Skip to main content
Trending
Disrupción digital debe tener impacto social en la educación y finanzasLa columna de Doña PerlaCelebración patronal en Chitré sigue adelante pese a la crisis hídricaEn el muelle de Chiquita Panamá los estibadores, sin carga que mover, están a la esperaOrdenan el cierre temporal del vertedero de Macaracas
Trending
Disrupción digital debe tener impacto social en la educación y finanzasLa columna de Doña PerlaCelebración patronal en Chitré sigue adelante pese a la crisis hídricaEn el muelle de Chiquita Panamá los estibadores, sin carga que mover, están a la esperaOrdenan el cierre temporal del vertedero de Macaracas
  • Actualidad
    • Política
    • Sociedad
    • Judicial
    • Provincias
    • Mundo
    • Aldea Global
    • Sucesos
  • Opinión
    • Columnistas
    • Confabulario
    • El Pulso
    • Trazo del día
    • Doña Perla
  • Economía
  • Variedades
  • Deportes
  • Tecnología
  • Multimedia
    • Videos
    • Podcast
    • Galerías
  • Especiales
  • e-PAPER
  • Contenido Premium
  • Recetas
  • Cine
Panamá América Panamá América
Inicio

Día D / Para contar una vida

1
Panamá América Panamá América Miercoles 18 de Junio de 2025
  • Secciones
  • Actualidad
  • Opinión
  • Economìa
  • Variedades
  • Deportes
  • Tecnología
  • Multimedia
  • videos
  • premium
  • e-papper
  • mis noticias
  • x
  • Mi cuenta
  • Mi perfil
  • Mis Noticias
  • Prémiate
  • Mis boletines
  • Seguridad
  • x
  • Notificaciones
  • videos
  • premium
  • e-papper
  • mis noticias

Para contar una vida

Publicado 2005/09/24 23:00:00
  • Julio Bermúdez
  • facebook messenger
  • Compartir en WhatsApp
  • x twitter
  • facebook messenger
  • facebook messenger

…las generaciones que me siguen deben tener fe en su capacidad para hacer el trabajo que se le ha asignado, y estar dispuestos ha realizarlo, no importa el sacrificio que tengan que hacer par cumplirlo.

