Blades y “Tito Pito” reviven la música de armónica
- Eliécer Navarro
El CD consta de nueve piezas, todas muy tradicionales, unas de Dorindo Cárdenas. Hay dos que no podían faltar por los orígenes del intérprete, El XV Festival de Guararé y Vuelve el Festival, además un popurrí de piezas tradicionales como Conejo Muleto y la Chapita de Plata.
Héctor “Tito Pito” González, dentro del cubículo del estudio de grabación, frente al micrófono, y con audífonos en la cabeza, interpreta la armónica con maestría. Su cuerpo entero se convierte en un acordeón y su accionar deja oír algunas de las bellas melodías que bailadores y aficionados a la música típica panameña han convertido en clásicos.
Sus dedos se mueven alrededor del pequeño instrumento como si pulsara teclas que no existen. Su cerebro, su boca, sus pulmones y su lengua se conjugan para interpretar de una manera mágica el folclore de su tierra. De tantas manifestaciones propias de la tradición de un pueblo, es la música una de las más importantes.
En otros lugares del estudio, otros músicos: un guitarrista, un churuquero, el que aporrea el tambor con las manos y el otro que toca la caja con baquetas también participan en la grabación. Están afinados, se ve que hay complicidad en tiempos, ritmo y gustos.
Rápidamente van quedando grabados por la tecnología digital del estudio de Kako Nieto, en Chitré, el talento y la diversidad de las piezas que salen de la armónica de “Tito Pito”.
Kako, hijo de Ceferino, un virtuoso del acordeón, músico también, pero que ha llevado ese instrumento al pop latino, nos dice que es muy raro que se grabe un CD con armónica, pues aunque es un instrumento tradicional, no se llega a estos niveles de grabar y de perpetuar la música de un artista popular como “Tito Pito”.
Antes del acordeón debía haber algún instrumento más para tocar la cumbia, presumía Rubén Blades. El famoso cantautor basaba esa presunción en el hecho de que debió existir algo más fácil de llevar y más accesible que un acordeón para que la gente del pueblo descargara su talento y la música que nacía en el día a día, entre el trajín de la siembra y la cosecha, durante los momentos de descanso cuando los campesinos se sentaban en el portal del rancho, o en los días de fiestas.
Blades, un artista de ciudad, también se interesa por la música folclórica de Panamá; esa que nace en las zonas rurales. Es más, en muchas de sus piezas, en sus pregones se nota el estilo del campesino panameño y uno que otro ¡ojuaaaaaa!, tradicional grito del campesino alegre que se trasladó a las estrechas calles de aquella ciudad que ya no existe.
En una visita a un canal de televisión, durante sus pasadas funciones como ministro de Turismo, Blades recibe la respuesta a sus inquietudes. “En Guararé hay un señor que todavía toca la cumbia de armónica”, le dice “Juan Torrente”, un conocido personaje típico de la pantalla chica.
Y hasta ese pueblo viajamos con Blades, en la primera oportunidad que se dio. Y fue fácil localizarlo, al preguntar por “Tito Pito” en la farmacia, al lado de la iglesia, todos lo conocían.
Enseguida la confianza entre músicos aflora en el encuentro. Tito sacó su armónica, y Blades pudo conocer lo limpio que la tocaba.
Fue un rato nada más, pero conocimos los gustos y los andares musicales de ese hombre que hace 67 años nació en La Enea, poblado cerca de Guararé y que le gusta participar, todos los meses de septiembre, en el Festival de Guararé. Que ha participado en varios concursos de armónica, que en algunos ha barrido con todos los oponentes y en otro ha quedado de tercero, pero que la armónica es la herramienta para manifestarse y ser reconocido.
“La toco desde niño, y donde yo la ejecuto, les gusta. Yo mismo soy el acordeón, a punta de pulmón, viento pa´ fuera, pa´ dentro, buscando las notas, a veces me ayudo con la lengua para conseguir sonidos extras. He tocado en muchas partes, pero para mí es muy especial hacerlo en el Festival de Guararé”, relata.
Referencia.La armónica tiene su origen en China, hace más de 3000 años, pero es en Alemania, a mediados del siglo XIX, cuando un relojero la construye en serie y la pone al alcance de la gente. Se hizo popular entre los soldados de la Guerra Civil norteamericana y después recorrió el mundo.
El instrumento les permite a los artistas populares desplegar su talento y también se relaciona con los grandes músicos. La armónica es utilizada para afinar, pero es también ideal para interpretar.
La perfección de la armónica dio origen al acordeón, que es la estrella de la música típica panameña.
En Azuero, una región que antes era un poco apartada, donde el mestizaje de españoles e indígenas dio paso a una cultura que tuvo a la siembra del maíz como sostén, se desgranaron elementos artesanales y musicales que derivaron en danzas de polleras y montunos, tamboritos, acordeones, pero antes fue la armónica.
Proceso.En la grabación del CD, “Tito Pito” fue acompañado por Jorge Cruz, de 31 años, oriundo de Guararé, que tocaba la churuca -una calabaza con ranuras a la que se le saca sonido frotándole un trinche de alambre. Cruz, que también toca la armónica, marca el ritmo de la grabación.
Jaime Vergara, de 55 años, del Montero, Guararé, fue el guitarrista y es un músico que ha tocado con varios conjuntos. Jairo García, de Guararé, 48 años, toca la caja -el tambor que trajeron los soldados españoles a América, y que de forma rústica se sigue fabricando y es el que da la salida de la música. El que completa el conjunto es el tamborero, Francisco Samaniego, de Tonosí, que con sus manos repica el cuero del instrumento que los negros africanos trajeron al istmo y dio un matiz distinto a esta música.
Reacción.“Para mí, esto es algo grande, no lo esperaba, no conocía a Rubén Blades. Cuando me visitó y la foto con él salió en el periódico, la gente me decía “No es cualquiera”, la gente del pueblo asombrada decía “Así es la vida, Tito”. “Ahora en broma me dicen Tito Blades.”
El CD tiene nueve piezas, todas muy tradicionales, unas de Dorindo Cárdenas. Hay dos que no podían faltar, por los orígenes del intérprete, El XV Festival de Guararé y Vuelve el Festival, además de un popurrí de piezas tradicionales como Conejo Muleto y la Chapita de Plata.
Blades, quien se encuentra fuera del país retomando su carrera musical, menciona que esto es un paso para el rescate de manifestaciones tan tradicionales a las que no se les ha dado importancia.
Es más, en su pieza musical “ País Portátil”, de su último CD Cantares del Subdesarrollo, el cantautor destaca en uno de sus pregones que hay que documentar la historia, la tradición; y la grabación de Tito Pito es una muestra de las convicciones de Blades.
Sobre la música del guarareño dice: “Me pareció excelente, de un virtuosismo evidente“.
Por mi parte, les digo, amigos lectores, que ahora que tenemos el CD grabado, seguiremos realizando esfuerzos para que el talento melodioso de la armónica de “Tito Pito” llegue a la mayor cantidad de público posible. Estamos en el buen camino, gracias a la sensibilidad de Blades.
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