Sufrió, pero perdonó
Publicado 2003/11/27 00:00:00
- Yovanska Spadafora
En su séptima producción, "la del número de la suerte", Herminio Rojas plasma la necesidad de aplicar en cada momento de nuestras vidas la conocida frase "Quién por amor no ha perdonado", título de su más reciente trabajo musical.
"Cuando se lleva el amor por delante, todo se debe perdonar y seguir el camino", comenta el artista al describirnos el verdadero significado del título y la letra de uno de sus temas con el mismo nombre.
Como una nueva alternativa de triunfo, Herminio Rojas y su Conjunto Ritmo Sensacional aparece con su más reciente producción discográfica, ahora bajo el sello de Eme Records. "Estamos vendiendo un trabajo bien fuerte y sabemos que vamos a triunfar con este nuevo sello discográfico", detalló Herminio.
"Quién por amor no ha perdonado" incluye nueve temas (uno del mismo nombre); "Por qué me traicionaste", último tema promocional actual; "Sigue pecando"; "Mi esposa se llama Soledad"; "A qué has venido"; "Amigos, esposos y amantes"; "Qué ha pasado con lo nuestro"; "Anhelado amor"; "Nada nos separará", entre otros.
Y aunque los temas hacen alarde a la traición, el rencor y el desprecio, Herminio asegura que no tienen nada que ver con sus vivencias personales. En esta producción también sobresalen destacados compositores como Eduardo Alaín, Remo Morán, Alejandro Ruíz, Mino Marín, Juan Alberto Apolayo, Yunier Muñoz, Franklin Pinzón, Marcelo Quintero y Anel Rivera, entre otros.
Herminio asegura que en este trabajo se ve reflejado el esfuerzo y la dedicación de un equipo de trabajo completo, que busca vender y buscar un mejor futuro.
¡Ah! y en el día de hoy el Conjunto Ritmo Sensacional estará grabando el video musical del tema "Por qué me traicionaste", que será estrenado la próxima semana en los diferentes canales de televisión local.
"Es notoriamente más barato prevenir, en términos de vidas y de recursos humanos cuya vida productiva se ve mermada cuando mueren o quedan confinado a las rejas", manifestó.
"Aprendí mucho de Bratton, aunque permaneció por poco tiempo, implantó los cambios que se necesitaban y se fue a Nueva York", agregó Gosselin, quien tiene varios lustros de servicio y el tiempo más excitante en su carrera lo vivió durante la administración de Bratton. Fue testigo de estos cambios masivos.
Hace dos años Gosselin, poniendo en práctica lo aprendido con Bratton, empezó a investigar en Panamá algunos de los problemas (pandillas juveniles, manejo policial, corrupción (sobornos, coimas). Y al notar la similitud entre éstos y los que eran el pan de cada día en Boston hace casi 25 años pensó que sería productivo apoyar a Panamá compartiendo soluciones exitosas de su propia organización (el Departamento de Policía de Boston) que pueden ser útiles a sus hermanos/as panameños/as.
Gosselin también se refirió a algunas tácticas de intervención. En el Distrito 7 al grupo de jóvenes en libertad condicional se le sigue de cerca, para evitar la reincidencia.
Tienen reglas y deben seguirlas. Si a las seis deben estar en casa, entonces unidades policiales al azar escogen un nombre y dirección y tocan a las puertas para ver si ese adolescente está en su casa y sea que esté o no, se anota en su historial.
Las visitas imprevistas también se dan a las escuelas. Si se les pide que se presenten a las instalaciones policiales deben hacerlo.
En reuniones periódicas se analizan los progresos y las limitantes. Están presentes un oficial de "probation", un oficial de la policía, una trabajadora social y el clero.
Si consumen drogas o las portan o armas, esto implica una violación de la libertad condicional, por lo tanto, son arrestados y enviados a la cárcel (reformatorio o cárcel juvenil).
Por esto del rumor, "si a uno le pasa que lo agarran en falta, se corre la voz y los demás tratan de ser más cuidadosos. Hay que asegurarse de que estén haciendo lo que se supone se espera de ellos, ser buenos ciudadanos y asistir a sus clases", manifestó el detective bostoniano.