ra poco más de la una de la tarde de ese jueves, cuando Pedro pasó por el Cruce de Calidonia, se encaminó hacia la Plaza Cinco de Mayo y entró en el Café que estaba localizado frente a la estación del Ferrocarril.
Desde una de las mesas que daba hacia la calle consumió con la mirada la variedad de colores de la ciudad.
La ciudad de Panamá en ese entonces -recordaría años después- se podía dividir en dos claras secciones, la de adentro de la ciudad, el Casco Viejo, donde vivía la gente pudiente y la de afuera, como el barrio de Santa Ana y más allá, donde vivían los pobres. Yo caminaba por varias de sus avenidas, la principal era la avenida central, que se iniciaba en las a fueras de la ciudad en el llamado cruce, que era el lugar donde los trenes del ferrocarril de Panamá cruzaban la avenida central. En la estación se cargaban y descargaban los trenes, de cargas o pasajeros, que iban o venían de la ciudad de Colon o estaciones intermedias. En la parte superior de la estación había un pequeño edificio de dos altos: allí estaban las oficinas del ferrocarril de Panamá, y las oficinas de sanidad de la ciudad de Panamá que era responsabilidad del Gobierno E. E. U.U., hasta que el Dr. Harmodio Arias consiguió, muchos años después, que esta responsabilidad pasara a manos Panameñas.
Pedro constataba como el "mundo" transitaba por la Avenida Central bajo un sol implacable y una conversación de voces altas le servía de fondo. Acababa de llegar el tren y la estación arrojaba pasajeros, elegantes unos, discretos otros.
Era así siempre. A Pedro le llamaba la atención esa especie de desfile espontáneo de representantes de todas las naciones que se daba en Ciudad de Panamá. Pese a ello, sus pensamientos estaban en otra parte, después de la lectura de la noche anterior. No había podido desprenderse de la tenacidad de Robert Kosch y la trágica tuberculosis y había concluido en que este Kosch era un héroe para la humanidad, por haber descubierto la forma como detener a esa enfermedad.
Ignoraba entonces el tamaño de su razón, porque mientras que esa lectura lo entusiasmaba, en Chilibre, a pocas horas de la Ciudad, (era el Panamá de los años treinta) una colombiana solitaria y triste, Rosalía Mosquera, dejaba huérfanos a cuatro hijos, víctima precisamente de la tuberculosis que el año anterior también se había llevado a su marido, Marcial. La tuberculosis era hasta muy entrado el siglo XX un verdadero azote para los panameños.
Por su lectura constante, Pedro sabía que además de ese flagelo, había otras enfermedades en Panamá que diezmaban a la población: el paludismo, por ejemplo. Esos dos factores, las lecturas sobre esos temas y las urgencias sanitarias de Panamá -diría décadas después a Semblanzas- incidieron en su decisión de especializarse en entomología.
En mi juventud- nos dijo- yo era muy aficionado a la lectura y me gustaba mucho leer sobre aventuras de toda clase. Entre ellas libros sobre investigaciones de científicos como Robert Koch, sobre Tuberculosis y Lepra en Alemania; Louis Pasteur y su esposa, sobre enfermedades bacterianas en Francia; Ronald Ross de Inglaterra sobre la transmisión del paludismo por mosquitos y finalmente el trabajo del cubano Carlos J. Finlay, quien teorizó sobre la transmisión de la fiebre amarilla por el mosquito Ades Egipty, teoría que fue comprobada por experimentos muy sofisticados por la Comisión nombrada, al efecto, por el Ejercito de E.E.U.U.A. Mi decisión -la de estudiar entomología- se basó también en la necesidad de investigar en Panamá la forma en que podía bajarse la mortalidad de enfermedades como el paludismo, las diarreas de origen desconocido y otras enfermedades virales que entonces eran las principales causas de muerte de Panamá.
Así que se puede entender por qué la tarde de aquel jueves el futuro Doctor Pedro Galindo Vallarino la pasó como en una especie de sopor, ensimismado en esa reflexión, a la que le dedicaría, luego, el resto de su vida.
Un científico panameño que nació en Ciudad de Panamá un 27 de octubre de 1917, hijo de Mario Galindo T. y Analida Vallarino de Galindo., y que tras realizar sus estudios primarios y secundarios en el Colegio La Salle, obtuvo un B.S. en la Universidad de Loyola, en Los Ángeles en el año 1939.
Mi Padre nació en Cartagena Colombia, Contaba este con solo los seis años cuando mi abuelo Dr. Inocencio Galindo, miembro del partido Liberal, fue deportado junto con su familia a la Isla de Jamaica. El Partido Conservador le decomisó todas sus pertenencias.
