Chinos con destino incierto
Publicado 2006/10/21 23:00:00
- EE.UU.
Para permitir la reunificación, el Gobierno chino propone a Taiwán la política de "una China, dos sistemas".
EL ESTRECHO DE Formosa es la ruta naval más importante del mundo. Tanqueros, buques contenedores, cruceros y otros navíos transitan por este camino marítimo que separa a Taiwán de la China Continental.
Desde la isla de Taiwán se percibe un ambiente diferente. La niebla matutina muestra el estrecho con un color gris y a lo lejos se divisa la provincia de Fujien, en el lado de China Popular.
Ejércitos de ambas naciones mantienen su vigilancia, pese a que hoy también estos países tienen un intenso intercambio comercial de más de $100, 000 millones.
Decir los términos "países" o "naciones" es un problema para los diplomáticos y periodistas que estudian este largo conflicto en el continente asiático.
Cuando en 1949 las fuerzas nacionalistas del general Chiang Kai Shek decidieron instalarse en Taiwán y se formaba en el territorio continental la República Popular, el mundo ha vivido bajo la presión del reconocimiento de uno de los dos Estados chinos.
Para Pekín, Taiwán es una "provincia rebelde" que debe reintegrarse a China Popular.
Según Taipei, en Formosa se han instalado los remanentes del primer gobierno democrático chino, fundado en 1912 por Sun Yat-Sen. Que son un Estado soberano y no relacionado políticamente a China.
La historia de las relaciones entre China y Taiwán ha sido polémica y muy cambiante.
En la "Retrocesión" de los nacionalistas chinos a Taiwán, ocurrida en 1949, varias naciones como Estados Unidos y la mayoría del resto del mundo reconocieron a la República de China (Democrática) como único representante de los chinos.
La República Popular China (RPCH), fundada por el dirigente comunista Mao Tse Tung, sólo fue aupada con el respaldo de la otrora Unión Soviética (URSS) y el Pacto de Varsovia.
El poderío humano de China Continental comenzó a ser evidente en 1950, cuando tropas comunistas de este país respaldaron a Corea del Norte. Lo mismo ocurrió en 1968, con la guerra en Vietnam, que lanzó Estados Unidos.
Sin embargo, las tensiones con la URSS por los límites fronterizos en Sajalín y Manchuria causaron en 1967 incidentes armados que provocaron temores de una guerra nuclear entre Moscú y Pekín.
El asesor presidencial y posterior canciller norteamericano Henry Kissinger aprovechó la coyuntura entre rusos y chinos comunistas para dar un giro en las relaciones internacionales.
Kissinger sugirió que el presidente Richard Nixon viajará a Pekín para formar una nueva alianza estratégica. A cambio, se sacrificaba el respaldo norteamericano a Taiwán y se permitía la entrada de China Popular en las Naciones Unidas.
En febrero de 1972, la China Popular ingresa oficialmente en las Naciones Unidas y se confirma la retirada de Taiwán en el seno de este organismo. Estados Unidos y más de 100 países rompen relaciones con Formosa.
Tras la masacre de Tiananmen en 1989, hubo un cierto cambio de la política exterior de China Popular, que sugirió adaptar el ingreso de los otroras territorios chinos a la Madre Tierra china. Tal era el plan de Deng Xiaoping, el "Pequeño Timonel", y ex líder chino que sugirió la alternativa de "Una China, dos sistemas".
Esa idea radicaba en permitir que las antiguas colonias de Hong Kong y Macao mantuvieran sus sistemas políticos, bajo un acuerdo de plena autonomía, aunque Pekín mantendría las relaciones internacionales y la defensa militar de estos territorios.
La alternativa se aplicó en 1997, cuando Hong Kong dejó de ser una colonia británica y en 1999, Macao abandona la relación con Portugal.
Funcionarios taiwaneses dicen que Taiwán es mucho más que una provincia, y que es un Estado soberano que tiene su propia Constitución, un gobierno elegido democráticamente, y un ejército de 400, 000 soldados.
"Queremos un diálogo constructivo con China, incluso en el comercio", destacó hace poco el Canciller de Taiwán, Chih-Fang Huang, durante su visita a Panamá.
China Popular es ahora una superpotencia mundial comercial y ha comenzado a dar signos de más apertura democrática. Taiwán por su parte, quiere un comercio saludable con China y definir pronto la situación en el Estrecho de Formosa.
