La increíble historia de "Smarty Jones"
Publicado 2004/05/18 23:00:00
¿Alguien podría creer que un caballo que estuvo cerca de morir por un grave accidente, que sufrió la muerte de su primer preparador y que no tiene un gran físico es el mismo invicto que está a un paso de conquistar la Triple Corona de Estados Unidos? Parece una quimera, pero es realidad.
Smarty Jones, el potrillo que brilló en el Derby de Kentucky y el Preakness Stakes, encierra una historia digna de un campeón. Exhibe un extraordinario récord de ocho victorias en igual número de salidas y suma premios por siete millones 383 mil 155 dólares, con lo que se ubicó en el cuarto lugar de los caballos con mayores ganancias.
Pero nada fue fácil, ya que debió sortear los más difíciles obstáculos antes de recorrer el camino que lo llevó al sitial que ostenta hoy. A saber: Smarty Jones no fue criado en Kentucky, como es la tradición de los grandes ejemplares en el país del norte. No. El alazán nació el 28 de febrero de 2001, en el Someday Farm, un haras de Pensilvania que pertenece a los dueños del potrillo, Roy y Patricia Chapman.
Y hay más: no es un caballo con una estructura física privilegiada ni tampoco es una figura animal para ponerla en un cuadro. Su pedigrí (Elusive Quality e Ill Get Along por Smile) también fue cuestionado antes de la disputa del Derby de Kentucky, aunque en su línea paterna tiene sangre nada menos que de Mr. Prospector y Secretariat.
Pero el potrillo consiguió hitos que no serán fáciles de olvidar, y eso que su vida ha estado marcada por hechos que rayan en la desgracia.
En diciembre de 2001, cuando Smarty Jones recién pasaba por su décimo mes de vida, Bobby Camac, quien era su preparador, murió asesinado en su residencia de Nueva Jersey.
Y seguían las malas nuevas: la salud de su propietario comenzó a deteriorarse. A Roy Chapman, de 78 años, le detectaron enfisema, por lo que requiere de oxígeno las 24 horas del día y utiliza un monitor. En vista de estos problemas, se decidió vender a toda la producción del haras (Someday Farm), excepto dos: un potrillo de 2 años y Smarty Jones.
Posteriormente, Chapman envió al ejemplar a Philadelphia Park, lugar donde manda a sus caballos para que comiencen el entrenamiento. Ahí llegó a manos del preparador John Servis, un viejo amigo del desaparecido Bobby Camac.
Y vinieron cosas peores. En julio de 2003, Smarty Jones golpeó violentamente su cabeza contra una barra de metal en el partidor. ¿Resultado? Se fracturó el cráneo, la órbita ocular y la nariz, y estuvo cerca de perder el ojo izquierdo. "Este caballo se mató a sí mismo", pensó en ese momento Servis.
Smarty Jones fue rápidamente rescatado y pasó tres semanas en un centro medico especializado en caballos (New Jersey Equine Clinic), más un mes en el campo.
El estreno del alazán se remonta al 9 de noviembre de 2003. Se impuso por 7 3/4 cuerpos en una prueba sobre 1.200 metros. Luego deslumbró al registrar 15 cuerpos de diferencia en su siguiente salida. Y, para asombro de su equipo, se sucedieron los éxitos: anotó el Count Fleet, el Southwest, el Rebel Stakes y el Arkansas Derby (Grupo II).
Con motivo de la celebración de su centésimo aniversario, el hipódromo de Oaklawn Park ofreció un premio de cinco millones de dólares al ejemplar que ganara el Rebel, el Arkansas y el Derby de Kentucky. Por tanto, a Smarty Jones sólo le faltaba la "Carrera de las Rosas" para comenzar a hacer historia.
Era tal la expectación, que antes de comenzar la Triple Corona los dueños de Smarty Jones rechazaron un cheque en blanco que le ofrecieron a cambio del potrillo.
Y así llegó el gran momento. A pesar de que no era el preferido de los expertos, el público creyó en su invicto y lo hizo favorito para el Derby de Kentucky.
Smarty Jones dejó atrás los prejuicios y ganó por 2 3/4 cuerpos, obteniendo el reconocimiento generalizado. Conquistó el Derby de Kentucky en forma invicta y se convirtió en el primero en conseguirlo desde que Seattle Slew hiciera lo propio en 1977. ¿Algo más? Sí. El alazán se alzó como el segundo caballo criado en Pensilvania que obtiene el Derby de Kentucky. El anterior fue Lil E. Tee, en 1992; ganó los cinco millones de dólares de bono que ofrecía el hipódromo de Oaklawn Park; rompió el estigma que traía por ser un caballo ganador de un recinto con menor trascendencia como Philadelphia Park; ratificó que cuando un potrillo posee clase no importa tanto la calidad del jinete ni de su preparador.
Pasaron dos semanas y vino el otro desafío. El sábado, Smarty Jones arrasó con sus coetáneos y ratificó ser el mejor potrillo de Estados Unidos al establecer 11 1/2 cuerpos en el Preakness Stakes. Así aportó otro capítulo a su brillante historia pistera, ya que plasmó el mayor margen en los 129 años de la prueba. El anterior récord pertenecía a Survivor, que ganó por 10 cuerpos en 1873.
En resumen, Smarty Jones está haciendo el papel del caballo humilde que se convierte en héroe, al más puro estilo de Seabiscuit, que llegó a la pantalla grande.
Si gana el Belmont Stakes (2.400 metros), el sábado 5 de junio en Nueva York, Smarty Jones pasará a la historia grande por dos hechos: se alzará como el duodécimo ganador de la Triple Corona de Estados Unidos, sucediendo a Affirmed (1978), y, al obtener otro bono de cinco millones, se convertirá en el caballo con mayores ganancias. Como para ponerle el broche de oro a una novela con final feliz. La historia del nuevo héroe americano.