Al llegar a Jamaica mi abuelo fue reconocido por el Gobernante de la Isla y por todas las personas, como un hombre de bien y recibió mucha ayuda para subsistir sin su familia.
Mi padre, comenzó a trabajar en una empresa que vendía materiales de construcción llamada Wilcox Mercantiles Agencias. Cuando el señor Wilcox se retiro le vendió el local a mi padre de allí en adelante se llamó Mario Galindo y Compañía.
En política mi Padre siempre fue Liberal en el partido de Rodolfo Chiari, quien cuando subió al poder lo nombró alcalde del distrito de Panamá.
Cuando Murió Don Rodolfo, lo nombraron presidente de partido liberal, fue diputado dos veces y no se retiró de la política.
Mi padre fue muy habilidoso como comerciante y esa habilidad le permitió acumular una apreciable riqueza con la cual vivió cómodamente, le permitió viajar a Europa dos veces y educar a sus hijos en la profesión que ellos eligieron.
Al morir mi Madre yo solo contaba con 4 años de edad. Mi padre se casó con Doña María Teresa Márquez con la cual tuvo dos hijas, Maria Teresa y Malbina, quien siempre han convivido felizmente con el resto de la familia.
En 1946 hizo una maestría en la Universidad de Berkeley, y en 1947, realizó estudios especializados en taxonomía de mosquitos en el Museo Nacional de Estados Unidos bajo el asesoramiento del Doctor Alan Stone. En 1980 fue postulado para el título de PhD, en la Universidad de Lousiana State Medical School, en New Orleáns.
En un extenso y bien documento currículum sobre su vida, el ya fallecido ex Rector de la Universidad de Panamá, Abdiel Adames describió como la principal labor del Doctor Galindo Vallarino " la creación de una nueva escuela de Entomología Médica con énfasis en observaciones ecológicas", por la que han pasado técnicos a nivel universitario e investigadores a nivel Post- Doctoral de los que han surgido brillantes profesionales e inspirado nuevos rumbos al pensamiento científico Latinoamericano.
A lo largo de su vida profesional ocupó un sin número de posiciones "todas enmarcadas dentro del ámbito de la Salud, lo que a claras luces evidencia la existencia de un personaje de singulares características, en el cual la investigación era importante si producía bienestar a la humanidad", destacaría Adames en su momento.
Y esa búsqueda permanente lo hizo meritorio a reconocimientos y distinciones. Él propio Galindo Vallarino señala como la de mayor satisfacción de su carrera, aquella invitación que le hicieran los doctores Herbert Clask y Carl- M Jonhson del Laboratorio Conmemorativo Gorgas me invitaron a formar parte de los investigadores de esa Institución. De hecho fue el primer panameño en dirigirla.
Dado su quehacer científico - revela Adames - en el reino animal hay miembros nombrados en su honor. Por ejemplo: el genérico, Galindomyia Stone y Barretlo (Diptera, Culicidae) o los específicos Dendrobates galondoi (Trapido, 1953. Amphibia); Haplophaedia aureliae galindoe; Wetmore, 1957 (aves) o el Aedes galindoi (Schick, 1970- Diptera, Culicidae, y el Phlebotomus galindoi.
Su propia labor lo llevó a formar importantes investigadores. Entre sus discípulos figuran el Doctor Eustorgio Méndez, Director del Departamento de Zoología del Centro Conmemorativo Gorgas(…) uno de los más connotados conservacionistas de la biodiversidad de nuestro medio; el Doctor Pablo Barreto, Entomólogo y Catedrático de la Universidad Del Valle de Colombia, autor de numerosos artículos científicos; el ingeniero Jaime Adames entomólogo agrícola(…), y el propio Doctor Abdiel J. Adames, ex rector de la Universidad de Panamá, quien fue también miembro de la Comisión del Medio Ambiente para la ejecución de los tratados Torrijos Carter, entre 1980 y 1990.
Pero existe un punto sociológico de comunicación entre su labor científica y su comportamiento cívico, porque además de entomólogo tuvo una activa participación en la política. Panameño de profundos sentimientos nacionalistas, fue Concejal por el Distrito de Panamá entre 1952 y 1956; presidente del Consejo Municipal entre 1954 y 1955; diputado a Asamblea Nacional de la República de Panamá y nuevamente diputado en 1968.
