Juez exige extradición de 22 agentes de CIA
Publicado 2005/12/24 00:00:00
- Abu Dabi/EFE
Se les acusa en Roma del secuestro de un musulmán sospechoso de respaldar grupos terroristas.
UN JUEZ HA emitido órdenes de arresto europeas para 22 supuestos agentes de la CIA en relación con el secuestro de un clérigo egipcio en una calle de Milán en 2003, dijo un fiscal el viernes.
El fiscal Armando Spataro dijo que las órdenes permitían detener a los sospechosos en cualquiera de los 25 países miembros de la Unión Europea. Previamente, Italia había emitido las órdenes de arresto válidas para los 22 en su territorio.
Daria Pesce, abogada de uno de los 22 acusados, restó importancia a las órdenes, pero reconoció que los sospechosos se arriesgaban a ser detenidos si viajaban por Europa.
"Ese es el único problema", dijo en entrevista telefónica con The Associated Press.
Spataro ha pedido la extradición de los 22 desde Estados Unidos. Pero el ministro de Justicia, Roberto Castelli, ha pedido mayor documentación a la corte antes de decidir si envía la orden a Washington, dijo Spataro.
Días atrás, el premier Silvio Berlusconi, un aliado firme de Estados Unidos, insinuó que su gobierno no presentaría el pedido de los fiscales a Washington al señalar que "me parece que el caso no tiene fundamento".
Por su parte, Castelli puso en tela de juicio la motivación de Spataro al insinuar que el fiscal es un militante de izquierda y antiestadounidense.
El superior de Spataro en Milán respondió con una declaración de apoyo al fiscal, la investigación y sus conclusiones.
Los 22 están sospechados de participar del secuestro de Osama Moustafa Hassan Nasr, un clérigo conocido también como Abu Omar.
El clérigo, sospechoso de pertenecer a un grupo terrorista islámico, presuntamente fue secuestrado en una calle de Milán el 17 de febrero de 2003 y transportado a Egipto, donde habría sido torturado.
Se cree que la operación fue parte del llamado plan de "rendición extraordinaria" de la CIA, que consiste en trasladar a sospechosos de terrorismo a terceros países donde serían torturados.
La presunta existencia de cárceles clandestinas de la CIA en el extranjero ha puesto a la defensiva a EU, consciente de que ésta es la gota que ha colmado las sospechas sobre el maltrato de los detenidos en la lucha antiterrorista.
El problema del maltrato de los prisioneros estalló ya en 2004 al publicarse imágenes de soldados estadounidenses que sometían a abusos a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib.
El hablar de las cárceles también conlleva, inexorablemente, al debate sobre el manejo de la lucha global contra el terrorismo.
Consultados por EFE, tanto Amnistía Internacional (AI) como "Human Rights Watch" (HRW) han condenado el abuso de los prisioneros y enfatizan que las cárceles violan el derecho internacional.
AI asegura que seis aviones de la CIA realizaron unos 800 vuelos desde o hacia Europa entre septiembre de 2001 y septiembre de este año, lo que contradice el mensaje de Washington de que no tortura ni entrega a los detenidos a lugares donde se tortura.
Para Tom Malinowski, un analista de "HRW", no es ningún secreto que la CIA ha ingeniado diversos tipos de abuso, como simulacros de ejecución y privación del sueño, "por lo que las afirmaciones del Gobierno no significan nada".
El fiscal Armando Spataro dijo que las órdenes permitían detener a los sospechosos en cualquiera de los 25 países miembros de la Unión Europea. Previamente, Italia había emitido las órdenes de arresto válidas para los 22 en su territorio.
Daria Pesce, abogada de uno de los 22 acusados, restó importancia a las órdenes, pero reconoció que los sospechosos se arriesgaban a ser detenidos si viajaban por Europa.
"Ese es el único problema", dijo en entrevista telefónica con The Associated Press.
Spataro ha pedido la extradición de los 22 desde Estados Unidos. Pero el ministro de Justicia, Roberto Castelli, ha pedido mayor documentación a la corte antes de decidir si envía la orden a Washington, dijo Spataro.
Días atrás, el premier Silvio Berlusconi, un aliado firme de Estados Unidos, insinuó que su gobierno no presentaría el pedido de los fiscales a Washington al señalar que "me parece que el caso no tiene fundamento".
Por su parte, Castelli puso en tela de juicio la motivación de Spataro al insinuar que el fiscal es un militante de izquierda y antiestadounidense.
El superior de Spataro en Milán respondió con una declaración de apoyo al fiscal, la investigación y sus conclusiones.
Los 22 están sospechados de participar del secuestro de Osama Moustafa Hassan Nasr, un clérigo conocido también como Abu Omar.
El clérigo, sospechoso de pertenecer a un grupo terrorista islámico, presuntamente fue secuestrado en una calle de Milán el 17 de febrero de 2003 y transportado a Egipto, donde habría sido torturado.
Se cree que la operación fue parte del llamado plan de "rendición extraordinaria" de la CIA, que consiste en trasladar a sospechosos de terrorismo a terceros países donde serían torturados.
La presunta existencia de cárceles clandestinas de la CIA en el extranjero ha puesto a la defensiva a EU, consciente de que ésta es la gota que ha colmado las sospechas sobre el maltrato de los detenidos en la lucha antiterrorista.
El problema del maltrato de los prisioneros estalló ya en 2004 al publicarse imágenes de soldados estadounidenses que sometían a abusos a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib.
El hablar de las cárceles también conlleva, inexorablemente, al debate sobre el manejo de la lucha global contra el terrorismo.
Consultados por EFE, tanto Amnistía Internacional (AI) como "Human Rights Watch" (HRW) han condenado el abuso de los prisioneros y enfatizan que las cárceles violan el derecho internacional.
AI asegura que seis aviones de la CIA realizaron unos 800 vuelos desde o hacia Europa entre septiembre de 2001 y septiembre de este año, lo que contradice el mensaje de Washington de que no tortura ni entrega a los detenidos a lugares donde se tortura.
Para Tom Malinowski, un analista de "HRW", no es ningún secreto que la CIA ha ingeniado diversos tipos de abuso, como simulacros de ejecución y privación del sueño, "por lo que las afirmaciones del Gobierno no significan nada".
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) también figura entre los grupos que destacan la disonancia entre lo que dice y hace Washington respecto a los detenidos de la CIA.
La ACLU representa al alemán Jaled El-Masri, quien ha demandado a EU alegando que fue secuestrado por la CIA y trasladado a Afganistán, donde fue golpeado y permaneció incomunicado durante cinco meses.
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