El Inter quiere acabar con la paternidad del AC Milán
Publicado 2003/05/06 23:00:00
- Ginela Escala/
El Inter de Milán juega como visitante en su estadio de San Siro, hoy miércoles en partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones, para borrar las tres derrotas concedidas esta temporada a su vecino AC Milán, liderado por Pipo Inzaghi, que ha marcado el 50% de los goles de su equipo en la competición.
En partido amistoso y después en Campeonato (dos derrotas por 1-0), los rojinegros han ganado esta temporada al equipo de Héctor Cúper. Marcados psicológicamente por estas derrotas y disminuidos por la ausencia de Christian Vieri (27 goles), lesionado, el Inter no aborda el 254 derbi lombardo de la historia con las mejores sensaciones.
El AC Milán presentará una cara seductora. El holandés Clarence Seedorf regresa tras una lesión en la rodilla, Andrea Pirlo vuelve al banquillo y el brasileño Rivaldo reencuentra la forma.
En el ataque, Filippo Inzaghi (10 tantos en Liga de Campeones, máximo goleador entre los clasificados) inscribió su gol 28 de la temporada el sábado frente a Como (2-0) y el ucraniano Andrey Shevchenko tiene la costumbre de cebarse en el Inter (5 dianas en 1998-99, 2 en 1999-2000 y otros 2 la temporada pasada).
El 1-0 fue el fruto a los momentos de mayor inspiración de los blancos, que no pudieron rematar la faena, sobre todo con el remate elevado de Morientes, y lo pagaron en el segundo zarpazo juventino remachado por Trezeguet.
Las malas noticias no llegan casi nunca sola. Ronaldo, lesionado, tenía que abandonar el campo nada más iniciarse el segundo periodo. Del Bosque, en vez de reforzar la medular para dar más aire al juego de su equipo, optó por el cambio natural y entró el joven Javier García Portillo.
Todo ello significó un cóctel nefasto para los intereses del Real Madrid, porque el conjunto de Del Bosque perdió el balón y el sitio, lo que permitió a la Juventus crecer, no sólo hacia atrás sino también hacia adelante, con los inquietantes Del Piero y Trezeguet.
La aportación de Zidane bajó algo y aunque Figo trató de desequilibrar por una y otra banda lo cierto es que el Juventus estuvo muy cómodo con alguna acción aislada, como una a la que no pudo llegar Portillo tras un centro de Roberto Carlos.
Y fue el brasileño el que alivió a su equipo del atolladero en el que estaba metido, porque comenzaba a sufrir más de la cuenta, y es que el conjunto, el trabajo ordenado, podía con las individualidades.
El gol reabrió el sueño de la Décima para los madridistas. Quedaba algo más de un cuarto de hora y la luz se hacía en la escuadra de Del Bosque. Zidane reapareció y todo el equipo buscó un marcador más positivo para la vuelta, aunque sin descuidar la zaga porque estaba un señor conjunto.
En partido amistoso y después en Campeonato (dos derrotas por 1-0), los rojinegros han ganado esta temporada al equipo de Héctor Cúper. Marcados psicológicamente por estas derrotas y disminuidos por la ausencia de Christian Vieri (27 goles), lesionado, el Inter no aborda el 254 derbi lombardo de la historia con las mejores sensaciones.
El AC Milán presentará una cara seductora. El holandés Clarence Seedorf regresa tras una lesión en la rodilla, Andrea Pirlo vuelve al banquillo y el brasileño Rivaldo reencuentra la forma.
En el ataque, Filippo Inzaghi (10 tantos en Liga de Campeones, máximo goleador entre los clasificados) inscribió su gol 28 de la temporada el sábado frente a Como (2-0) y el ucraniano Andrey Shevchenko tiene la costumbre de cebarse en el Inter (5 dianas en 1998-99, 2 en 1999-2000 y otros 2 la temporada pasada).
El 1-0 fue el fruto a los momentos de mayor inspiración de los blancos, que no pudieron rematar la faena, sobre todo con el remate elevado de Morientes, y lo pagaron en el segundo zarpazo juventino remachado por Trezeguet.
Las malas noticias no llegan casi nunca sola. Ronaldo, lesionado, tenía que abandonar el campo nada más iniciarse el segundo periodo. Del Bosque, en vez de reforzar la medular para dar más aire al juego de su equipo, optó por el cambio natural y entró el joven Javier García Portillo.
Todo ello significó un cóctel nefasto para los intereses del Real Madrid, porque el conjunto de Del Bosque perdió el balón y el sitio, lo que permitió a la Juventus crecer, no sólo hacia atrás sino también hacia adelante, con los inquietantes Del Piero y Trezeguet.
La aportación de Zidane bajó algo y aunque Figo trató de desequilibrar por una y otra banda lo cierto es que el Juventus estuvo muy cómodo con alguna acción aislada, como una a la que no pudo llegar Portillo tras un centro de Roberto Carlos.
Y fue el brasileño el que alivió a su equipo del atolladero en el que estaba metido, porque comenzaba a sufrir más de la cuenta, y es que el conjunto, el trabajo ordenado, podía con las individualidades.
El gol reabrió el sueño de la Décima para los madridistas. Quedaba algo más de un cuarto de hora y la luz se hacía en la escuadra de Del Bosque. Zidane reapareció y todo el equipo buscó un marcador más positivo para la vuelta, aunque sin descuidar la zaga porque estaba un señor conjunto.
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