Con un número plural de distinciones y honores recibidos, ha sido miembro de organizaciones y entidades internacionales importantes desde 1939, entre ellas la Sociedad Honoraria Alpha Sigma Un, capítulo de la Universidad de Loyola, Los Angeles California, hasta el Simposio sobre Encefalitis Equina Venezolana y la Organización Panamericana de la Salud, pasando por la Comisión Ejecutiva para la Errdicacón de la Malaria, miembro organizador del Lain American Comité on Arbovirus (LACAV) y del American Meno f Science.
Entre otros de sus logros figura el Premio Lancaster, adjudicado por la Universidad de Loyola, de los Angeles California, a los estudiantes con mayores posibilidades de destacarse en Investigaciones Biológicas. En 1995 la Universidad de Panamá le otorgó el Premio de Ciencias, el mayor reconocimiento a mi labor, nos dijo.
Junto a esto hay que destacar también su abundante literatura en Entomología (31 Títulos), Microbiología (52 Títulos), Parasitología ( 4 títulos), Ecología (1 Título), Ornitología (3 Títulos); Epidemiología (1 Título) y Análisis Ambiental (2 Títulos), y su gran capacidad para formar y dirigir grupos multidisciplinarios de investigación. ¿Casi nada verdad?
Retirado ahora, en la tranquilidad de su hogar localizado en Concepción, Bugaba, en la provincia de Chiriquí, vive con su esposa, Aideé Caballero de Galindo que ha sido -dicho por el mismo- un factor importante en el desempeño de funciones que necesito. Actualmente sufro una enfermedad que se llama degeneración senil de la mácula de los ojos. En mi parcial ceguera mi esposa ha sido la que me lee las correspondencias que recibo y contesta las que le dicto en respuesta. También ella me lleva a realizar todas las diligencias.
Semblanzas: ¿Cómo evalúa una autoridad como el Dr. Pedro Galindo Vallarino, la labor que hoy realizan los profesionales de su área?
PGV: Yo creo que los profesionales en mi disciplina en estos tiempos se han acostumbrados a quedarse en sus laboratorios y oficinas con aire acondicionados, en lugar de salir al campo, a leer en la naturaleza el mensaje que ella tiene sobre los temas que estamos estudiando
Semblanzas: ¿Cuál es la actitud que a su criterio deben asumir las nuevas generaciones ante el trabajo?
PGV: Yo pienso que las generaciones que me siguen deben tener fe en su capacidad para hacer el trabajo que se le ha asignado, estar dispuestos ha realizarlo, no importa el sacrificio que tenga que hacer par cumplirlo.
Semblanzas: ¿Cómo o cuándo siente recompensados sus esfuerzos y aportes en este campo?
PGV: Se recompensan mis esfuerzos cuando veo que personas que fueron ayudantes míos , han surgido para ocupar posiciones importantes en la vida nacional , como el Dr. Abdiel J. Adames, fallecido recientemente, quien ocupo una cátedra de ciencias y mas tarde fue rector de la Universidad de Panamá; el Dr. Eutorgio Méndez que también ocupo una cátedra en la Universidad de Panamá y ha publicado numerosos libros sobre las aves y mamíferos de Panamá , que han recibido reconocimientos internacional.
Semblanzas: ¿Si estuviera activo qué materias estaría dando?
PGV: Yo daría nuevos cursos especializados en materia como entomologías medica y parasicología y virológica en la Universidad de Panamá
Semblanzas: ¿Qué recuerdos atesora de su infancia y juventud?
PGV: Mis juegos con todos los niños: boleros, platillos, bolitas de cristal. En mi juventud, el basketball , el balompié, que compartía mis amigos, los ahora doctores Rodrigo Arosemena , Eloy Benedetti , el ya fallecido Harry Strunz, mi primo, a quien llamábamos el nene; los hermanos Carlos y Guillermo Sossa, hoy sacerdotes y su hermano ya fallecido Ramiro. Los recuerdo más gratos de esa época son los que han dejado en mi alma la estrecha amistad y que llegué a establecer con Rodrigo Arosemena y Eloy Benedetti, amistad que todavía perdura después de ochenta años y que en ocasiones especiales nos lleva a reuniones.
Semblanzas: ¿Cuándo comienza su entusiasmo por esta carrera a la que le ha dedicado la vida?
PGV: Mi entusiasmo por mi especialización comenzó en la Universidad de Loyola en California, cuando después empecé a trabajar con mi profesor Carl Kadner, especialista en parásitos de la sangre de las aves de California y los mosquitos que las transmiten.
Semblanzas: Don Pedro cumple 88 años el próximo 27 de octubre, y lo que en principio pensamos sería un esfuerzo heroico de la memoria, devino en un fluido manantial de recuerdos y pormenores.
Semblanzas: ¿Cómo recuerda la Ciudad, sus escenarios de juventud?
