Deportes, la otra pasión de Putin
Vladímir Putin es la persona más influyente del mundo de acuerdo a la revista Forbes, sin embargo, el talento del presidente ruso va más allá de la política.
A pesar del componente peligroso del judo, que el presidente practica con frecuencia, este nunca ha sufrido graves lesiones. / Archivo
Vladímir Putin es la persona más influyente del mundo de acuerdo a la revista Forbes, sin embargo, el talento del presidente ruso va más allá de la política.
Putin también es conocido por su faceta de deportista, especialmente en las disciplinas de combate como karate y taekwondo.
El año pasado, por ejemplo, recibió su octavo dan de cinta negra en la modalidad kyokushin, que es una forma de karate en la que se está de pie y no se usa protector en la cabeza.
Ya el mandatario de Rusia era dueño de altos rangos en otros deportes: un 9.° grado en taekwondo y una cinta negra de 5.° grado en judo.
“El judo enseña el autocontrol, la habilidad de sentir el momento para ver la fuerza y la debilidad del oponente, para luchar por los mejores resultados. Estoy seguro de que están de acuerdo con que esas son habilidades esenciales para cualquier político”, dijo Putin en referencia a las bondades del judo.
No es inusual que el gobernante realice exhibiciones sobre el tatami, incluso en una ocasión compartió sesión con el actor de Hollywood Steven Seagal.
Putin, además, fue incluido en la lista de los 11 líderes mundiales que más practican deporte, una publicación que citó a otras figuras como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; al de México, Enrique Peña Nieto, y al príncipe Carlos, del Reino Unido.
Aparte de las artes marciales, Putin sobresale en deportes como el automovilismo y el hockey.
Este año, el mandatario se puso los patines para disputar en el puerto de Sochi (mar Negro), un partido de hockey sobre hielo.
Putin formó parte del equipo integrado por jugadores de fama mundial ya retirados, además de oligarcas y políticos.
El jefe del Kremlin, conocido aficionado al esquí alpino y a deportes de verano, tomó parte por primera vez en este partido benéfico en 2011.
Un año antes, Putin había llevado al extremo su pasión por los deportes cuando probó su destreza en la Fórmula 1.
El ruso alcanzó velocidades de 240 kilómetros por hora en el auto y quedó complacido con su debut. “Para ser la primera vez, estuvo bien”, dijo.
No hay dudas de que Putin ama los deportes, tanto que han sido parte fundamental de su gestión. Con los recientes escándalos de dopaje, el líder se sintió extremadamente insultado.