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85 años al cuidado de los niños de Panamá
Yoel Núñez González - Publicado:
En 1920, bajo la administración del entonces Presidente de la República, Dr.Belisario Porras, y con la atención de las Hermanas Bethlemitas, fue creado el Hogar de la Infancia, en el Terraplén de San Felipe.Este es un centro que ofrece a los niños de la ciudad de Panamá, cuidados, atención médica y educación básica para convertirlos en hombres y mujeres de bien que formen una sociedad libre de injusticias.A sus 85 años de fundación el Hogar guarda una imagen impecable donde reina la paz, la armonía y la magia de una niñez que circula por los sencillos e históricos pasillos del hogar que los ve crecer cada día.En el hogar residen unos 50 niños y tiene una escuelita primaria, áreas acondicionadas para la atención de los niños, como una cancha donde juegan, una capilla, un comedor, baños y habitaciones acondicionadas únicamente para estos niños.En la escuelita hay niños que provienen de otras áreas de la ciudad y que son formados bajo la preparación de las Hermanas Bethlemitas y los educadores, que son un aporte del Ministerio de Desarrollo Social, que es la entidad gubernamental que más apoyo le brinda al hogar.Seis hermanas residen dentro del hogar y dedican su tiempo al cuidado y atención de los niños.La Hermana Berta Ariza, indicó que el hogar recibe donaciones en especias o en efectivo para la compra de alimentos, ropa, calzado e implementos de limpieza y aseo personal.La alimentación es un punto importante dentro del hogar.La hermana Ariza, indicó que prevalece la presencia de niños con desnutrición, tal es el caso de uno que perdió la vista debido a la grave desnutrición que enfrentó.También ofrecen albergue a niños que son abandonados por sus madres o que no les prestan atención.Estos niños llegan al hogar en busca de refugio.Este centro no aparenta ser un hogar, sino hasta que podemos entrar y apreciar el hermoso jardín que luce en el patio central , ya que son unas instalaciones muy aseadas y con una paz y armonía dignos de una casa en la que Dios hace maravillas.La escuelita es pequeña, a penas si tiene un salón para cada grado, la educación es primaria únicamente.Según la Hermana Berta, cuando los niños se gradúan, son trasladados a otros colegios secundarios para que puedan seguir preparándose.Los salones cuentan con todo lo necesario para cada clase, hay un laboratorio de informática que tiene un equipo muy novedoso y actualizado."Los niños que estudian en el Hogar de la Infancia, se capacitan para ser excelentes profesionales, que más tarde son grandes hombres y mujeres", indicó la hermana Berta.La biblioteca cuenta con pocos libros, pero sí una literatura muy novedosa y atractiva para cada niño dentro del hogar.Los dormitorios son amplios, sencillos y muy limpios.A simple vista por las comodidades del hogar, pareciera que no hay necesidad, pero como nos cuenta la hermana Berta, sí las tienen, pero el Hogar siempre ofrece la mejor cara.Instituciones públicas y empresas privadas, son las que cada día contribuyen al sostenimiento al Hogar de la Infancia.El centro recibe donaciones de alimentos secos, arroz, leche y azúcar, porque escasean siempre y es necesario tenerlos para poder complementar la alimentación de los niños y no permitir que haya desnutrición.La hermana Berta Ariza indicó que el trabajo desinteresado y el servicio en beneficio de los demás es importante cuando se hace con amor, fe y corazón, ya que solo de esa manera el ser humano que recibe tu apoyo crece con una fe y voluntad de poder retribuir lo que antes recibió de ti.