PGV: En las a aceras frente a la estación del ferrocarril había un quiosco café que administraba una familia Griega y vendía comida ligera y era muy con concurrido. En esas mismas aceras habían muchos centro de diversiones nocturnos. Uno se llamaba Kelly"s Ritz y el otro El Álamo. Hacia dentro de la avenida Central habían cantinas y bares y otros negocios sin importancias, hasta que llegamos a un cruce de calles en las que coincidía el Instituto Nacional, el principal colegio de los varones que tenia el gobierno de Panamá. Allí cursaron estudios muchas personas importante en la vida nacional. En la esquina donde se originaba el cruce de calle, funcionó la primera Caja de ahorro que el Gobierno ponía a la disposición pueblo panameño. Su primer gerente fue el Lic. Guillermo de Roux, quien la manejo con mucho éxito.
En las esquinas opuestas estaban las oficinas la Fuerza y Luz de Panamá y en el frente el Teatro Cecilia, un salón de lujo donde se exhibieron las primeras películas habladas en Panamá.
En la avenida Central existían en ambos lados de la calle mucho negocios de ropas y calzados a precio módicos que pertenecían a turcos y hebreos, y eran muy visitados por la clase media panameña. Al llegar a la siguiente calle que unía a la avenida central con la avenida B. y el mercado, de la ciudad estaba la calle Salsipuedes, en una de sus esquinas quedaba la farmacia El Javillo, de la familia de Haseth; donde se atendía toda clase de recetas.
En Sal si Puedes habían callejones habitados por numerosos Chinos. Bajando la misma calle, en otra esquina estaba un almacén muy concurrido llamado la Villa Caracas que vendía telas y otros objetos de hogar.
En la acera opuesta a la entrada de Salsipuedes, en la Avenida Central, estaba la librería Ferguson muy bien surtida con las últimas ediciones, novelas y otras publicaciones, que era muy visitada por intelectuales y amantes de los libros.
Había una tienda llamada el Morro de Arica donde vendían objetos, prendas y libros, y toda clase de cosas de segunda mano. Era visitada por personas que buscaban prendas, libros y cosas raras.
Después seguía la iglesia y la Plaza de Santa Ana. La iglesia era visitada por fieles de la clase media y pobres en buscan de ayuda espiritual. A la plaza concurrían ancianos de la tercera y cuarta edad a charlar o jugar dominós y barajas.
Frente a la plaza había un almacén que exhibía las últimas modas de Paris y tenia una perfumería importada de Francia, este almacén le pertenecían a los hermanos Julio y Roberto Heurtematte. Don Julio tenía varios hijos, como Julio Ernesto que fue Diplomático, Julieta casada Juan de Arco Galindo y madre de Mario Galindo H. conocido abogado político, y Max Heurtematte, quien fue diputado a la Asamblea varias veces.
Luego estaba el teatro el Dorado que era uno de los cines preferidos por la clase media. En la esquina diagonal a la plaza había un café donde acudían los políticos a discutir los últimos acontecimientos. Según me contaba mi padre Belisario Porras cuando era presidente de la republica concurría a este café a defender sus proyectos y planes sin la compañía de guardaespaldas o policías y nunca le pasó nada. En la esquina de la Avenida Central se levantaba un edificio de tres alto. En el piso de arriba vivía el financista Carlos Mueller con su familia, en la mitad del segundo piso vivía la familia Strunz, la otra mitad era ocupada por la Clínica de Dr. Harry Strunz uno de los doctores más populares de la época.
En la calle 12 frente al edificio La Victoria se levantaba el estudio del señor Endara, uno de los fotógrafos más buscados de esos tiempos. En frente del señor Endara había un edificio de dos pisos donde estaba la clínica dental de los hermanos Alemán, los dentistas preferidos de este tiempo. Al final de la calle que unía a la Avenida Central por la avenida B estaba la Pesquisa Nacional que después se llamó Servicio Secreto.
Semblanzas: Y de las Instituciones y demás personalidades de la época qué nos puede decir?
PGV: Siguiendo por la avenida central estaba la Alcaldía y sus dependencias. Entonces el Alcalde era el Jefe principal de la fuerza policial y no era elegido por el pueblo como ahora, sino nombrado por el gobernador de la provincia. En el lado opuesto estaba (aun queda el local allí) la farmacia Preciado. Su hijo mayor estudió medicina y abrió una clínica de oído, nariz y garganta, que ha permanecido en manos de la familia por dos generaciones.
