Recrearán Budas destruidos
Publicado 2005/08/11 23:00:00
- Johannesburgo
"La destrucción de las Torres Gemelas y los dos Budas han sido asociadas como un mismo momento en el tiempo".
CUANDO el régimen talibano en Afganistán destruyó dos enormes estatuas de Buda, de 1,600 años de antigüedad, en los peñascos que resguardan el valle de Bamiyán, el mundo se horrorizó por la desaparición de tales tesoros arqueológicos.
Ahora el artista Hiro Yamagata planea conmemorar los dos Budas proyectando imágenes multicolores de láser en la superficie arcillosa de los peñascos frente a los cuales se alzaban las estatuas en nichos cavernosos.
"Estoy haciendo una obra de arte. Ese es mi propósito: no por los derechos humanos ni en apoyo de la religión ni como declaración política", dijo el artista de 58 años, cuyas otras obras en láser incluyen una muestra permanente en el Museo Guggenheim en Bilbao.
Si se concreta el proyecto, sobre el trasfondo de la oscuridad del desierto 14 sistemas de láser proyectarán 140 imágenes de estatuas superpuestas a todo lo ancho de 6,5 kilómetros sobre los peñascos de Bamiyán. Cada imagen cambiará continuamente de color y de forma, en tonos de neón de verde, rosa, naranja, blanco y azul.
Transmitidas mediante paneles solares y molinos de viento, las imágenes de 40 a 55 metros de alto _el mismo tamaño que los Budas originales_ contrastarán con el austero valle rural de fondo, una tierra devastada por la pobreza y la violencia, y una zona con escaso suministro eléctrico.
En marzo del 2001, en desafío a las protestas mundiales, militantes del Talibán utilizaron dinamita y artillería para destruir las estatuas del siglo V, famosas poro su tamaño y su ubicación en una de las antiguas Rutas de la Seda que vinculaban Europa con el Asia central. El grupo fundamentalista entonces en el poder consideraba los Budas una manifestación de idolatría anti-musulmana.
"La destrucción de las Torres Gemelas y los dos Budas han sido asociadas como un mismo momento en el tiempo"", dijo Robert Brown, historiador del arte en la Universidad de California en Los Angeles y curador de arte del sudeste asiático en el Museo de Arte del Condado de Los Angeles. "Los láser de Yamagata evidentemente conllevan una noción conmemorativa, como el monumento recordatorio del 11 de septiembre en Nueva York".
Funcionarios del gobierno afgano tomaron contacto con Yamagata en el 2003 para hablar del proyecto y lo aprobaron condicionalmente el año pasado, pendiente del vistobueno de la UNESCO, el organismo cultural de las Naciones Unidas. La UNESCO ha sido una presencia prominente en Bamiyán, evaluando los modos de preservar las pinturas murales en torno de los Budas.
"Ellos son los que tomarán una decisión y nos aconsejarán", dijo en una entrevista con la AP Gulam Sakhi Yousafzai, ex viceprimer ministro interino a cargo de arte y cultura en Afganistán. "Ellos son los expertos. Estamos aguardando su respuesta".
La gobernadora provincial de Bamiyán, Habiba Sarobi, dijo a la AP que estaba al tanto de la propuesta de Yamagata, y confió en que la UNESCO pueda demostrar que los peñascos no serán dañados por los rayos láser de 80 a 100 vatios que serán proyectados permanentemente todos los domingos por la noche durante cuatro horas.
"Si hay un modo de hacerlo sin consecuencias ambientales, lo apoyaremos ya que impulsará el turismo y las imágenes nos recordarán cómo se veían los peñascos", dijo Sarobi.
Cartas obtenidas por la Associated Press, enviadas a Yamagata por expertos en física y química en la Universidad de Amberes y la Universidad Católica de Lovaina, ambas en Bélgica, dijeron que los rayos no afectarán los peñascos debido a los bajos niveles de potencia emitidos desde una distancia segura de entre 10 y 12 kilómetros.
Las paredes están adornadas con coloridas fotografías y dibujos de Bamiyán y otros proyectos, incluyendo una muestra en Fiji donde creará un enorme cubo holográfico suspendido sobre una de las islas. En todo el estudio se ven versiones a menor escala de sus obras conceptuales más famosas, incluyendo los cubos holográficos del tamaño de casas exhibidos en el Guggenheim de Bilbao y en otros lugares del mundo.
Poco después de su reunión del 2003 con funcionarios afganos en Tokio, Yamagata visitó Bamiyán y se conmovió por los niños huérfanos, las precarias condiciones de vida y la falta de electricidad. Decidió entonces que su arte podía aportar algo a esa región devastada por la guerra.
De los aproximadamente 140 molinos de viento de 4.000 kilovatios que planea llevar a Afganistán para su proyecto, Yamagata dijo que 100 suministrarán energía a los pueblos circundantes. También desea contratar a 40 hombres jóvenes de la región, desempleados, para excavar a fin de colocar los cimientos de los molinos, a partir de marzo. El proyecto debe completarse en junio del 2007.
Yamagata, residente desde hace mucho tiempo en Los Angeles y nacido en Japón, dijo que ya se aseguró el copatrocinio de Mercedes-Benz y que en diciembre elegirá una compañía fabricante de molinos.
