Prisioneros de guerra iraquíes denuncian torturas

Amnistía Internacional (AI) se hizo eco ayer de las denuncias de varios civiles iraquíes antiguos prisioneros de guerra que aseguran que fueron torturados por las tropas anglo-estadounidenses durante la pasada campaña en Irak.

En rueda de prensa, Said Boumedouha, miembro de un equipo de investigadores de AI que acaba de llegar de Irak, informó de que se había entrevistado a al menos veinte ex prisioneros de guerra iraquíes, tanto civiles como militares, quienes manifestaron que habían sido maltratados por las fuerzas aliadas.

El representante de AI citó el caso de un hombre al que, según los testimonios recogidos, se le aplicaron electrochoques, mientras que otros varios fueron golpeados durante toda una noche, y subrayó que, a su juicio, "esto puede ser calificado como tortura".

Todos fueron detenidos en la ciudad de Basora y sus alrededores (sur de Irak) y ya habían sido liberados cuando AI se puso en contacto con ellos.

Por su parte, Judit Arenas, portavoz de prensa de AI, dijo en la misma rueda de prensa que la mayor prioridad hoy en Irak es mejorar la seguridad y preservar y tomar fotos de las fosas comunes, que albergan pruebas de abusos cometidos contra los derechos humanos durante el régimen de Sadam Hussein.

Arenas reveló que Amnistía Internacional ha elaborado una lista con 17,000 nombres de desaparecidos en territorio iraquí desde 1979 (año en que Sadam Hussein llegó al poder) y dijo que "las desapariciones son el mayor legado a largo plazo que Irak tendrá que afrontar mientras sale adelante".

222Ayer, se anunciaron nuevas medidas para eliminar la influencia del Partido Baas, entre ellas, se prohíbe desplegar en público retratos de Sadam.

Por otro lado, el máximo responsable de la administración civil en Irak, el estadounidense Paul Bremer, anunció ayer nuevas medidas para erradicar la influencia del antiguo partido único Baas, que incluyen la prohibición de desplegar en público retratos del derrocado presidente, Sadam Hussein.

En un comunicado en árabe y en inglés distribuidoayer, Bremer anuncia que se expulsará de los empleos públicos a los que sean miembros del Baas y que se interrogará a todos los que ocupen las categorías más altas del funcionariado, incluso en instituciones como hospitales y universidades.

Esos altos funcionarios serán interrogados "por su posible afiliación al partido Baas y sujetos a investigación por conducta criminal y amenaza a la seguridad".

Asimismo, anunció recompensas -que no cuantificó- para quien proporcione información "que lleve a la captura de los miembros de alto rango del partido Baas.