Gosselin explicó que los jueves hay audiencias con ellos y representantes de "probation", de diversos grupos religiosos (católicos, protestantes, musulmanes, etc.), personal del departamento de viviendas, psicólogos y del sector empresarial. Los mensajes son: primero hacerles ver que se sabe que andan por caminos equivocados, que se les conoce por nombre y seña, pero, también que hay otras opciones, la escuela de la delincuencia lleva a la cárcel, a una cama de por vida o a un cementerio, pero allí está un equipo social para ayudarles: están a tiempo de hacer los cambios y el momento es ¡ya!
No hay excusas, las preguntas, dudas, problemas hay que aerearlos. Si dejan este salón y cometen un delito o se meten en problemas no tienen excusa. No pueden entonces echarle la culpa a situaciones como la pobreza, falta de vivienda, empleo, adicción y debilidad psicológica para hacerle frente a esa enfermedad..., explicó el jefe de detectives del Departamento de Policía de Boston.
Hay tácticas y etapas en esta tarea. En Boston ellos usaron las siguientes:
1. Mano dura
2. Intervención
3. Prevención
Son tres diferentes acercamientos a la violencia juvenil. La etapa de mano dura debe durar entre un año o 18 meses. Luego se usan mano dura, intervención y prevención a la par. Clave, dijo una y otra vez, es tener de aliada a la población.
Las tácticas en esta lucha contra la delincuencia incluyen saber quienes son los líderes tanto los buenos como los cabecillas de pandillas, los primeros hay que conocerlos para sumarlos a la alianza y los otros para que les caiga todo el peso de la ley. Eliminándolos es más fácil trabajar con una pandilla desarticulada y desorientada, para re educarla y re encauzarla. Entonces, los miembros de la pandilla son más cooperativos, comparten más información.
En Panamá con la ley 40 tienen una gran herramienta, opinó Gosselin. Ahora bien, "el asunto no es criticar, sino determinar qué puedo hacer yo", dijo Gosselin.
El que se dio en Boston fue un cambio fundamental en el sistema de justicia, no sólo a nivel de la Policía como institución, sino del enfoque social respecto a sobre quien pesa la responsabilidad de la prevención de la delincuencia. Por eso en Panamá él se reunió con diversos estamentos responsables de la justicia, salvaguarda del bienestar de la población y sus bienes.
Se necesita mayor diálogo, hay que estar más unidos, mejores coordinados y evitar duplicidad de esfuerzos y sub utilización de recursos, concluyó el becario Fulbright.
De hecho no es tarea fácil, pero hay que buscar estrategias para convertirse en una influencia positiva, para ser agentes de cambio. "Los jóvenes tienen que sentir que nosotros estamos presente en sus vidas, que podemos ayudarles a evitar problemas en el futuro", dijo el detective.
El explicó que mediante diversas actividades preventivas a los niños y adolescentes con alto riesgo de caer en los caminos de la delincuencia se les ayuda a llenar sus ratos de ocio y a ver que hay mejores horizontes para ellos; campamentos de verano, visitas a parques de diversiones, charlas en las escuelas tanto para estudiantes como para padres de familia (sobre cómo tratar a los adolescentes, señales que indican que andan en problemas o en riesgo de involucrarse en ellos, etc.). "Es una inversión", dijo.
Es importante que la comunidad colaboradora y a la que se debe la Policía tenga una mejor relación con ésta y que ambos se vean como miembros del mismo equipo, puntualizó Gosselin, quien hizo hincapié en que los policías tienen que ganarse el respeto y confianza popular.
Se refirió también al trabajo que llevan adelante con las escuelas en donde tienen asignadas fijas unidades que son como especie de consejeros/as y en el caso de los policías varones les sirven de modelo a adolescentes de hogares disfuncionales.
La Policía trabaja junto con grupos juveniles, los docentes y otros aliados comunitarios en esta tarea de prevención y rescate. "Les enseñamos sobre pandillas, estrategias para lidiar con eso y la presión de grupo, les pedimos que cuando tienen problemas vengan a nosotros".
Hay ligas deportivas, conferencias educativas para padres (son aliados fundamentales), les enseñan sobre cultura de pandillas (graffitti, que es un aldabonazo), estrategias para evitar la violencia, para resolver problemas sin violencia y tienen campamentos de verano.
