Candidato independiente promete mano dura a la corrupción

"El Bronco", así le llaman a Jaime Rodríguez, el candidato independiente a gobernador del estado mexicano de Nuevo León que encabeza las preferencias electorales sin tener un solo anuncio en televisión y que promete mano dura contra la corrupción y la violencia.

El aspirante, quien en 2011 sobrevivió a dos ataques del crimen organizado, realiza su campaña únicamente en redes sociales, algo que los académicos y organizaciones civiles consideran insólito para la democracia mexicana.

Un sondeo publicado por el diario Reforma lo ubica dos puntos porcentuales arriba de Ivonne Álvarez, la candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI), actualmente en el poder y en tercer lugar está Felipe de Jesús Cantú, del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

En una entrevista con Efe, Rodríguez dijo que "desde hace dos años está trabajando en un proyecto ciudadano de Gobierno" y confió en que su victoria "le va a dar una frescura a la democracia".

"El triunfo de una candidatura independiente representará la sobrevivencia de las instituciones electorales del Estado mexicano. Voy a ser el primer gobernador independiente del país", aseguró Rodríguez.

La única forma de que la población recobre la confianza en las instituciones mexicanas es metiendo a la cárcel a los funcionarios corruptos, apuntó el político independiente, que prometió "aplicar la ley" si se convierte en gobernador.

Es necesario frenar la impunidad y la falta de oportunidades, señaló tras destacar que Nuevo León, ubicado en el norte de México y azotado en los últimos años por la violencia del crimen organizado, registra un gran rezago social ya que el 30% de la población vive en pobreza extrema.

Sobre la violencia, Rodríguez dijo que la combatirá como lo hizo en el pequeño municipio rural de García, donde en 2011 fue blanco de dos ataques de los cárteles de las drogas cuando fue alcalde.

El 25 de febrero de ese año una docena de sicarios del grupo criminal de Los Zetas que viajaban en tres camionetas lo atacaron cuando se dirigía a un evento.

El conductor "me avisó que nos venían persiguiendo hombres armados" y cuando estos abrieron fuego aceleró para alejarse del lugar, mientras sus cuatro escoltas respondían desde otro vehículo a los disparos, recordó.

Sin embargo, Rodríguez ordenó al conductor que regresara para cubrir con su camioneta blindada el vehículo de los escoltas y tras el enfrentamiento entre los dos bandos, dos sicarios murieron y otros dos fueron detenidos.

Un mes después Rodríguez volvió a ser víctima de otro atentado, del cual también salió ileso, pero en esta ocasión murió uno de sus escoltas y cuatro resultaron heridos.