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Juventud: ¿por qué le atrae el satanismo?
Italia/ - Publicado:
Vacío espiritual, pérdida absoluta de valores familiares y morales, resentimiento social y desprecio por el orden establecido, son señalados como las principales causas del creciente número de jóvenes panameños que se inician en el mundo del satanismo u ocultismo.Con edades comprendidas entre los 13 y hasta los 30 años, realizan esas prácticas tanto en el salón de clases (escuelas o universidades), la casa donde habitan o en cementerios.En muchos casos, los padres desconocen lo que hacen sus hijos y la parafernalia utilizada empieza a inquietar a la comunidad."Yo me inicié en prácticas ocultistas desde muy joven, en lo que se conoce como brujería y conjuros, algo que por diversión hacía con mis mejores amigas del colegio.Lo demás vino con el tiempo, nuevos amigos, la música, el deseo por lo desconocido y finalmente un odio hacia todo esa basura del moralismo y la fe".Así se expresó Angélica, una joven universitaria de 22 años y de apariencia casi normal, cuyo nombre, paradójicamente, se contradice con la manifestación de fe que profesa a través del satanismo o adoración a Satán.Su primera experiencia en un rito satánico fue a los 17 años."Fui invitada a un lugar en el que estaban algunos conocidos.Ellos ya habían participado en otros ritos y muchas de las cosas (símbolos) yo las conocía, pero admito que cuando empezó la "Misa Negra" sentí una sensación diferente a todas las experimentadas hasta entonces", relató la entrevistada.Misa Negra es la máxima manifestación ritual de quienes realizan prácticas satánicas.El rito tiene para sus practicantes la misma importancia que tiene una Eucaristía para cualquier cristiano, con la gran diferencia que en este ritual la figura de Jesús y todo lo que Él representa es objeto de la mayor herejía y burla.Quienes participan en ella no lo hacen como una diversión, todo lo contrario, están convencidos de su creencia y manifiestan de manera abierta su desprecio a las prédicas cristianas y el rechazo a Dios, su Hijo y sus enseñanzas."Usamos una cruz al revés que es escupida y orinada, se le lanzan cosas, invocamos al diablo y maldecimos a la Iglesia, al Papa, a la Virgen María, a nuestros enemigos y a todo lo que detestamos", admitió la satánica.Reconoció la práctica de relaciones sexuales y el uso de alcohol y otras drogas durante la Misa Negra, pero negó que hasta la fecha hayan realizado alguna práctica que atente contra la vida de una persona."Los sacrificios más bien son de animales", explicó.¿Pero qué está provocando que el número de jóvenes que participan en ritos satánicos se esté incrementando en los últimos años? Representantes del ámbito religioso, educativo y médico, que fueron consultados coinciden en que el desmembramiento familiar, la pérdida de valores religiosos y morales, así como la búsqueda constante por parte de los jóvenes de las cosas novedosas, son las principales causas que llevan a alguien a participar en el satanismo.Y aunque a nivel de las autoridades policiales o del Ministerio de Educación no existen reportes detallados de los casos, el número de manifestaciones descubiertas o denunciadas por la ciudadanía, denotan el innegable incremento de la práctica."Ahora hay más gente haciendo esto que hace unos años y se ve que la gente comienza en la práctica desde muy temprano", explicó Angélica sin poder determinar el número de personas que en el país profesan el satanismo.Pese a las denuncias de satanismo en las escuelas, reportadas a través de los medios de comunicación, el subdirector de Asuntos Estudiantiles del Ministerio de Educación (MEDUC), Kelvin Pacheco, negó que ello se esté dando a lo interno de las escuelas, porque todavía la entidad mantiene control absoluto en los centros de enseñanza.Para Pacheco, sí hay denuncias que estudiantes participan en ritos satánicos, pero fuera de los colegios ."Por lo general pasa en las casas de los estudiantes, por lo que la responsabilidad es del hogar y de los padres de familia", dijo Pacheco y lamentó que en el hogar no exista esa supervisión de los acudientes, por haber perdido el control sobre sus hijos.En el caso específico de un profesor acusado de utilizar prácticas satánicas para abusar de sus estudiantes, indicó que el asunto es tramitado a través de la esfera judicial.En cuanto a las sanciones que podría aplicar la escuela o las autoridades a quienes sean sorprendidos incurriendo en ritos satánicos, manifestó que es necesario evaluar cada caso, "porque hay prácticas que están acompañadas de sacrificio de animales, sexo, drogas y sangre".Añadió que una vez analizados los factores, se aplican las sanciones, que pueden ser suspensión de uno a 10 días, el traslado de colegio o, en casos graves, la expulsión del plantel del estudiante involucrado.Alejandro Vázquez Pinto, sacerdote del Centro de Renovación Carismática Católica, especialista en sanación y quien ha tenido múltiples experiencias tratando a personas vinculadas al satanismo, explicó que actualmente hay un rechazo por parte de la juventud a los valores religiosos y todo lo que ello implica."Entonces crea en el hogar y en su escuela un ambiente de violencia, sexo libre, alcohol y droga y busca sólo las cosas que le produce placer a sus sentidos y esto es lo que le ofrecen en estas prácticas", continuó.Expresó que la búsqueda de esa figura antagónica a Dios se debe a