Triunfo para la cultura afrocolonial
Publicado 2007/03/05 00:00:00
- Yovanska Spadafora
En el rostro de sus habitantes se revelaba el entusiasmo y su entrega total a las tradiciones, que han conservado por años. Su iglesia fue visitada por muchas personas, como si se repitiera la fiesta del Cristo Negro.
El ardiente sol nos escoltaba. El pueblo estaba invadido por diablos con enormes máscaras que asombraron tanto a visitantes como a los mismos portobeleños.
Mientras tanto, ataviados con sus coloridos trapos, los congos danzaban por las calles de Portobelo, para luego ir a la captura del maligno y bautizarlo. El V Festival de Diablos y Congos, en el Fuerte de San Jerónimo, le puso punto final a un capítulo más en su historia con gran éxito, al punto de ser comparado por los pueblerinos y visitantes, con la fiesta del Cristo Negro de Portobelo.
Todos los discípulos de Celedonio Molinar, quien ha sido por muchos años el Diablo Mayor de Portobelo, y a quien se le dedicó este festival, protagonizaron una festividad cultural caracterizada por los diseños y detalles de sus máscaras.
Y aunque no era Miércoles de Ceniza, la batalla contra el mal fue evidente. Más de una veintena de delegaciones de diablos danzó al ritmo de la música congo, mostrando su gallardía a un público que, sofocado por el sol, quedó atónito con el espectáculo.
Así desfilaron grupos como los Diablos de Puerto Lindo, quienes tuvieron como invitado especial, al presentador Juan Torrente, quien difícilmente pudo atrapar a un diablo, también estuvieron los Diablos de Nombre de Dios y Palenque.
Los presentes estallaron de emoción con la presentación de los Diablos de Nuevo Colón y Santa Rita, la agrupación más aplaudida de la tarde, que deslumbró con sus enormes y atractivas máscaras.
Según Miguel Obeso, el diablo mayor de este grupo, la confección de las máscara que presentaron asciende a un costo de más de 200 dólares. Además, inician la elaboración de las mismas desde el mes de junio, con materiales como la resina y fibra de vidrio.
Entre otros también hicieron alarde de su destreza los Diablos de María Chiquita y Portobelo, y los Diablos de la Ciudad de Colón, éstos últimos caracterizados por la gran cantidad de detalles en su vestuario.
Dentro de la celebración de la quinta versión del festival, también se llevó a cabo en el Centro de Facilidades Turísticas del IPAT, la inauguración de las exposiciones "Rastro de diablo y congo" del pintor nacional Cesáreo Young, y "Lenguaje corporal" de la artista panameña residente en España, Damaris Montiel. Pinturas que representan a la misteriosa cultura de diablos y congos, y figuras elaboradas en madera, formaron parte de estas dos muestras.
Sin lugar a dudas, el histórico pueblo de Portobelo se ha quedado pequeño con la gran afluencia de personas que acuden de diferentes puntos del país y del extranjero, para presenciar un espectáculo digno y que se ha convertido en la única actividad que revela el valor de nuestra cultura afrocolonial.
Mientras tanto, ataviados con sus coloridos trapos, los congos danzaban por las calles de Portobelo, para luego ir a la captura del maligno y bautizarlo. El V Festival de Diablos y Congos, en el Fuerte de San Jerónimo, le puso punto final a un capítulo más en su historia con gran éxito, al punto de ser comparado por los pueblerinos y visitantes, con la fiesta del Cristo Negro de Portobelo.
Todos los discípulos de Celedonio Molinar, quien ha sido por muchos años el Diablo Mayor de Portobelo, y a quien se le dedicó este festival, protagonizaron una festividad cultural caracterizada por los diseños y detalles de sus máscaras.
Y aunque no era Miércoles de Ceniza, la batalla contra el mal fue evidente. Más de una veintena de delegaciones de diablos danzó al ritmo de la música congo, mostrando su gallardía a un público que, sofocado por el sol, quedó atónito con el espectáculo.
Así desfilaron grupos como los Diablos de Puerto Lindo, quienes tuvieron como invitado especial, al presentador Juan Torrente, quien difícilmente pudo atrapar a un diablo, también estuvieron los Diablos de Nombre de Dios y Palenque.
Los presentes estallaron de emoción con la presentación de los Diablos de Nuevo Colón y Santa Rita, la agrupación más aplaudida de la tarde, que deslumbró con sus enormes y atractivas máscaras.
Según Miguel Obeso, el diablo mayor de este grupo, la confección de las máscara que presentaron asciende a un costo de más de 200 dólares. Además, inician la elaboración de las mismas desde el mes de junio, con materiales como la resina y fibra de vidrio.
Entre otros también hicieron alarde de su destreza los Diablos de María Chiquita y Portobelo, y los Diablos de la Ciudad de Colón, éstos últimos caracterizados por la gran cantidad de detalles en su vestuario.
Dentro de la celebración de la quinta versión del festival, también se llevó a cabo en el Centro de Facilidades Turísticas del IPAT, la inauguración de las exposiciones "Rastro de diablo y congo" del pintor nacional Cesáreo Young, y "Lenguaje corporal" de la artista panameña residente en España, Damaris Montiel. Pinturas que representan a la misteriosa cultura de diablos y congos, y figuras elaboradas en madera, formaron parte de estas dos muestras.
Sin lugar a dudas, el histórico pueblo de Portobelo se ha quedado pequeño con la gran afluencia de personas que acuden de diferentes puntos del país y del extranjero, para presenciar un espectáculo digno y que se ha convertido en la única actividad que revela el valor de nuestra cultura afrocolonial.
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