En Don Bosco pasan de la quietud a la intranquilidad
Publicado 2005/01/25 00:00:00
- Yureth Paredes
La droga y el hurto son los principales problemas que aquejan a la comunidad.
¿SABÍA USTED que lo que hoy conocemos como Don Bosco anteriormente era un Manglar?
Con cierto encanto y tranquilidad fue como los residentes del área de Don Bosco lo conocieron, ya que era una comunidad dormitorio, fundada entre 1978 y 1979.
Ciertos lugares de la barriada, que pertenece al corregimiento de Juan Díaz, con el pasar de los años han pasado de la quietud a la intranquilidad.
Al preguntársele a los residentes sobre cuáles son los principales problemas de su sector, estos algo temerosos responden: la droga y el hurto.
Por ser temas de sumo cuidado, la gente prefiere no revelar su identidad por temor a que se tomen represalias contra ellos.
Los vendedores de la droga, los consumidores y los ladrones han sido identificados en su mayoría, pero se establece en el área la ley del "vive tu vida y deja vivir", aunque hay personas valientes que han hecho denuncias a la Policía.
Estos actos delictivos pueden ocurrir a cualquier hora del día, mientras la situación lo permita.
Es un problema donde la labor de la Policía es mínima por falta de personal y de herramientas de trabajo, si se compara con la cantidad de sectores que tienen que atender.
Con el lema: "El pueblo quiere casas la revolución responde", entre 1978 y 1979 el gobierno militar inició un plan de construcción de viviendas en las periferias de la ciudad capital y San Miguelito, con proyectos como Torrijos-Carter, Roberto Durán, Cerro Batea, Santa Librada, Don Bosco, Montería, San Pedro No. 2 y Villa Gabriela.
En el caso del proyecto urbano Don Bosco, se ubicó en la carretera a Tocumen, contiguo a Villa Catalina y Bello Horizonte.
Las casas son de dos recámaras, sala, comedor, cocina, servicio higiénico, estacionamientos y patio. Los lotes tienen un promedio de 200 metros cuadrados.
La urbanización, vendida como una de las respuestas concretas del Gobierno ante el déficit habitacional, ofreció soluciones a 3 mil 300 familias.
La barriada se entregó en cuatro etapas: el 27 de diciembre de 1978, 142 casas; el 19 de febrero de 1979, 143 casas; el 23 de abril de 1979, 143 casas y el 17 de agosto de 1979, 238 casas.
Durante el período de octubre de 1977 a septiembre de 1978, el Ministerio de Vivienda se realizó una inversión de 38 millones de dólares.
Sin embargo, lo que hoy conocemos como Don Bosco no es ni siquiera una parte de lo que era hace algunos años, porque su población ha crecido, además de que se ha perdido el encanto y tranquilidad que antes lo caracterizaban, señaló Tamara Rodríguez, residente.
Esta comunidad cuenta con una población de 6,228 personas.
Calles en deterioro, un problema de nunca acabar. El pésimo estado que presentan las principales calles de la comunidad de Don Bosco, es una de las preocupaciones de los residentes del área, ya que se encuentran intransitables. Sin embargo, autoridades del Ministerio de Obras Públicas en repetidas ocasiones han señalado que estas calles se encuentran así porque no fueron diseñadas para soportar el tonelaje de los buses que transitan diariamente por el lugar. Las arterias vehiculares que se encuentran intransitables no se circunscriben sólo a Don Bosco, sino que igual característica presentan comunidades aledañas como Colonias del Prado o Bello Horizonte.
Con cierto encanto y tranquilidad fue como los residentes del área de Don Bosco lo conocieron, ya que era una comunidad dormitorio, fundada entre 1978 y 1979.
Ciertos lugares de la barriada, que pertenece al corregimiento de Juan Díaz, con el pasar de los años han pasado de la quietud a la intranquilidad.
Al preguntársele a los residentes sobre cuáles son los principales problemas de su sector, estos algo temerosos responden: la droga y el hurto.
Por ser temas de sumo cuidado, la gente prefiere no revelar su identidad por temor a que se tomen represalias contra ellos.
Los vendedores de la droga, los consumidores y los ladrones han sido identificados en su mayoría, pero se establece en el área la ley del "vive tu vida y deja vivir", aunque hay personas valientes que han hecho denuncias a la Policía.
Estos actos delictivos pueden ocurrir a cualquier hora del día, mientras la situación lo permita.
Es un problema donde la labor de la Policía es mínima por falta de personal y de herramientas de trabajo, si se compara con la cantidad de sectores que tienen que atender.
Con el lema: "El pueblo quiere casas la revolución responde", entre 1978 y 1979 el gobierno militar inició un plan de construcción de viviendas en las periferias de la ciudad capital y San Miguelito, con proyectos como Torrijos-Carter, Roberto Durán, Cerro Batea, Santa Librada, Don Bosco, Montería, San Pedro No. 2 y Villa Gabriela.
En el caso del proyecto urbano Don Bosco, se ubicó en la carretera a Tocumen, contiguo a Villa Catalina y Bello Horizonte.
Las casas son de dos recámaras, sala, comedor, cocina, servicio higiénico, estacionamientos y patio. Los lotes tienen un promedio de 200 metros cuadrados.
La urbanización, vendida como una de las respuestas concretas del Gobierno ante el déficit habitacional, ofreció soluciones a 3 mil 300 familias.
La barriada se entregó en cuatro etapas: el 27 de diciembre de 1978, 142 casas; el 19 de febrero de 1979, 143 casas; el 23 de abril de 1979, 143 casas y el 17 de agosto de 1979, 238 casas.
Durante el período de octubre de 1977 a septiembre de 1978, el Ministerio de Vivienda se realizó una inversión de 38 millones de dólares.
Sin embargo, lo que hoy conocemos como Don Bosco no es ni siquiera una parte de lo que era hace algunos años, porque su población ha crecido, además de que se ha perdido el encanto y tranquilidad que antes lo caracterizaban, señaló Tamara Rodríguez, residente.
Esta comunidad cuenta con una población de 6,228 personas.
Calles en deterioro, un problema de nunca acabar. El pésimo estado que presentan las principales calles de la comunidad de Don Bosco, es una de las preocupaciones de los residentes del área, ya que se encuentran intransitables. Sin embargo, autoridades del Ministerio de Obras Públicas en repetidas ocasiones han señalado que estas calles se encuentran así porque no fueron diseñadas para soportar el tonelaje de los buses que transitan diariamente por el lugar. Las arterias vehiculares que se encuentran intransitables no se circunscriben sólo a Don Bosco, sino que igual característica presentan comunidades aledañas como Colonias del Prado o Bello Horizonte.
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