que, pese a todo, el hombre como ser espiritual busca respuestas espirituales, "evidentemente esa alternativa que busca no tiene propuesta porque sólo es momentánea".El sacerdote dijo conocer a jóvenes que en la práctica satánica han sido poseídos por el demonio, sin embargo, aclaró que hay que estar vigilantes, no sólo por las posesiones, sino porque en muchos casos pasan a engrosar la lista de enfermos mentales."La Iglesia no califica apresuradamente si una persona está endemoniada o no, porque también hay que analizar la psiquis de la persona para ver si es una enfermedad.No podemos decir que cualquier cosa es Satanás", agregó.Jesse Heckman es un joven evangélico, que sintió la necesidad de estudiar lo oculto y desde esa óptica, y con fundamento en los conocimientos adquiridos, dedica parte de su ministerio en la iglesia Hossana para atender jóvenes que han estado inmersos en el mundo del ocultismo.Aclara que el ocultismo es aquella práctica de lo que se hace a espaldas dede Dios.Desde esa realidad, el satanismo forma parta de las artes ocultas, al igual que la brujería, la santería o los juegos diabólicos, entre otros, pero no se pueden confundir esas prácticas, aunque una puede llevar a la otra o utilizar ritos afines.El evangélico manifestó que según las experiencias observadas, son las mujeres las que más participan de esas prácticas, "y no es algo exclusivo de un nivel social o económico específico, ni de raza.Las personas pueden tener entre 12 hasta 30 años, aunque hay personas de mucha más edad que son satánicas".La corresponsal Sabdy Barría investigó que uno de los sonados casos sobre la supuesta práctica de ritos satánicos por jóvenes estudiantes, se registró hace dos años en Natá, Coclé, aunque no se han registrado más en la Dirección Regional de Educación.Seis estudiantes que asistían al colegio secundario Mariano Prados, eran los señalados en este caso.El rumor que corrió en la comunidad fue que jóvenes del sexo femenino, que eran miembros de reconocidas familias del lugar, estaban involucradas en estas prácticas.Se comentó que ellas optaron por cortarse el cabello lo más bajo posible, además de portar collares de chaquira, sortijas con diseños de calaveras y crucifijos invertidos.Algunos residentes aseguraron que la actividad que realizaban no se efectuaba dentro del plantel, sino en áreas apartadas de la ciudad, como en las faldas del cerro San Cristóbal, donde se consumía drogas, bebidas alcohólicas y se realizaban actos sexuales.La directora del plantel en ese entonces aseguró que lo único que practicaban estos estudiantes era un simple juego y no satanismo.Dijo que los estudiantes efectuaban juegos como la denominada "Quija" y que esto se lo había dado a conocer a los padres de familia.Luego de las publicaciones, se quiso responsabilizar a los medios de comunicación por exagerar la información, sin embargo, una fuente que conoció de cerca lo que sucedió, reveló que en los ritos que estas personas realizaban se dibujaba en el suelo una estrella con cinco puntas y se le colocaban velas en cada una de sus aristas."En el medio de la estrella se ubicaba una de estas chicas y el resto, alrededor, pedía lo que deseaban a medida que escuchaban música rock en inglés", dijo la fuente.Un pastor confirmó que esta situación se dio en Natá, porque a él le correspondió atender a dos de los jóvenes, ambos menores, por solicitud de los profesores."Ellos me confesaron que habían practicado esos juegos y a pesar de que sentían temor, seguían en ello", recalcó.El concepto de satanismo es observado desde una óptica diferente por la medicina, aunque la coincidencia sobre las causas que podrían estar generando su difusión es exacta a la expresada desde el punto de vista religioso.El especialista y subdirector del Hospital Psiquiátrico Nacional, Carlos Smith, expuso que clínicamente quien manifiesta algún tipo de conducta satánica particular es porque ha caído en una etapa disociativa de la mente, de la misma forma que le puede suceder a un fanático religioso.En los casos extremos, que desde el punto de vista religioso podrían considerarse como una posesión demoníaca, el paciente presenta un cuadro psicótico o de locura.El especialista consideró importante aclarar que quien realiza esas prácticas también consume algún tipo de drogas, por lo que al momento de verificarse su internamiento y tratamiento es reportado por causas colaterales, pero no por sus prácticas satánicas.Para Smith, Panamá no reporta casos de jóvenes que requieren tratamiento psiquiátrico a causa del satanismo, porque el volumen de personas que realiza la práctica es escaso, comparado con sociedades grandes como la estadounidense, donde existen clínicas especializadas para dar tratamientos.Dijo también que el Psiquiátrico carece de registros que permitan determinar si el problema esté aumentando."Además, por lo general los jóvenes no llegan a la fase crítica o psicótica, más bien permanecen en la disociación, la que les permite su restablecimiento paulatino".En cuanto a las posesiones diabólicas que supuestamente manifiestan algunos practicantes del satanismo, dijo que es parte de una etapa relacionada con su disociación."No pienso que haya ninguna otra cosa, porque si estuvieran psicóticos les podrán rezar por horas y no van a regresar, sino que requerirán de un tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico que los ayude a retornar a un estado normal emocional", sustentó.