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Extinguidas ranas de Arlequín
Yessika Valdés - Publicado:
Las ranas Arlequín del género Atelopus han desaparecido de Panamá, Costa Rica y Venezuela, junto a otras especies de anfibios que antes eran abundantes en la región, que al igual que el resto del mundo experimenta una declinación creciente en sus poblaciones de anfibios, lo que es indicativo de la insalubridad del ambiente y de que la especie humana, parte de la cadena ecológica, también está en peligro.El planteamiento anterior lo hizo el grupo de 26 representantes de instituciones de gobierno, entidades no gubernamentales, científicos, académicos y educadores de nueve naciones de Latinoamérica y de los Estados Unidos, al concluir el 2do.Taller Internacional sobre Monitoreo de Anfibios en Latinoamérica, que se celebró en Panamá hasta ayer, viernes.Aprobaron, asimismo, conformar una red internacional "para favorecer el intercambio de información y la unión de esfuerzos para investigación del problema en Latinoamérica y el llamado a las instituciones y organizaciones nacionales e internacionales, a considerar el aporte de estos estudios en sus políticas y programas de apoyo y de toma de decisiones".Roberto Ibáñez, Investigador Afiliado al Smithsonian Tropical Research Institute-STRI (Instituto Smithsonian para Investigaciones Tropicales), leyó un comunicado de los participantes en este Taller de tres días, donde hacen un llamado de alerta sobre este fenómeno mundial que está siendo estudiado por sus implicaciones.El Taller lo auspiciaron el STRI, la organización conservacionista Internacional The Nature Conservancy y el Círculo Herpetológico de Panamá."Los anfibios (ranas, sapos y salamandras), cumplen importante papel como depredadores y presas en sus ecosistemas, con especial implicación para el desarrollo económico de los países latinoamericanos, al contribuir como reguladores de insectos que pueden ser plagas de cultivos o que pueden ser transmisores de enfermedades, al constituirse en especies apreciadas como mascotas generando ingresos por su comercio internacional o como recursos para el desarrollo de programas de ecoturismo, al proveer insumos para la elaboración de drogas en la industria farmacéutica", destacó Ibañez.Por ser la piel de los anfibios muy húmeda, los cambios climáticos y sustancias contaminantes en el ambiente les afectan.La Dra.Karen Lips, una de las investigadoras que ha monitoreado el comportamiento evolutivo de las poblaciones de anfibios de Panamá, se percató en 1996-87 de una mortandad de ranas y sapos en la Reserva Forestal de Fortuna en las tierras altas de Chiriquí.Ella dijo que al analizar los cuerpos de las ranas detectó la presencia de un hongo patógeno que infecta la piel de estos anfibios, que también se ha visto en la piel de las ranas en las laderas de cerro Pando, el cual pudiera estar relacionado con las muertes tanto de estas ranas como de las de Costa Rica.En Panamá hay 175 especies de anfibios, de las cuales 155 son de ranas y sapos, dijo Ibañez.Países que han reportado decrecimientos importantes en sus poblaciones de anfibios son México, Guatemala, Honduras, Colombia, Venezuela, Ecuador, Estados Unidos y Australia, informó Ibañez, quien dijo que el grupo de investigadores que participó en el Taller de Panamá aprobó la Declaración de Chetumal, México, suscrita por los asistentes al 1er.Taller.El próximo tendrá como sede Quito, Ecuador y se espera dar énfasis a la representación de Suramérica.Entre los ejemplos de anfibios extintos está el Sapo Dorado (Bufo periglenes), de Costa Rica, cuyos últimos ejemplares fueron vistos hace 10 años (en Costa Rica de 26 especies abundantes, 11 han desaparecido en los últimos años).También se ha reportado la desaparición de Hyalinobatrachium uranoscopum, Rheobatrachus, Hyalinobatrachium colymbihyllum, Cucloramphus semipalmitu, y el Thoropa miliaris.Por desaparecer está el Hylodes phyllodes.