Creemos en el poder de la prevención, hay el convencimiento de que la mayoría de los niños son buenos, decentes. La tentación está afuera. Hay que protegerlos, alertarlos y darles las herramientas para que usen el buen criterio: darles oportunidades.
"Cuando se lleva el amor por delante, todo se debe perdonar y seguir el camino", comenta el artista al describirnos el verdadero significado del título y la letra de uno de sus temas con el mismo nombre.
Como una nueva alternativa de triunfo, Herminio Rojas y su Conjunto Ritmo Sensacional aparece con su más reciente producción discográfica, ahora bajo el sello de Eme Records. "Estamos vendiendo un trabajo bien fuerte y sabemos que vamos a triunfar con este nuevo sello discográfico", detalló Herminio.
"Quién por amor no ha perdonado" incluye nueve temas (uno del mismo nombre); "Por qué me traicionaste", último tema promocional actual; "Sigue pecando"; "Mi esposa se llama Soledad"; "A qué has venido"; "Amigos, esposos y amantes"; "Qué ha pasado con lo nuestro"; "Anhelado amor"; "Nada nos separará", entre otros.
Y aunque los temas hacen alarde a la traición, el rencor y el desprecio, Herminio asegura que no tienen nada que ver con sus vivencias personales. En esta producción también sobresalen destacados compositores como Eduardo Alaín, Remo Morán, Alejandro Ruíz, Mino Marín, Juan Alberto Apolayo, Yunier Muñoz, Franklin Pinzón, Marcelo Quintero y Anel Rivera, entre otros.
Herminio asegura que en este trabajo se ve reflejado el esfuerzo y la dedicación de un equipo de trabajo completo, que busca vender y buscar un mejor futuro.
¡Ah! y en el día de hoy el Conjunto Ritmo Sensacional estará grabando el video musical del tema "Por qué me traicionaste", que será estrenado la próxima semana en los diferentes canales de televisión local.
"Es notoriamente más barato prevenir, en términos de vidas y de recursos humanos cuya vida productiva se ve mermada cuando mueren o quedan confinado a las rejas", manifestó.
"Aprendí mucho de Bratton, aunque permaneció por poco tiempo, implantó los cambios que se necesitaban y se fue a Nueva York", agregó Gosselin, quien tiene varios lustros de servicio y el tiempo más excitante en su carrera lo vivió durante la administración de Bratton. Fue testigo de estos cambios masivos.
Hace dos años Gosselin, poniendo en práctica lo aprendido con Bratton, empezó a investigar en Panamá algunos de los problemas (pandillas juveniles, manejo policial, corrupción (sobornos, coimas). Y al notar la similitud entre éstos y los que eran el pan de cada día en Boston hace casi 25 años pensó que sería productivo apoyar a Panamá compartiendo soluciones exitosas de su propia organización (el Departamento de Policía de Boston) que pueden ser útiles a sus hermanos/as panameños/as.
Gosselin también se refirió a algunas tácticas de intervención. En el Distrito 7 al grupo de jóvenes en libertad condicional se le sigue de cerca, para evitar la reincidencia.
Tienen reglas y deben seguirlas. Si a las seis deben estar en casa, entonces unidades policiales al azar escogen un nombre y dirección y tocan a las puertas para ver si ese adolescente está en su casa y sea que esté o no, se anota en su historial.
Las visitas imprevistas también se dan a las escuelas. Si se les pide que se presenten a las instalaciones policiales deben hacerlo.
En reuniones periódicas se analizan los progresos y las limitantes. Están presentes un oficial de "probation", un oficial de la policía, una trabajadora social y el clero.
Si consumen drogas o las portan o armas, esto implica una violación de la libertad condicional, por lo tanto, son arrestados y enviados a la cárcel (reformatorio o cárcel juvenil).
Por esto del rumor, "si a uno le pasa que lo agarran en falta, se corre la voz y los demás tratan de ser más cuidadosos. Hay que asegurarse de que estén haciendo lo que se supone se espera de ellos, ser buenos ciudadanos y asistir a sus clases", manifestó el detective bostoniano.
