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Oliver Kahn
Jairo Corenjo - Publicado:
Oliver Kahn encarna la confianza plena de todo el equipo alemán en el que con él la puerta del gol está trancada con doble vuelta y, a la vez, la seguridad de que las riendas están en buenas manos y tiran siempre hacia la senda que conduce al triunfo.El rubio portero asume el liderazgo del grupo, con tanta naturalidad que parece que lleva mil años en el equipo."Mientras esté Kahn nadie podrá hacerle competencia", dice el ex arquero y leyenda viva Sepp Maier, su entrenador en el Bayern Múnich y en la selección.Así que ya están prevenidos Jens Lehmann (Borussia Dortmund) y Hans Joerg Butt (Bayer Leverkusen), segundo y tercer arqueros de la selección.Igual que Kahn, tendrán que esperar su hora.Llega a su primer Mundial con 32 años, luego de haber pasado dos torneos en el banco de suplentes.En Estados Unidos 1994 fue Bodo Illgner el que guardó la valla y en el de Francia-98 el puesto lo ocupó Andreas Koepke.Así pues, no se convirtió en titular hasta la jubilación internacional de Koepke, pero ahora ocupa ese puesto de forma indiscutible e indiscutida.Kahn no quiere decir ni mus de su primera experiencia internacional, la Eurocopa 2000, en la que Alemania cayó desastrosamente en la primera vuelta."Se acabó la época de las estrellas.Ahora reina un espíritu de equipo", declaró el arquero poco antes de empezar el Mundial asiático.El "mejor portero del mundo 2001" quiere romper el desfase que existe entre el éxito que tienen en Europa los clubes alemanes y la miseria que reina a nivel de selección.Y para lograr ese objetivo, es quien más eleva la voz en la cancha, pese a estar confinado en la portería.No hay en los jugadores de campo caracteres suficientemente fuertes para cumplir la función de líder.Esta carencia de un líder natural en el campo fue subrayada por Franz Beckenbauer, campeón del mundo como jugador y como entrenador, quien consideró que la influencia de Kahn no basta pues "desde su posición le es difícil influir en el juego".Bien podría asumir ese papel el centrocampista Michael Ballack, a quien todos los entendidos incitan a "gritar" más.Pero el interesado replica con convicción que "Oliver es nuestro líder", aunque confiesa que de vez en cuando le dan ganas de ponerse algo más cerca del volante.