Vestidos comestibles
Publicado 2000/04/09 23:00:00
Los franceses lo llaman "pret-a porter": se refieren a los vestidos que se compran ya en tallas normalizadas y se pueden poner inmediatamente. Pero ahora una diseñadora británica ha creado vestidos "pret-a-manager", es decir, que se pueden comer, pues están hechos de rodajas de patata.
Estos vestidos comestibles, hechos de auténtica patata y que se venden con un atomizador de vinagre, son un encargo de la empresa McCain Foods para celebrar la Semana de la Patata Frita que se celebra en el Reino Unido. Su diseñadora es Andrea Turner, una londinense de 25 años graduada de la universidad de Nottingham Trent, que los presentó durante la reciente Semana de la Moda de Londres, dentro de una colección titulada Eat Me, Drink Me ("cómeme, bébeme). Andrea ha dicho que su próximo vestido estará hecho de bolsitas de té.
Andrea Turner dice: "La idea es que, si tienes un vestido como éste, no tienes que ir a comprar patatas, sino que te puedes comer el vestido". Ha tardado un mes en diseñarlo y una semana en realizarlo, por encargo de la empresa canadiense McCain, que se puso en contacto con ella a través del colegio.
Mientras otras modelos causaban furor en las pasarelas de Londres durante la pasada Semana de la Moda, Samantha Lauren (en la foto) parecía feliz con su vestido nada convencional y declaraba: "Soy como una tienda andante. Además me encanta, porque me entusiasman las patatas fritas".
Y no es la única. Según un estudio del British Potato Council (el organismo británico organizador de la National Chip Week), el consumo de patatas fritas en el Reino Unido ha pasado del 21 al 37 por 100 del total de todas las patatas al año, de los que 600,000 en las tiendas de "fish and chips". Además se calcula que el valor de las patatas fritas congeladas es de unos 300 millones de libras (450 millones de euros) al año. La campaña de este año del British Potato Council hace hincapié en el valor nutritivo y la facilidad de preparación de las patatas.
Estos vestidos comestibles, hechos de auténtica patata y que se venden con un atomizador de vinagre, son un encargo de la empresa McCain Foods para celebrar la Semana de la Patata Frita que se celebra en el Reino Unido. Su diseñadora es Andrea Turner, una londinense de 25 años graduada de la universidad de Nottingham Trent, que los presentó durante la reciente Semana de la Moda de Londres, dentro de una colección titulada Eat Me, Drink Me ("cómeme, bébeme). Andrea ha dicho que su próximo vestido estará hecho de bolsitas de té.
Andrea Turner dice: "La idea es que, si tienes un vestido como éste, no tienes que ir a comprar patatas, sino que te puedes comer el vestido". Ha tardado un mes en diseñarlo y una semana en realizarlo, por encargo de la empresa canadiense McCain, que se puso en contacto con ella a través del colegio.
Mientras otras modelos causaban furor en las pasarelas de Londres durante la pasada Semana de la Moda, Samantha Lauren (en la foto) parecía feliz con su vestido nada convencional y declaraba: "Soy como una tienda andante. Además me encanta, porque me entusiasman las patatas fritas".
Y no es la única. Según un estudio del British Potato Council (el organismo británico organizador de la National Chip Week), el consumo de patatas fritas en el Reino Unido ha pasado del 21 al 37 por 100 del total de todas las patatas al año, de los que 600,000 en las tiendas de "fish and chips". Además se calcula que el valor de las patatas fritas congeladas es de unos 300 millones de libras (450 millones de euros) al año. La campaña de este año del British Potato Council hace hincapié en el valor nutritivo y la facilidad de preparación de las patatas.
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