Gosselin explicó que los jueves hay audiencias con ellos y representantes de "probation", de diversos grupos religiosos (católicos, protestantes, musulmanes, etc.), personal del departamento de viviendas, psicólogos y del sector empresarial. Los mensajes son: primero hacerles ver que se sabe que andan por caminos equivocados, que se les conoce por nombre y seña, pero, también que hay otras opciones, la escuela de la delincuencia lleva a la cárcel, a una cama de por vida o a un cementerio, pero allí está un equipo social para ayudarles: están a tiempo de hacer los cambios y el momento es ¡ya!
No hay excusas, las preguntas, dudas, problemas hay que aerearlos. Si dejan este salón y cometen un delito o se meten en problemas no tienen excusa. No pueden entonces echarle la culpa a situaciones como la pobreza, falta de vivienda, empleo, adicción y debilidad psicológica para hacerle frente a esa enfermedad..., explicó el jefe de detectives del Departamento de Policía de Boston.
Hay tácticas y etapas en esta tarea. En Boston ellos usaron las siguientes:
1. Mano dura
2. Intervención
3. Prevención
Son tres diferentes acercamientos a la violencia juvenil. La etapa de mano dura debe durar entre un año o 18 meses. Luego se usan mano dura, intervención y prevención a la par. Clave, dijo una y otra vez, es tener de aliada a la población.
Las tácticas en esta lucha contra la delincuencia incluyen saber quienes son los líderes tanto los buenos como los cabecillas de pandillas, los primeros hay que conocerlos para sumarlos a la alianza y los otros para que les caiga todo el peso de la ley. Eliminándolos es más fácil trabajar con una pandilla desarticulada y desorientada, para re educarla y re encauzarla. Entonces, los miembros de la pandilla son más cooperativos, comparten más información.
En Panamá con la ley 40 tienen una gran herramienta, opinó Gosselin. Ahora bien, "el asunto no es criticar, sino determinar qué puedo hacer yo", dijo Gosselin.
El que se dio en Boston fue un cambio fundamental en el sistema de justicia, no sólo a nivel de la Policía como institución, sino del enfoque social respecto a sobre quien pesa la responsabilidad de la prevención de la delincuencia. Por eso en Panamá él se reunió con diversos estamentos responsables de la justicia, salvaguarda del bienestar de la población y sus bienes.
Se necesita mayor diálogo, hay que estar más unidos, mejores coordinados y evitar duplicidad de esfuerzos y sub utilización de recursos, concluyó el becario Fulbright.
De hecho no es tarea fácil, pero hay que buscar estrategias para convertirse en una influencia positiva, para ser agentes de cambio. "Los jóvenes tienen que sentir que nosotros estamos presente en sus vidas, que podemos ayudarles a evitar problemas en el futuro", dijo el detective.
El explicó que mediante diversas actividades preventivas a los niños y adolescentes con alto riesgo de caer en los caminos de la delincuencia se les ayuda a llenar sus ratos de ocio y a ver que hay mejores horizontes para ellos; campamentos de verano, visitas a parques de diversiones, charlas en las escuelas tanto para estudiantes como para padres de familia (sobre cómo tratar a los adolescentes, señales que indican que andan en problemas o en riesgo de involucrarse en ellos, etc.). "Es una inversión", dijo.
Es importante que la comunidad colaboradora y a la que se debe la Policía tenga una mejor relación con ésta y que ambos se vean como miembros del mismo equipo, puntualizó Gosselin, quien hizo hincapié en que los policías tienen que ganarse el respeto y confianza popular.
Se refirió también al trabajo que llevan adelante con las escuelas en donde tienen asignadas fijas unidades que son como especie de consejeros/as y en el caso de los policías varones les sirven de modelo a adolescentes de hogares disfuncionales.
La Policía trabaja junto con grupos juveniles, los docentes y otros aliados comunitarios en esta tarea de prevención y rescate. "Les enseñamos sobre pandillas, estrategias para lidiar con eso y la presión de grupo, les pedimos que cuando tienen problemas vengan a nosotros".
Hay ligas deportivas, conferencias educativas para padres (son aliados fundamentales), les enseñan sobre cultura de pandillas (graffitti, que es un aldabonazo), estrategias para evitar la violencia, para resolver problemas sin violencia y tienen campamentos de verano.
Creemos en el poder de la prevención, hay el convencimiento de que la mayoría de los niños son buenos, decentes. La tentación está afuera. Hay que protegerlos, alertarlos y darles las herramientas para que usen el buen criterio: darles oportunidades.
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