El ladrón del siglo pasó del paraíso brasileño a un asilo
- A.Samaniego
El británico Ronnie Biggs estuvo 36 años fugitivo, pasando por Panamá, Argentina y Bolivia, pero la mayoría del tiempo vivió una existencia de novela en Brasil.
El británico Ronnie Biggs, conocido como 'el ladrón del siglo' por el asalto al tren de Glasgow (Escocia) en 1963, fue trasladado esta semana desde el hospital de Norfolk donde se encontraba, a una residencia para ancianos en el norte de Londres.
Diez días después de que el Gobierno británico le concediese la libertad, Biggs dejó el hospital de Norwich, donde cumplía su pena de prisión y estaba ingresado desde finales de julio, aquejado de una grave neumonía. Una ambulancia llevó a la que su asesor legal calificó como de su "domicilio final" al famoso delincuente, que celebró este mes su 80 cumpleaños en el hospital. La residencia se encuentra en Barnet (al norte de Londres), cerca de la casa de su hijo.
Biggs fue puesto en libertad recientemente por motivos humanitarios y, según su asesor, Giovanni di Stefano sigue estando "muy enfermo": ha sufrido tres accidentes cerebrovasculares, no puede caminar y es alimentado por una sonda gástrica.
Di Stefano justificó el hecho de que su cliente vaya a ser atendido en ese asilo con dinero público: "Es más o menos lo que recibiría cualquier otra persona de medios económicos limitados", explicó.
Su hijo, Michael Biggs, cuya madre es la brasileña Raimunda Rothen con quien el famoso ladrón se casó en el 2002, se mostró exultante por la excarcelación, una noticia que tiene a su familia "loca de contenta".
Sin embargo, el nieto del conductor de tren, que resultó herido en la cabeza durante el asalto, declaró al 'Daily Telegraph' que Biggs se debería "podrir en la cárcel".
"Ojalá Ronnie Biggs estuviera muerto. Deberían haber dejado que se pudriera en la cárcel. Biggs es un hombre terrible y debería haber cumplido sus últimos días en prisión", dijo Stephen Mills, de 46 años, cuyo abuelo, Jack Mills, fue golpeado con una barra de hierro durante el robo y nunca pudo volver a trabajar.
Pasó años fugitivo.
Este personaje pasó 36 años fugitivo, la mayoría del tiempo vivió una existencia de novela en Brasil, mientras jugaba al gato y al ratón con las autoridades de su país.
El primer capítulo de la novela de Biggs, nacido en Londres en 1929, empezó a escribirse en la madrugada del 8 de agosto de 1963, día de su 34 cumpleaños, cuando con otros 14 cómplices protagonizó el audaz asalto al tren postal Glasgow-Londres, que pasó a la historia como el 'robo del siglo XX'.
El británico se hizo famoso en todo el mundo por el denominado 'robo del siglo', ya que junto a sus compinches lograron apoderarse de 120 bolsas con alrededor de unos 2,6 millones de libras (unos tres millones de euros), el mayor botín obtenido hasta entonces en un solo atraco.
Detenido un mes más tarde y condenado a pasar 30 años tras las rejas, Biggs se fugó de la cárcel 15 meses después descolgándose por una cuerda y saltando sobre un camión que le abrió las puertas a su nueva vida.
Tras una primera etapa en Francia, donde se sometió a una operación de cirugía estética, estuvo una temporada en España y otra en Australia, antes de llegar a Brasil en 1970, pasando por Panamá, Argentina y Bolivia.
Durante sus años en Río de Janeiro, Biggs montó un restaurante, una página web y escribió su autobiografía.
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