Smarty Jones, el potrillo que brilló en el Derby de Kentucky y el Preakness Stakes, encierra una historia digna de un campeón. Exhibe un extraordinario récord de ocho victorias en igual número de salidas y suma premios por siete millones 383 mil 155 dólares, con lo que se ubicó en el cuarto lugar de los caballos con mayores ganancias.
Pero nada fue fácil, ya que debió sortear los más difíciles obstáculos antes de recorrer el camino que lo llevó al sitial que ostenta hoy. A saber: Smarty Jones no fue criado en Kentucky, como es la tradición de los grandes ejemplares en el país del norte. No. El alazán nació el 28 de febrero de 2001, en el Someday Farm, un haras de Pensilvania que pertenece a los dueños del potrillo, Roy y Patricia Chapman.
Y hay más: no es un caballo con una estructura física privilegiada ni tampoco es una figura animal para ponerla en un cuadro. Su pedigrí (Elusive Quality e Ill Get Along por Smile) también fue cuestionado antes de la disputa del Derby de Kentucky, aunque en su línea paterna tiene sangre nada menos que de Mr. Prospector y Secretariat.
Pero el potrillo consiguió hitos que no serán fáciles de olvidar, y eso que su vida ha estado marcada por hechos que rayan en la desgracia.
En diciembre de 2001, cuando Smarty Jones recién pasaba por su décimo mes de vida, Bobby Camac, quien era su preparador, murió asesinado en su residencia de Nueva Jersey.
Y seguían las malas nuevas: la salud de su propietario comenzó a deteriorarse. A Roy Chapman, de 78 años, le detectaron enfisema, por lo que requiere de oxígeno las 24 horas del día y utiliza un monitor. En vista de estos problemas, se decidió vender a toda la producción del haras (Someday Farm), excepto dos: un potrillo de 2 años y Smarty Jones.
Posteriormente, Chapman envió al ejemplar a Philadelphia Park, lugar donde manda a sus caballos para que comiencen el entrenamiento. Ahí llegó a manos del preparador John Servis, un viejo amigo del desaparecido Bobby Camac.
Y vinieron cosas peores. En julio de 2003, Smarty Jones golpeó violentamente su cabeza contra una barra de metal en el partidor. ¿Resultado? Se fracturó el cráneo, la órbita ocular y la nariz, y estuvo cerca de perder el ojo izquierdo. "Este caballo se mató a sí mismo", pensó en ese momento Servis.
Smarty Jones fue rápidamente rescatado y pasó tres semanas en un centro medico especializado en caballos (New Jersey Equine Clinic), más un mes en el campo.
El estreno del alazán se remonta al 9 de noviembre de 2003. Se impuso por 7 3/4 cuerpos en una prueba sobre 1.200 metros. Luego deslumbró al registrar 15 cuerpos de diferencia en su siguiente salida. Y, para asombro de su equipo, se sucedieron los éxitos: anotó el Count Fleet, el Southwest, el Rebel Stakes y el Arkansas Derby (Grupo II).
Con motivo de la celebración de su centésimo aniversario, el hipódromo de Oaklawn Park ofreció un premio de cinco millones de dólares al ejemplar que ganara el Rebel, el Arkansas y el Derby de Kentucky. Por tanto, a Smarty Jones sólo le faltaba la "Carrera de las Rosas" para comenzar a hacer historia.
Era tal la expectación, que antes de comenzar la Triple Corona los dueños de Smarty Jones rechazaron un cheque en blanco que le ofrecieron a cambio del potrillo.
Y así llegó el gran momento. A pesar de que no era el preferido de los expertos, el público creyó en su invicto y lo hizo favorito para el Derby de Kentucky.
Smarty Jones dejó atrás los prejuicios y ganó por 2 3/4 cuerpos, obteniendo el reconocimiento generalizado. Conquistó el Derby de Kentucky en forma invicta y se convirtió en el primero en conseguirlo desde que Seattle Slew hiciera lo propio en 1977. ¿Algo más? Sí. El alazán se alzó como el segundo caballo criado en Pensilvania que obtiene el Derby de Kentucky. El anterior fue Lil E. Tee, en 1992; ganó los cinco millones de dólares de bono que ofrecía el hipódromo de Oaklawn Park; rompió el estigma que traía por ser un caballo ganador de un recinto con menor trascendencia como Philadelphia Park; ratificó que cuando un potrillo posee clase no importa tanto la calidad del jinete ni de su preparador.
Pasaron dos semanas y vino el otro desafío. El sábado, Smarty Jones arrasó con sus coetáneos y ratificó ser el mejor potrillo de Estados Unidos al establecer 11 1/2 cuerpos en el Preakness Stakes. Así aportó otro capítulo a su brillante historia pistera, ya que plasmó el mayor margen en los 129 años de la prueba. El anterior récord pertenecía a Survivor, que ganó por 10 cuerpos en 1873.
En resumen, Smarty Jones está haciendo el papel del caballo humilde que se convierte en héroe, al más puro estilo de Seabiscuit, que llegó a la pantalla grande.
Si gana el Belmont Stakes (2.400 metros), el sábado 5 de junio en Nueva York, Smarty Jones pasará a la historia grande por dos hechos: se alzará como el duodécimo ganador de la Triple Corona de Estados Unidos, sucediendo a Affirmed (1978), y, al obtener otro bono de cinco millones, se convertirá en el caballo con mayores ganancias. Como para ponerle el broche de oro a una novela con final feliz. La historia del nuevo héroe americano.
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