Más adelante la avenida Central es cortada hacia el Norte Sur por la calle novena, la calle desemboca en una que baja hacia el mercado. Ahí residía la familia Ehrman uno de cuyos miembros fue el consejero más cercano de Arnulfo Arias en todas las administraciones, siendo diputado a la Asamblea Nacional varias veces. En un callejón trasversal de la calle novena vivían los Estripaut, una joven de la familia se convirtió en Primera Dama, del Presidente Ricardo Adolfo de Guardia.
En el recorrido de la calle novena hacia el sur y al llegar a la plaza Herrera se encontraba el Colegio Maria Inmaculada, que era para niñas de familia pudientes. En ese mismo lugar se encontraba la residencia de la familia de la Guardia, su hijo mayor Ricardo Adolfo se convirtió en presidente de la Republica, cuando el Dr. Arnulfo Arias fue derrocado en su primera administración.
Frente a la plaza vivía la familia del Dr. Augusto Boyd, cirujano Jefe del nuevo hospital Santo Tomas. También fue Diplomático, embajador en Washington. Cuando fue derrocado el Dr. Arnulfo Arias ascendió a la Presidencia Ricardo Adolfo de la Guardia, cuñado del Dr. Boyd, quien fue presidente por unos días en ese momento. En ese edificio que quedaba al frente de la plaza Herrera vivía la familia Arias Feraud, unos de sus miembros Juan B. Arias fue Gerente Presidente de un Banco conocido y Presidente de una compañía de seguros; fue también varias veces diputado a la Asamblea Nacional con el Partido Liberal Demócrata.
En el lado opuesto de la plaza Herrera vivía la familia del Dr. Samuel Lewis quien fue Jurista miembro del partido Conservador en la de la época de la Independencia. Su hijo mayor Samuel Lewis Arango fue próspero comerciante periodista y dueño del Diario, una revista muy leída en esa época; fue diplomático y Embajador en Washington en la ultima administración del presidente Franklin Delano Roosevelt, casi a finalizar la segunda guerra mundial.
Su hijo mayor Samuel Lewis Galindo que aun vive fue Gerente Presidente de un complejo Cervecero fundado el partido político Solidaridad, Su segundo hijo Gabriel Lewis Galindo fue financista y dueño de la Isla Contadora, muy mencionada en la época del General Omar Torrijos; y residencia por un tiempo del Sha de Irán, durante su estadía en Panamá.
En la Isla Contadora se realizaron conversaciones hacia un nuevo tratado de Panamá con Estado Unidos. Don Gabriel fungió como Embajador en Washington durante el periodo crítico en la negociaciones del tratado Torrijos-Carter. Don Gabriel falleció en los Estado Unidos y su hijo Samuel Lewis Navarro es hoy primer Vicepresidente en la administración del presidente Martín Torrijos.
En la esquina de Plaza Catedral, opuesta al palacio municipal estaba el Arzobispado y sus dependencias. En la esquina de la calle sexta estaba el Chase Nacional Bank un Banco importante de esa época. Al final de esa misma calle y frente a la calle 8º, la Azucarera Nacional cuyo gerente era Don Ernesto de Guardia padre, que comercializaba toda el azúcar procesada por los Chiari y los del Valle en Aguadulce.
En la Avenida Central había un edificio grande llamado el Palacio Nacional, donde se albergaban las entonces llamadas secretarías y ahora Ministerios, de Obras, Salud Publica, Agricultura y Comercio. Un poco más adelante y viendo al hacia al mar estaba el viejo Club Unión, un club privado para socios de familia de alta sociedad.
El Club consistía en una estructura de concreto de dos altos En la planta de arriba habían amplios salones que eran utilizados por los socios para sus fiestas particulares una vez fuera autorizado por la junta directiva.
Siguiendo por la avenida norte, estaba y todavía está entre las calles 5ª y 6ª, esta la Presidencia de la Republica, que tiene 2 entradas, una pequeña puerta que se abre a la calle 5ª que tiene acceso a los pisos 2º y 3º de la Presidencia, la que solo puede ser usada por el presidente o personas autorizadas por él, custodiada por 2 guardias fuertemente armados.
La calle 7ª era un callejón que comunicaba la avenida Norte con la avenida B y en el que jugábamos de niños. En el callejón habían varias residencias la de Don Melchor Lasso de la Vega, con sus dos hijos, el mayor cuyo nombre no recuerdo era un intelectual y profesor en la Universidad de Panamá; el menor José (Pepe) Lasso de la Vega fue un prominente abogado que figura en el juicio que se le siguió al Presidente Ramón Guisado, como supuesto encubridor del presunto asesino del Presidente Ramón Cantera.
