Una alternativa para salir de la adicción
Publicado 2005/02/20 00:00:00
- Annette Hinestroza V.
El camino que lleva a una adicción es algo que los estudiosos del tema aún discuten, pero si en algo existe acuerdo, es en la necesidad de salir de ella.
Para quienes buscan escapar, el Centro de Estudios y Tratamiento de Adicciones (CETA) del Instituto de Salud Mental (INSAM) se ha vuelto una herramienta para abandonar la dependencia a drogas ilícitas y también a las socialmente aceptadas como el tabaco y el alcohol.
Yadira Boyd, encargada del CETA, sostiene que no hay distinción entre quienes abusan de drogas legales o los dependientes al alcohol y el tabaco. Ambas adicciones deben ser tratadas.
La familia puede desempeñar un papel importante en el primer paso a la recuperación de un adicto. En el caso de un acohólico, llevar un diario de su conducta y confrontarlo de esta forma puede ser útil, precisa la especialista.
Llegar al CETA no es el primer paso, sino admitir el problema.
Ya en el centro, la terapia consta de tres fases. En la primera se orienta al afectado sobre su enfermedad y dura de una a cuatro semanas.
La segunda fase, de unas cuatro semanas, es intensa. El día comienza de madrugada, lleno de actividades complementadas con atención psicológica, espiritual y médica.
El último proceso es de mantenimiento, el paciente acude una vez por semana y es considerado de mantenimiento.
Durante el proceso de recuperación del adicto, la familia tiene un papel importante; como apoyo y receptora de la terapia. A éstos se les enseña desde cómo manejar la frustración, hasta cómo llorar y expresarse.
Boyd agrega que el Estado subsidia el 90% de este tratamiento, pues el costo real de una terapia de este tipo es de B/.60.00 por día.
Por los treses meses aproximados del proceso, el CETA pide la donación de B/.200.00, como un compromiso de cambio. A quien le parezca elevada la cifra, Boyd afirma que las drogas tampoco son gratuitas.
Aseguró que en los meses que lleva el gobierno del presidente Martín Torrijos no se ha visto ningún tipo de pasos positivos para alcanzar la consecución de la justicia que están solicitando los familiares.
Un equipo integrado por familiares de los desaparecidos estará sentando el próximo 2 de marzo en una mesa de negociación con representantes del Estado panameño, a petición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA con sede en Washington. Analizarán la demanda de una reparación por los crímenes cometidos.
El Estado panameño tendría que aceptar su responsabilidad por los crímenes, desapariciones forzadas, torturas y persecuciones sistemáticas practicadas durante la dictadura militar (1968-1989).
Para quienes buscan escapar, el Centro de Estudios y Tratamiento de Adicciones (CETA) del Instituto de Salud Mental (INSAM) se ha vuelto una herramienta para abandonar la dependencia a drogas ilícitas y también a las socialmente aceptadas como el tabaco y el alcohol.
Yadira Boyd, encargada del CETA, sostiene que no hay distinción entre quienes abusan de drogas legales o los dependientes al alcohol y el tabaco. Ambas adicciones deben ser tratadas.
La familia puede desempeñar un papel importante en el primer paso a la recuperación de un adicto. En el caso de un acohólico, llevar un diario de su conducta y confrontarlo de esta forma puede ser útil, precisa la especialista.
Llegar al CETA no es el primer paso, sino admitir el problema.
Ya en el centro, la terapia consta de tres fases. En la primera se orienta al afectado sobre su enfermedad y dura de una a cuatro semanas.
La segunda fase, de unas cuatro semanas, es intensa. El día comienza de madrugada, lleno de actividades complementadas con atención psicológica, espiritual y médica.
El último proceso es de mantenimiento, el paciente acude una vez por semana y es considerado de mantenimiento.
Durante el proceso de recuperación del adicto, la familia tiene un papel importante; como apoyo y receptora de la terapia. A éstos se les enseña desde cómo manejar la frustración, hasta cómo llorar y expresarse.
Boyd agrega que el Estado subsidia el 90% de este tratamiento, pues el costo real de una terapia de este tipo es de B/.60.00 por día.
Por los treses meses aproximados del proceso, el CETA pide la donación de B/.200.00, como un compromiso de cambio. A quien le parezca elevada la cifra, Boyd afirma que las drogas tampoco son gratuitas.
Aseguró que en los meses que lleva el gobierno del presidente Martín Torrijos no se ha visto ningún tipo de pasos positivos para alcanzar la consecución de la justicia que están solicitando los familiares.
Un equipo integrado por familiares de los desaparecidos estará sentando el próximo 2 de marzo en una mesa de negociación con representantes del Estado panameño, a petición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA con sede en Washington. Analizarán la demanda de una reparación por los crímenes cometidos.
El Estado panameño tendría que aceptar su responsabilidad por los crímenes, desapariciones forzadas, torturas y persecuciones sistemáticas practicadas durante la dictadura militar (1968-1989).
La CV le solicitó a la jefa del Ministerio Público, Ana Matilde Gómez, la exhumación de 12 restos ubicados en el cementerio El Marañón de Coiba. Hay evidentes signos de tortura y fueron identificados con pruebas de ADN.
La CV fue establecida con el propósito de esclarecer la verdad de las acciones cometidas a partir de 1968 durante el régimen militar.
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