Swingers: intercambio de parejas en Panamá

¿Por qué no haces algo de los "swingers"?, me sugirió un compañero del periódico, conociendo que escribo sobre artículos sobre sexualidad.

¿Swingers? ¿Qué es eso?, le pregunté, era la primera vez que escuchaba ese término.

Él procedió a explicarme que swingers eran parejas que intercambiaban experiencias sexuales.

El aburrimiento, la monotonía, el afán por experimentar, hay un sin fin de razones que justifican las conducta de los swingers, de acuerdo al consejero matrimonial Prof.

Ramón Hernández.

Nos explicó que esta conducta surgió en la década de los ochenta en los Estados Unidos, era practicada por gente de clase alta, luego se popularizó.

Hemos sabido que en Panamá ocurre otro tanto.

Se encuentran en discotecas exclusivas y discretas.

Contactamos a Ricardo Sadess, quien entró en el ambiente swinger por una dirección de internet hace dos años, él se dio cuenta la cantidad de contactos que había acá en Panamá y como dicen "una cosa llevó a otra".

Micknick cumple dos años en el ambiente swinger en diciembre, inició su "afición" imaginándose con otras parejas.

Considera el swinger como una ideología muy positiva en la que las parejas intercambian pensamientos acerca del sexo de manera respetuosa y libre tabúes.

En su opinión, en nuestro país aún es un tabú.

Lo califican de lesbianismo u homosexualidad, muchos sienten asco y lo ven como una violación a las normas de la sociedad.

Sin embargo, considera que hay una doble moral, ya que "desde hace mucho años se practica las relaciones de tríos, cuartetos, bien conocidos como bacanales".

Micknick interrumpió su relato porque tenía clase, es un estudiante universitario.

Los swingers pueden tener diferentes variantes, a saber: Soft swing: cada quien con su pareja y posiblemente un acercamiento "bi" entre ellas.

Voyeurismo o exhibicionismo: verse y/o mostrarse a otro(s) durante la relación sexual sin llegar al intercambio.

Bondage: ver a su pareja tener sexo con otra persona.

Mujer Bi: mujer que no es lesbiana pero que juega sexualmente con otra mujer en presencia de su pareja.

Trío: juego sexual que puede llegar a la relación sexual con la participación de Hombre - Mujer - Hombre (HMH) ó Mujer - Hombre - Mujer (MHM).

Los swingers tienen reglas que consisten básicamente en no inmiscuirse en la vida privada de la otra pareja.

Las parejas se buscan sólo cuando van a necesitar vivir su fantasía, pero verse en otro contexto, es peligroso, según Sadess.

También debe especificarse exactamente lo que se quiere o no hacer, para evitar malentendidos y conflictos.

Según la experiencia de Ricardo Sadess hay que dejar que las cosas se den solas.

Si te pones a vislumbrar expectativas, puedes decepcionarte.

Nadie aquí es un artista porno y no se pueden hacer todas las cosas que se quieren hacer.

Si salió bien, que bien.

Si salió mal, para eso está la conversación.

Al preguntar sobre su experiencia más satisfactoria, manifestó que nunca son 100% satisfactorias, pero que tampoco son 100% malas.

Simplemente lo ve como una aventura erótica y ya.

Él recuerda con agrado a una pareja extranjera que invitó a él y a su compañera a pasar un fin de semana en una cabaña en Boquete.

"Fue algo muy agradable, era gente muy educada, que mantenía una línea de comunicación con nosotros".

Un chasco que mencionó fue una ocasión cuando una de las chicas del grupo no soportó ver a su novio con otra mujer.

"Fue una situación bastante embarazosa, porque en plena .

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ella dijo que no lo soportaba.

El hombre no pudo hacer nada y yo me sentí muy apenado con la otra muchacha que había planeado todo con mucha anticipación", indicó.

¿Con qué se protegen durante el acto sexual?, el swinger respondió que hay unos kit especial para practicar el sexo oral, también emplean condones con sabores.

Se usa el lubricante adecuado y se cambian los preservativos para otras variantes u otros compañeros.

Pero emocionalmente, ¿Cómo se cuidan?.

El Prof.

Ramón Hernández, considera estas relaciones como una espada de Damócles que en cualquier momento puede caer sobre la cabeza de quienes las practican.

Puede ser que se enamore o encuentre mayor satisfacción con la otra persona.

También puede ser un doloroso argumento que salga a relucir durante una discusión.

Por su parte, el sacerdote Orlando Rivera de la Parroquia Señor de los Milagros, sustenta la posición de la iglesia, que defiende la virginidad y castidad antes del matrimonio y la fidelidad después de éste.

Señala que el matrimonio es el signo de la relación del ser humano con Dios.

Para el párroco, el intercambio de parejas es algo denigrante, a lo que no hay que llegar.

"Si hay problemas, lo mejor es hablar", advirtió.

Unos dicen que el ambiente está en detrimento porque se confunde el swinger con los tríos (si no participan las dos miembros de la pareja, no es swinger).

Otros afirman que apenas está comenzando a practicarse.

Lo único cierto, es que el tiempo lo dirá.