"Mucha gente dice que "Mi arte sanará a la gente. Yo siempre evito eso de "sanar a la gente", dijo el artista. "Por supuesto yo ayudo a la gente, pero se trata más bien de no perjudicarla. Para mí, un artista es más lo que lleva en su fuero íntimo".
Ahora el artista Hiro Yamagata planea conmemorar los dos Budas proyectando imágenes multicolores de láser en la superficie arcillosa de los peñascos frente a los cuales se alzaban las estatuas en nichos cavernosos.
"Estoy haciendo una obra de arte. Ese es mi propósito: no por los derechos humanos ni en apoyo de la religión ni como declaración política", dijo el artista de 58 años, cuyas otras obras en láser incluyen una muestra permanente en el Museo Guggenheim en Bilbao.
Si se concreta el proyecto, sobre el trasfondo de la oscuridad del desierto 14 sistemas de láser proyectarán 140 imágenes de estatuas superpuestas a todo lo ancho de 6,5 kilómetros sobre los peñascos de Bamiyán. Cada imagen cambiará continuamente de color y de forma, en tonos de neón de verde, rosa, naranja, blanco y azul.
Transmitidas mediante paneles solares y molinos de viento, las imágenes de 40 a 55 metros de alto _el mismo tamaño que los Budas originales_ contrastarán con el austero valle rural de fondo, una tierra devastada por la pobreza y la violencia, y una zona con escaso suministro eléctrico.
En marzo del 2001, en desafío a las protestas mundiales, militantes del Talibán utilizaron dinamita y artillería para destruir las estatuas del siglo V, famosas poro su tamaño y su ubicación en una de las antiguas Rutas de la Seda que vinculaban Europa con el Asia central. El grupo fundamentalista entonces en el poder consideraba los Budas una manifestación de idolatría anti-musulmana.
"La destrucción de las Torres Gemelas y los dos Budas han sido asociadas como un mismo momento en el tiempo"", dijo Robert Brown, historiador del arte en la Universidad de California en Los Angeles y curador de arte del sudeste asiático en el Museo de Arte del Condado de Los Angeles. "Los láser de Yamagata evidentemente conllevan una noción conmemorativa, como el monumento recordatorio del 11 de septiembre en Nueva York".
Funcionarios del gobierno afgano tomaron contacto con Yamagata en el 2003 para hablar del proyecto y lo aprobaron condicionalmente el año pasado, pendiente del vistobueno de la UNESCO, el organismo cultural de las Naciones Unidas. La UNESCO ha sido una presencia prominente en Bamiyán, evaluando los modos de preservar las pinturas murales en torno de los Budas.
"Ellos son los que tomarán una decisión y nos aconsejarán", dijo en una entrevista con la AP Gulam Sakhi Yousafzai, ex viceprimer ministro interino a cargo de arte y cultura en Afganistán. "Ellos son los expertos. Estamos aguardando su respuesta".
La gobernadora provincial de Bamiyán, Habiba Sarobi, dijo a la AP que estaba al tanto de la propuesta de Yamagata, y confió en que la UNESCO pueda demostrar que los peñascos no serán dañados por los rayos láser de 80 a 100 vatios que serán proyectados permanentemente todos los domingos por la noche durante cuatro horas.
"Si hay un modo de hacerlo sin consecuencias ambientales, lo apoyaremos ya que impulsará el turismo y las imágenes nos recordarán cómo se veían los peñascos", dijo Sarobi.
Cartas obtenidas por la Associated Press, enviadas a Yamagata por expertos en física y química en la Universidad de Amberes y la Universidad Católica de Lovaina, ambas en Bélgica, dijeron que los rayos no afectarán los peñascos debido a los bajos niveles de potencia emitidos desde una distancia segura de entre 10 y 12 kilómetros.
Las paredes están adornadas con coloridas fotografías y dibujos de Bamiyán y otros proyectos, incluyendo una muestra en Fiji donde creará un enorme cubo holográfico suspendido sobre una de las islas. En todo el estudio se ven versiones a menor escala de sus obras conceptuales más famosas, incluyendo los cubos holográficos del tamaño de casas exhibidos en el Guggenheim de Bilbao y en otros lugares del mundo.
Poco después de su reunión del 2003 con funcionarios afganos en Tokio, Yamagata visitó Bamiyán y se conmovió por los niños huérfanos, las precarias condiciones de vida y la falta de electricidad. Decidió entonces que su arte podía aportar algo a esa región devastada por la guerra.
De los aproximadamente 140 molinos de viento de 4.000 kilovatios que planea llevar a Afganistán para su proyecto, Yamagata dijo que 100 suministrarán energía a los pueblos circundantes. También desea contratar a 40 hombres jóvenes de la región, desempleados, para excavar a fin de colocar los cimientos de los molinos, a partir de marzo. El proyecto debe completarse en junio del 2007.
Yamagata, residente desde hace mucho tiempo en Los Angeles y nacido en Japón, dijo que ya se aseguró el copatrocinio de Mercedes-Benz y que en diciembre elegirá una compañía fabricante de molinos.
"Mucha gente dice que "Mi arte sanará a la gente. Yo siempre evito eso de "sanar a la gente", dijo el artista. "Por supuesto yo ayudo a la gente, pero se trata más bien de no perjudicarla. Para mí, un artista es más lo que lleva en su fuero íntimo".
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