Indudablemente, los chinos y taiwaneses saben que el futuro la unidad del pueblo chino será una realidad, pero todo depende del "estatus quo" que se le brinde a Taiwán, que hoy también es la 15ava potencia comercial del planeta y gestora clásica de la democratización en el Asia.
Desde la isla de Taiwán se percibe un ambiente diferente. La niebla matutina muestra el estrecho con un color gris y a lo lejos se divisa la provincia de Fujien, en el lado de China Popular.
Ejércitos de ambas naciones mantienen su vigilancia, pese a que hoy también estos países tienen un intenso intercambio comercial de más de $100, 000 millones.
Decir los términos "países" o "naciones" es un problema para los diplomáticos y periodistas que estudian este largo conflicto en el continente asiático.
Cuando en 1949 las fuerzas nacionalistas del general Chiang Kai Shek decidieron instalarse en Taiwán y se formaba en el territorio continental la República Popular, el mundo ha vivido bajo la presión del reconocimiento de uno de los dos Estados chinos.
Para Pekín, Taiwán es una "provincia rebelde" que debe reintegrarse a China Popular.
Según Taipei, en Formosa se han instalado los remanentes del primer gobierno democrático chino, fundado en 1912 por Sun Yat-Sen. Que son un Estado soberano y no relacionado políticamente a China.
La historia de las relaciones entre China y Taiwán ha sido polémica y muy cambiante.
En la "Retrocesión" de los nacionalistas chinos a Taiwán, ocurrida en 1949, varias naciones como Estados Unidos y la mayoría del resto del mundo reconocieron a la República de China (Democrática) como único representante de los chinos.
La República Popular China (RPCH), fundada por el dirigente comunista Mao Tse Tung, sólo fue aupada con el respaldo de la otrora Unión Soviética (URSS) y el Pacto de Varsovia.
El poderío humano de China Continental comenzó a ser evidente en 1950, cuando tropas comunistas de este país respaldaron a Corea del Norte. Lo mismo ocurrió en 1968, con la guerra en Vietnam, que lanzó Estados Unidos.
Sin embargo, las tensiones con la URSS por los límites fronterizos en Sajalín y Manchuria causaron en 1967 incidentes armados que provocaron temores de una guerra nuclear entre Moscú y Pekín.
El asesor presidencial y posterior canciller norteamericano Henry Kissinger aprovechó la coyuntura entre rusos y chinos comunistas para dar un giro en las relaciones internacionales.
Kissinger sugirió que el presidente Richard Nixon viajará a Pekín para formar una nueva alianza estratégica. A cambio, se sacrificaba el respaldo norteamericano a Taiwán y se permitía la entrada de China Popular en las Naciones Unidas.
En febrero de 1972, la China Popular ingresa oficialmente en las Naciones Unidas y se confirma la retirada de Taiwán en el seno de este organismo. Estados Unidos y más de 100 países rompen relaciones con Formosa.
Tras la masacre de Tiananmen en 1989, hubo un cierto cambio de la política exterior de China Popular, que sugirió adaptar el ingreso de los otroras territorios chinos a la Madre Tierra china. Tal era el plan de Deng Xiaoping, el "Pequeño Timonel", y ex líder chino que sugirió la alternativa de "Una China, dos sistemas".
Esa idea radicaba en permitir que las antiguas colonias de Hong Kong y Macao mantuvieran sus sistemas políticos, bajo un acuerdo de plena autonomía, aunque Pekín mantendría las relaciones internacionales y la defensa militar de estos territorios.
La alternativa se aplicó en 1997, cuando Hong Kong dejó de ser una colonia británica y en 1999, Macao abandona la relación con Portugal.
Funcionarios taiwaneses dicen que Taiwán es mucho más que una provincia, y que es un Estado soberano que tiene su propia Constitución, un gobierno elegido democráticamente, y un ejército de 400, 000 soldados.
"Queremos un diálogo constructivo con China, incluso en el comercio", destacó hace poco el Canciller de Taiwán, Chih-Fang Huang, durante su visita a Panamá.
China Popular es ahora una superpotencia mundial comercial y ha comenzado a dar signos de más apertura democrática. Taiwán por su parte, quiere un comercio saludable con China y definir pronto la situación en el Estrecho de Formosa.
Indudablemente, los chinos y taiwaneses saben que el futuro la unidad del pueblo chino será una realidad, pero todo depende del "estatus quo" que se le brinde a Taiwán, que hoy también es la 15ava potencia comercial del planeta y gestora clásica de la democratización en el Asia.
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