca y Nevado estaban heridos. El Libertador montó su caballo y fue al lugar que le habían indicado los soldados. Al llegar, Tinjaca, con lágrimas en los ojos, le dijo: “¡Ah, mi general, nos han matado al perro!
Tulio Febres Cordero, el historiador de Mérida, cuenta que al ver a su compañero muerto, Simón Bolívar sólo lloro en silencio.
El perro Mucuchies fue en sus orígenes un perro pastor de rebaños y un perro guardián. La primera cualidad la perdió por la escasez de rebaños en los páramos andinos, pero en cambio conservó la de guardián.
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