Realeza. El cortejo solamente tendrá una longitud de 350 metros, mucho menos que el de Victoria y Daniel
Una boda de bajo perfil en Suecia
Magdalena de Suecia y Christopher O’Neill se casan mañana. Unos 600 invitados asistirán al enlace matrimonial.
La princesa Magdalena, hija menor del rey de Suecia, se casará mañana con el empresario británico-estadounidense Christopher O’Neill, en un festejo mucho más modesto que la boda de su hermana Victoria.
Los novios contraerán matrimonio en la capilla luterana del palacio real, y luego recorrerán en carroza las calles adyacentes.
El cortejo solamente tendrá una longitud de 350 metros, mucho menos que el de Victoria y Daniel, y recorrerá la ciudad medieval de Gamla Stan. “No se parecerá en nada a la boda de Victoria. Ante todo porque Magdalena no es sucesora al trono”, explicó Roger Lundgren, redactor jefe del Kungliga Magasinet , una revista sobre la familia real. “Luego, porque es una boda privada: el rey paga con su propio dinero”, agregó.
Miles de personas son esperadas para aclamar a los jóvenes casados, antes de que partan en barco desde la isla de Riddarholmen hacia el castillo de Drottningholm, donde se celebrará el banquete y donde Magdalena nació en 1982.
La capital sueca es un marco apreciado por amantes de imágenes de cuentos de hadas. Veintiún cañonazos celebrarán la unión.
Aunque la boda no llene primeras páginas de la prensa internacional, “se notará al menos que hubo una boda real en Estocolmo”, bromea Lundgren.
La familia Bernadotte espera a unos 600 invitados, entre ellos la princesa Charlene de Mónaco (sin Alberto II) y los príncipes Fredrik de Dinamarca y Haakon de Noruega. La familia imperial japonesa estará representada por la princesa Takamado, y la familia británica por el hijo de la reina, el príncipe Eduardo, conde de Wessex.
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