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Retando el futuro, Niños se calzan los guantes
Mayra Madrid/ - Publicado:
" - Le cuento señor.Me tenía loca con eso de querer ser boxeador.No me ha dejado tranquila todos estos días.Qué hago si me gano una medalla, que no me importa ganar dinero sino ser boxeador.Qué si cuando vamos...; que yo quiero ir a la escuelita...; que cuándo me llevas.Tuve que perder un día para traerlo acá - ".La señora Ofelina Córdoba es la madre del pequeño de seis años Jacinto Fuentes, quien al igual que otro grupo de niños forma parte de la escuelita de boxeo que dirige el ex campeón Hilario Zapata.Jacinto es uno de los niños que con los guantes puestos miran con la profundidad de sus ojos tiernos, retando el futuro y la vida con un puño.Hay niños que sueñan con ser doctores, ingenieros, capitanes de barcos, quizás astrónomos o hasta presidentes.Tejen sus ilusiones y fantasías, creando el futuro, el mundo que un día será suyo.Otros quieren seguir las huellas de los grandes del ring.Uno de estos casos es el del pequeño Lextar Chay de seis años, residente de la barriada Gelabert de San Miguelito.Su mayor anhelo es conocer al ídolo Roberto Durán y, por supuesto, seguir sus pasos.Lextar se ha ganado el apodo de "Durancito.Como quiera que sea, para todos, la vida representa una pelea que hay que ganar asalto por asalto y hay que prepararse de alguna forma para no caer en la lona de la derrota o el fracaso.Jacinto fuentes lleva el boxeo en sus sangre y en sus genes, su padre del mismo nombre fue un boxeador destacado.Manuel Serrano, aficionado al boxeo, recuerda que realizó importantes combates, entre ellos uno con el boricua Wilfredo Benítez durante la década de los 70 en el Nuevo Panamá."Fue una gran pelea.La dieron empate", rememora.Y su pequeño vástago está dispuesto a calzar los guantes que usara antaño: "Le dijo a su papá y a mí que quiere encontrar sus guantes para usarlos.Yo lo he traído a la escuela para ver si se le quita la idea.Como cualquiera madre a mi no me gustaría que aporrearan a mi hijo.Pero lo voy a ayudar si quiere seguir".Con su característica ingenuidad e inocencia los pequeños practican el boxeo como si fuera un juego.No están consientes que arriba del ring hay que dejarlo todo: el sudor, el esfuerzo, el aliento, todo el coraje, la valentía...y, a veces, hasta la muerte.En la escuelita de boxeo van a aprender los elementos básicos del pugilato, como ataque, defensa, movimiento, esquivar golpes.Todo esto va complementado con l supervisión de su rendimiento académico.Deben aprender a pelear con cualquiera de las armas, sean los puños o los libros para retar la vida y el futuro."Inician de cero.Los más pequeños no saben nada, pero luego ellos mismos descubren sus cualidades, quizás no todos sean campeones, pero algunos pueden llegar lejos en el boxeo", afirma el instructor Hilario Zapata.Para salir de la rutina de los vicios y la violencia Joel Amaya Pimentel señala que lo más encomiable de las escuelitas de boxeo es que saca a los niños y jóvenes de la rutina de la violencia y los vicios que hay en la calle.Amaya es un joven de 17 años.Practica toda una gana de deportes, incluido el karate y ahora el boxeo, que piensa seguir dependiendo de los resultados que tenga en él y tomando en cuenta que debe terminar los estudios."El futuro del boxeo depende de las personas.Depende del apoyo que le brinde el Estado y demás sectores.Las escuelitas como la de Mateo Iturralde necesitan implementos y esperamos que nos suplan de ellos", manifestó Joel amaya.Panamá es cuna de campeones y los niños que empiezan a "gatear" en el boxeo se preparan para levantar las manos en el futuro como símbolo de victoria.