Coronavirus
Putin aplaza el desfile del 75 aniversario de la victoria sobre Alemania nazi
- Ignacio Ortega (EFE) / AP
El presidente ruso Vladimir Putin aseguró que, una vez superada la "amenaza" que representa el coronavirus, el país celebrará aún este año el gran desfile. También el mandatario aplazó una votación prevista para este mes sobre cambios constitucionales que le permitirían continuar en el poder hasta 2036 si lo deseara.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, decidió este jueves aplazar el gran desfile militar del 9 de mayo para conmemorar el 75 aniversario de la victoria sobre la alemania nazi, debido a la pandemia del coronavirus. "Pido al ministro de Defensa y a todos los gobernadores regionales cambiar la fecha y posponer el desfile militar en la Plaza Roja y las paradas en las regiones", señaló el mandatario en una reunión del Consejo de Seguridad, donde dijo que los eventos en torno al aniversario se celebrarán no obstante este año.
También aplazó una votación prevista para este mes sobre cambios constitucionales que le permitirían continuar en el poder hasta 2036 si lo deseara. El plebiscito y los festejos del Día de la Victoria encabezaron la agenda política del Kremlin durante meses, y la decisión de aplazarlos siguió a varias semanas de dilaciones.
"Los riesgos vinculados a la epidemia (COVID-19), que no ha llegado aún a su pico, son extremadamente altos. Y esto me impide comenzar la preparación del desfile y de otros actos de asistencia masiva", dijo el mandatario en la reunión con el Consejo de Seguridad de Rusia.
Será la primera vez desde 1995, cuando se reanudó esa tradición -que Putin ha convertido en los últimos años en una demostración anual de fuerza militar-, que la parada no se celebrará un 9 de mayo. "Está claro que (el desfile) será este año, en 2020. Sobre todo, porque todo este año ha sido declarado Año de la Memoria y la Gloria", recalcó Putin.
Aunque Putin ha mantenido silencio hasta este jueves, era un secreto a voces que iba a ser imposible celebrar la parada el 9 de mayo, la fiesta nacional por excelencia en este país, con decenas de millones de personas en las calles, cuando en Rusia no dejan de aumentar los contagios.
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Esta semana casi todos los días el país registraba más de 3.000 nuevos positivos por coronavirus, de manera que este jueves Rusia se acercaba ya a los 28.000 casos y sumaba 232 decesos por la COVID-19. Moscú es, además, el epicentro mismo del coronavirus con 16.146 casos a fecha de hoy y 113 fallecidos.
Putin ha descartado la opción de un desfile televisado, sin mandatarios ni veteranos en las gradas de la plaza Roja y con más de cien millones de rusos encerrados en sus casas. El desfile estaba destinado a ser su ceremonia de "coronación" ante la comunidad internacional, una vez los rusos aprobaran en el plebiscito del 22 de abril la reforma constitucional que le permitiría presentarse a la reelección en 2024, algo que prohíbe la actual Carta Magna.
Putin, que se las prometía felices cuando presentó la reforma en su discurso sobre el estado de la nación en enero, ya tuvo que cancelar la consulta popular cuando la pandemia apenas había golpeado este país. Sumado al bajón que supuso el desplome de los precios del petróleo, que obligó a Putin a aceptar un humillante acuerdo con Arabia Saudí, la suspensión de la parada es el tercer revés en apenas unas semanas.
El Kremlin había invitado a los principales líderes mundiales, incluido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los dirigentes de China y la Unión Europea, y a los mandatarios de las potencias vencidas: Alemania y Japón.Trump ya había declinado la invitación por problemas de agenda, pero el Kremlin esperaba que a la cita acudieron el resto de invitados, incluidos la canciller alemana, Angela Merkel -o el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier-; el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Al 50º aniversario de la victoria (en 995) sí acudió el entonces presidente de EEUU, Bill Clinton, mientras su sucesor en la Casa Blanca, George W. Bush, aceptó en 2005 la invitación de Putin. Putin también quería aprovechar el 75º aniversario para tender puentes con Occidente, en lo que algunos analistas ven como un intento de que se levanten las sanciones económicas impuestas desde la anexión por Rusia de la península ucraniana de Crimea en 2014.
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La presencia de los líderes mundiales debería representar el inicio de una nueva era en las relaciones entre Rusia y Occidente, peor las cosas comenzaron cada vez más a torcerse. En opinión de los veteranos de guerra rusos, la parada debe tener lugar cuando "no sea una amenaza", lo que sería, apuntan, "una muestra de respeto" a los veteranos, los soldados y los propios ciudadanos.
Primero fueron los médicos, después los organizadores de la marcha del "Batallón Inmortal", en recuerdo de los familiares combatientes y en la que participa Putin mismo con el retrato de su padre, y ahora los propios veteranos rusos quienes se dirigieron al presidente para posponer el Día de la Victoria.
Putin ordenó un cierre parcial de la economía hasta el 30 de abril. Recientemente advirtió a los funcionarios que debían prepararse para las hipótesis “más extraordinarias” sobre el número de personas contagiadas en Rusia, que aumenta de manera exponencial.
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