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Y el demonio come al gato
Ernesto Endara - Publicado:
Ya ven, sin precaución ni disimulo, robo esta cita.¡Vive Dios, es tan exacta!Por todo el Ulyses siento a Joyce como un Beckett burlón y genial.Un poseído de su talento que nos deslumbra con sus líricos saltos ornamentales, difíciles, laberínticos; unas veces ininteligibles y otras tan llanos y francos que quisiéramos tragarlos lentamente.Cuando repito algunas de sus páginas (hasta tres veces) me parece entenderlo más.Me cuesta hacerlo, porque no es libro que me gusta, pero me hechiza.¿Quiero entenderlo? Claro que quiero entenderlo.Cuando me espinan sus palabras, me refugio en aquello de que el arte no hay que entenderlo sino sentirlo.Y sí, siento a Joyce.Me meto en sus pantalones, me calzo sus pantuflas, me pongo sus camisas; pero todavía no puedo acoplar mi hemisferio derecho del cerebro con el suyo.Joyce y Kafka exploran los mismos sitios oscuros: éste las deformaciones oníricas y aquel el inextricable flujo del pensamiento.Antes que ellos dudo que alguien escarbara en esos basureros, y si lo hicieron, pues no tuvieron la suerte de impresionar al mundo.Bueno, entre la basura (contraeufemismo de lo no entendible) encontramos poesía y drama.También muchos bagazos sin jugo: personajes que aparecen fugazmente y establecen diálogos incoloros.En párrafos enteros (leídos a marchas forzadas) tengo la sensación de perder mi tiempo, pero no puedo dejar de leerlos porque presiento que podría perderme algo importante.Y continúo, página por página, dejándome embaucar, pretendiendo descubrir sus claves como por ejemplo el musical tap, tap, tap, del ciego que bordea con sus bastón todos los asuntos de su capítulo.O cuando se refiere a las chicas del bar como "el oro" y "el cobre", por el color de sus cabelleras.Por supuesto, son claves… que no aclaran nada.Y a él le importa un pito si el lector las entiende.No hace concesiones.Según el talento del traductor, se podrá ??"en contadas ocasiones??" sentir la música de sus palabras (las palabras sacan su melodía cuando, acompañadas unas de otras, no pierden el ritmo).Por eso, cuando lo estoy leyendo, a veces me detengo e intento traducir la frase.Mi inglés-irlandés tan palúdico, rara vez consigue el efecto.An diabhal an cat: y el demonio come al gato.Continuaré.