Granjas autosostenibles, tema pendiente en Panamá
- Carlos Araúz (carlos.arauz@epasa.com)
La convivencia con el medio ambiente es el talón de Aquiles de muchos panameños.
A medida que las personas vivan en armonía con su entorno, lograrán así una calidad de vida mayor; sin embargo, en la ciudad y en el campo existe una cultura de poco apego al tema ambiental.
No obstante, la creación y ejecución de proyectos de granjas sostenibles en Panamá por entes no gubernamentales y por cooperativas ha coadyuvado a que diferentes sectores de la sociedad realicen de manera mancomunada esfuerzos para que los habitantes de sitios distantes y de menos recursos se inserten al desarrollo de su economía.
La directora administrativa del Patronato de Nutrición, Yariela Gallegos, dijo que ellos, como organización no gubernamental, organizan a las personas de manera comunitaria para impulsar los proyectos.
Para tener acceso a estos programas, señala Gallegos, se necesita no tener ingresos y dedicarse a la agricultura.
“Deben estar catalogados en (situación de) pobreza y pobreza extrema, en áreas rurales, no en la ciudad, y que no tengan un empleo formal; lo que se quiere evitar es que esa población emigre a las áreas urbanas a crear más bolsones de pobreza”, explicó Gallegos.
“Estas son personas que solamente saben trabajar la tierra y nosotros les enseñamos a trabajar eficientemente y que tengan una rentabilidad, trabajando con su propia gente. Estamos trabajando en todas las provincias y en la comarca Ngäbe-Buglé, tenemos granjas que tienen hasta 11 años de existir”, manifestó al directora administrativa del Patronato de Nutrición.
Las actividades a las que más énfasis se les da son las relacionadas con la alimentación: cría de peces en estanques, cerdos, arroz, yuca, frijoles y las hortalizas.
Gallegos indicó que por tratarse de áreas rurales, se debe poseer una extensión de entre cinco a 20 hectáreas, en donde se cultivarán los alimentos .
El Patronato, en sus 312 granjas instaladas, posee como beneficiarios directos a 9 mil 201 personas y 59 mil 270 indirectos.
La provincia que más granjas tiene es Coclé con 64, Panamá con 56 y la comarca Ngäbe-Buglé con 54.
Mientras, la directora ejecutiva del Instituto Panameño Cooperativo Autónomo (Ipacoop), Ana Giselle Rosas de Vallarino, comentó que desde hace un par de años están trabajando con instituciones internacionales como la Agencia Internacional de Cooperación del Japón (JiICA).
Rosa de Vallarino agregó que estos organismos practican el cooperativismo y el desarrollo agrícola de manera sostenible (a largo plazo y amigable con el medio ambiente).
El primer requisito que se necesita para tener parte en el proyecto es formar parte de una cooperativa.
“En las cooperativas de campesinos que se dedican a la siembra de subsistencia, se les habla sobre el proyecto y se comienza como un grupo piloto, usualmente se comienza con cinco granjas por cooperativas. Dependiendo de los resultados se puede ampliar la cooperativa, el primer diagnóstico es con quién podemos trabajar, y en base a eso, a través de la misma cooperativa y los técnicos, se decide cuáles son las familias a las que se van a favorecer”, aseveró Rosas de Vallarino.
Comentó a Calle 50que el Patronato de Nutrición firmó un convenio con Ipacoop, en el cual uno de los compromisos es que las granjas que tiene instaladas el Patronato, el Ipacoop debe lograr transformarlas en granjas cooperativas.
El Instituto ayuda a que las cooperativas escogidas para los proyectos asuman el compromiso de llevar hacia adelante las granjas, ayudando a que las mismas sean exitosas y se pueda establecer la sostenibilidad.
Los gestores de estos proyectos hicieron la salvedad sobre los distintos enfoques de manejo de las granjas. Todo depende de la tierra que se posea, de la cercanía a las fuentes de agua.
Por otra parte, el lugar en donde se ubica la granja determinará en gran medida que tipo de rubro se implementará.
La complejidad de la producción también determinará con cuál rubro se empieza.
Asimismo, el ingeniero agrónomo Bolívar Sosa, coordinador del Programa de Producción Agropecuaria de la Fundación Pro Niños del Darién, señaló que manejan el concepto de sostenibilidad, pero a nivel escolar, por medio de los huertos escolares.
“Lo que se ha hecho es entregar semillas, enseñarles una metodología de producción y de gestión empresarial”, afirmó Sosa.
La Fundación da todas las herramientas y capacitación a las personas, cada área cuenta con un promotor y un personal que trabaja en la misma granja, supervisan el trabajo y al final del proyecto se evalúa cuánto se produjo y la experiencia obtenida.
“En los proyectos se va rotando a los padres de familia para que todos aprendan y tengan responsabilidad con lo que se le da”, manifestó Sosa.
La Fundación busca la sostenibilidad, que ellos mismos aprendan que son los gestores de cambio con las cosas que ellos pueden hacer.
El ingeniero agrónomo recalca que “las personas involucradas en los proyectos no siempre deben depender de las ayudas, el conocimiento en el sector agropecuario es lo que se deja como capacidad instalada en ellos para que puedan continuar”.
En cuanto a las granjas sostenibles, Sosa indicó que “apenas estamos comenzando con estas iniciativas, con la implementación de una serie de granjas, el proyecto es de dos años. La Fundación les enseña a que se organicen como comunidad escolar para darle mantenimiento y que sea sostenible (el programa) en los dos años. Nosotros les damos el capital semilla y después ellos tienen que seguir adelante, pero nuestra meta solamente es Darién”.
Se destaca el modelo a seguir por la Fundación, ya que el pueblo pone el rancho y las estructuras para el agua, y la Fundación pone los animales, las vitaminas, los minerales, el alimento, las bolsas de empaque; así la comunidad se siente comprometida a aportar algo.

Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.