Recaudarán $10 millones menos en impuesto de timbre
- Luz Ettrick
Estas estimaciones parten del supuesto que, luego del 1 de julio, se tipifican algunos documentos gravados al pagar este tributo, a pesar de que en otros trámites esta contribución se duplicó.
Antes de que entrara en vigencia la última reforma fiscal, solamente el impuesto de timbre le producía al Estado más de $40 millones al año, según el reporte que maneja la Dirección General de Ingresos (DGI).
Sin embargo, luego de más de un mes desde su aprobación (1 de julio) y aunque todavía no se han divulgado las cifras oficiales que darán a conocer su impacto, las autoridades proyectan que bajarán las recaudaciones en cerca de $10 millones (25%) en concepto de impuesto de timbre el próximo año.
Esto quiere decir que en el 2011, el impuesto de timbre causado girará en torno a unos $30 millones, destaca la DGI.
Esta proyección puede estar fundamentada en la eliminación impositiva que sufren algunos documentos legales como en el caso de los recibos y facturas de venta, explicó Erasmo Herrera, colaborador fiscal de la DGI para justificar el declive proyectado.
Se trata, puntualmente, de las facturas de venta sobre los productos exentos del pago del Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios (ITBMS) en determinados artículos como lo son alimentos, medicamentos, entre otros productos, que antes pagaban impuesto de timbre, detalló Jonathan Pacheco, experto en tributación de la firma BDO.
Dentro de esa lista aplican los bancos, las aseguradoras y las empresas que distribuyen energía eléctrica.
Incluso los supermercados y farmacias que antes de la reforma asumían este tributo, ahora no están gravados por el expendio que reportan las facturas de alimentos y medicamentos libres del pago de ITBMS.
Antes del 1 de julio, el impuesto de timbre que tenían que pagar las empresas antes mencionadas se calculaba en base a 10 centésimos por cada 100 dólares.
No obstante, fuentes vinculadas al sector y que prefieren mantener su identidad en el anonimato, manifestaron estar en desacuerdo con la interpretación que realiza la DGI al respecto.
Esto se debe a que, a pesar de que a simple vista pareciera no ser un aporte tan importante al fisco, consideran que en el caso de una empresa que factura millones de dólares, antes de la reforma esto representaba un aporte justo al Estado.
Desde la perspectiva de los expertos en tributación, pareciera que la balanza está a favor de las empresas, puesto que ahora son las personas naturales las que se ven más afectadas porque pagan el doble de impuesto de timbre.
En ese sentido, la normativa también impone algunos aumentos a la hora de legalizar ciertos trámites.
Entre los aumentos que han sufrido algunos documentos se encuentra el papel notariado, que antes costaba $4 y que ahora el contribuyente tiene que pagar $8.
Pero ese no es el único caso. Y es que el listado de documentos gravados desglosa 14 aspectos dentro de los cuales se destacan, también, las cartas de naturaleza o nacionalización definitiva que antes de la reforma costaban $300 y ahora el precio de su validación es de $600.
Al eliminar ciertos gravámenes en, por lo menos, 13 trámites legales, obviamente que había que conseguir una renta sustituta, manifestó Herrera.
Precisó que la fórmula alterna que utilizaron para fijar los nuevos precios, se desprendió del propio impuesto de timbre, pero esta vez procurando elevar ciertos hechos que previamente ya estaban gravados.
Javier Said Acuña, presidente de la Comisión de Impuesto de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá, sugirió que en su debido momento, este impuesto se debe revisar para que en vez de duplicar este importe, se trate de cobrar, por ejemplo, $6, para que el ajuste sea menos pronunciado.
“Aquí lo que vemos es que por un lado, el Gobierno reduce el impuesto sobre la renta a las personas naturales y jurídicas, mientras que aumenta en otros aspectos como lo son el consumo”, enfatizó Acuña.
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