Mara Wilson: 'fui accidentalmente famosa'

La película 'Matilda', sin duda marcó a la generación de los 90 y a Mara Wilson, la actriz que la interpretó.

La ternura de la niña de ocho años, que lograba combinar con su madurez, atrapó a varios directores de Hollywood y a los espectadores. Pero 20 años después, su historia no es la misma.

En el libro ‘Where am I now: True Stories of Girlhood and Accidental Fame’ (¿Dónde estoy ahora?: Historias verdaderas de la infancia de una niña y de la fama accidental), Wilson cuenta cómo pasó de ser una actriz tierna en su infancia a una actriz descartada por Hollywood a medida que crecía.

La carrera de Mara comenzó a temprana edad. A los tres años empezó a presentarse en audiciones y su primer papel fue en la película ‘Mrs. Doubtfire’ ( Papá por siempre’), donde actuó como la hija de Robbie Williams. A los seis años participó en la nueva versión de ‘Milagro en la calle 34’. Luego, a sus ocho años, estrenó 'Matilda'.

Al poco tiempo su madre falleció por un cáncer que padecía. Por esto, hasta los once años aceptó nuevamente un papel en el que conoció a la directora Britt Allcroft. Fue durante este trabajo que se dio cuenta que su cuerpo no era el mismo.

"Tu cuerpo ha cambiado. Y nos dimos cuenta de esos cambios al revisar las tomas. Así que tal vez podrías usar un sostén deportivo…". Sobre esto, Mara escribió: "la pubertad había llegado y yo fui la última en enterarme".

Además, a sus 12 años Mara vivió una experiencia traumática en internet. Un día se buscó en la web y encontró que aparecía en algunos sitios como fetiche sexual. Así, mediante retoques, habían pegado su cara al cuerpo de una niña adolescente.

A medida que crecía se fue estrellando contra la realidad de la industria cinematográfica. En su adolescencia ya no gustaba a los directores como antes, los papeles que le ofrecían eran interpretar a la amiga con sobrepeso de actrices más llamativas físicamente como, por ejemplo, Kristen Stewart.

“En cuanto a una carrera, tenía tres opciones: o me hacía una cirugía estética y me presentaba a audiciones para los personajes más lindos y divertidos; me quedaba tal como estaba y optaba por interpretar los escasos papeles que había para mujeres jóvenes, o me aceptaba a mí misma y renunciaba a la idea de una carrera como actriz de Hollywood” aseguró en su libro y reveló que: “si iba a terminar mi relación con Hollywood quería que fuese mutuo”.

A pesar de que Wilson se dio cuenta de que su destino no estaba en esta industria, estudió dramaturgia y ahora actúa de vez en cuando en papeles que no involucran a la gran pantalla. Es actriz vocal de doblaje y conduce un espectáculo en el Teatro Público de Nueva York.