Mirando hacia el callejón había una vivienda de dos altos de la familia Benedetti. De allí salieron varios farmaceutas, periodistas y comerciantes , y dos personas muy conocidas, el Dr. Leopoldo Benedetti, médico que practicó en la Ciudad de Colón y el conocido Abogado Dr. Eloy Benedetti, Profesor en la escuela de leyes de la Universidad de Panamá, miembro de la firma de Abogados Arosemena y Benedetti, y uno de mis íntimos amigos de toda la vida.
Al lado de esta residencia estaba el hogar de Don Alcides Arosemena, próspero dueño de una lechería, y luego se convirtió en el Presidente de la República, cuando el Dr. Arnulfo Arias fue derrocado y él era primer Vicepresidente; el hijo menor de su hogar era Rodrigo Arosemena, que formó una oficina de Abogados con el Dr. Eloy Benedetti. Como dije, en otro lugar de esta entrevista, los dos y yo hemos sido amigos toda la vida. Los dos aun viven.
Al lado de la residencia de don Alcibíades Arosemena, estaba la casa de la familia Haseth. Como vimos otra parte de esta entrevista, ellos eran dueños de la farmacia El Javillo en Salsipuedes. La hija menor de esta familia se caso con el joven José Ramón Guisado Jr. , quien fue una figura notoria durante el Juicio de su padre.
En la planta baja de esta residencia, en una pieza pequeña, alquilaba el famoso guitarrista y compositor, el llamado Chino Hassán. Desde muy temprano, sus conjuntos eran muy llamados para alegrar serenatas y fiestas familiares. El Chino compuso bellas canciones románticas y que llegaron a ocupar los primeros lugares de preferencia durante muchos años en países vecinos.
La siguiente casa era nuestra residencia. En la planta baja vivió por algunos años la familia Sogandares, oriunda de la Isla Taboga, las mujeres de esta familia fueron la Dra. Tula y la Dra. Lucila, la primera fue una conocida ginecóloga y la segunda una Nutricionista, de profundos conocimientos en la materia; ambas fallecieron. El menor de la familia Camilo, obtuvo su Doctorado en Helmintología de una Universidad muy conocida de los Estados Unidos al terminar sus estudios fue contratado por la Universidad como profesor en la materia, publicó muchas artículos relacionados con su especialidad. Desde que me retiré del Gorgas no he sabido más de él.
En el segundo piso, vivía mi tía Adriana con su esposo Enrique de la Ossa, quien fue soldado de la Independencia y primer abanderado que paseo la bandera Nacional el 4 de Noviembre de 1903. También mi tío Enrique, que fue jefe del Muelle 18 en el Puerto de Balboa, donde atracaban los grandes barcos que venían con cargas destinadas a la ciudad de Panamá.
Mi tía Adriana crió y educó, con el permiso de ser padre a mi sobrino Samuel Lewis Galindo, quien vivió con ellos muchos años.
En el tercer piso vivió mí padre Mario Galindo, con su primera Esposa Ana Lida Vallarino y sus siete hijos.
Mi hermana Ana Lida, tuvo tres hijos, su hijo menor, Roosvelt Thayer Junior fue Ministro de la Vivienda durante la Administración del Presidente Ernesto Pérez Balladares, y miembro de la Junta Directiva del Banco Nacional.
María Teresa Galindo se casó con Ricardo Boyd quien murió en un trágico accidente; tuvo cuatro hijos, el hijo mayor Pedro Boyd Galindo, quien se perfilaba como un Banquero de mucha importancia, también murió en trágico accidente en un hotel de Guayaquil. Su hijo Mario es abogado, fue diplomático en el gobierno de la Presidenta Mireya Moscoso, y su hijo Reinaldo, es un éxito odontólogo en la firma de Arango y Orillac. Su hija menor se caso con un alto oficial de la Armada Norteamericana.
La hija de la familia Malvina se casó con el abogado y juez Ramón Fábrega.
Semblanzas: Los lectores pueden concluir, con seguridad, de que ha sido insuficiente el espacio que hemos tenido para contar esta vida. Eso sí, lo medular está aquí, situando al hombre y su contexto, contando con su prodigiosa memoria y con esa fuente inagotable que parece dictarle a Don Pedro más y más cosas por hacer. A él nuestras gracias por sus testimonios, porque como otros protagonistas del Panamá que recientemente ha cumplido cien años, nos permite verificar en detalle, cómo se construyó el Panamá que hoy disfrutamos. Gracias Doctor, y que cumpla buenos años el próximo 27 de octubre. Para esa fecha será inaugurado en esta Ciudad un edificio que llevará su nombre.
Google noticias Panamá América

Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.

Clasiguía
Clasiguía

Contenido Patrocinado

Empresas enfrentan el desafío de proteger su operación digital ante ciberamenazas y fallos tecnológicos

Transforman ideas en negocios sostenibles en Donoso

Clientes de Caja de Ahorros se beneficiarán de pagos digitales con Yappy

¡Los nuevos Galaxy A56, A26 y A36 ya están en Panamá!

El juego cambia: Betcris se suma a la FPF para impulsar la pasión por el fútbol en Panamá

Últimas noticias

El impacto de la tecnología en las actividades productivas es considerada como una revolución digital que ha impactado a las empresas. Foto ilustrativa

Disrupción digital debe tener impacto social en la educación y finanzas

Chollykid. Foto: Instagram

La columna de Doña Perla

El sábado 21 se celebrará el desfile de carretas y danzas por las calles de Chitré, celebración en la que se espera la participación de empresas locales y reinas de festividades del área. Foto. Thays Domínguez

Celebración patronal en Chitré sigue adelante pese a la crisis hídrica

Un hombre camina frente a contenedores de la empresa bananera Chiquita este martes, en Puerto Almirante (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco

En el muelle de Chiquita Panamá los estibadores, sin carga que mover, están a la espera

Entre los trabajos sugeridos están el control de los olores, lixiviados y construcción de cerca perimetral o barrera natural, y la eliminación de basura en las inmediaciones de la quebrada El Colmón. Foto. Archivo

Ordenan el cierre temporal del vertedero de Macaracas




Panamá América
  • Siguenos en:
  • videos
  • premium
  • e-papper
  • mis noticias
Buscar
Mapa del sitio
Clasificados
Publicidad
Grupo EPASA
Crítica
Día a Día
Mujer
Cine
Recetas
Impresos

Miembro de:

Miembro del PAL
Sociedad de prensa
Grupo EPASA

Todos los derechos reservados Editora Panamá América S.A. - Ciudad de Panamá - Panamá 2025.

Prohibida su reproducción total o parcial, sin autorización escrita de su titular.

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información "aquí".