Vigilancia institucional, una posible solución
Publicado 2007/06/25 23:00:00
- Irma Elena Mordok
Es necesario que las personas tomen conciencia del daño que pueden ocasionar a los automóviles.
EN LA ciudad capital hay un problema que parece no tener fin. Cada día las calles amanecen con una tapa de alcantarillado menos, producto de la fiebre del hierro, mientras los conductores hacen todo tipo de pericias para no causar daño a sus unidades y evitar un accidente.
Sectores como la avenida Frangipani, a la altura del cruce que dirige al área de Albrook, la entrada de La Riviera de Pedregal, y Villa Lucre se han sumado a la lista de los lugares donde las tapas de alcantarillas han sido hurtadas.
Clara Aguirre, residente de La Riviera, indicó que ha presenciado en varias ocasiones cómo los conductores se convierten en presa fácil de los huecos por la ausencia de las tapas.
Sucede que allí en la entrada, y dentro de la misma comunidad, existen varias alcantarillas sin tapas.
Otros puntos en donde tradicionalmente se observa la ausencia de esta plancha de hierro es en la vía Ricardo J. Alfaro, a la altura de la Cervecería Nacional y la avenida Frangipani, a un costado del Estadio Juan Demóstenes Arosemena, en Curundú.
Esta acción representa un peligro para los conductores, ya que muchos caen en los huecos, provocando accidentes o daños en los vehículos.
Esther Vega, una conductora, asegura que el problema con las tapas de las alcantarillas se agudiza en las noches.
Contó que en varias ocasiones ha estado a punto de caer en estas cavidades, pues la oscuridad se convierte en su peor enemigo al conducir.
Las desapariciones de las tapas de alcantarillas representan un dolor de cabeza para el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) y la ciudadanía.
Cada tapa le cuesta al Estado alrededor de B/. 200.
Al año el MOP pierde aproximadamente B/.55 mil, mientras que el IDAAN, unos B/. 100 mil.
José Carías, jefe del departamento de Alcantarillado del IDAAN, explicó que para evitar el hurto de las tapas de alcantarillado sanitario, están realizando un cambio en el modelo.
En lugar de planchas metálicas se está colocando una bisagra y un tornillo que las asegura.
La medida se está aplicando en las nuevas barriadas.
Carias informó que San Joaquín, en el corregimiento de Pedregal, es una de las áreas de la ciudad de Panamá donde el hurto de alcantarillas es constante.
El jefe de Alcantarillado del IDAAN indicó que para este año la cantidad de tapas de alcantarillado sanitario hurtadas podría duplicarse.
Considera que para evitar estos delitos se debería establecer una vigilancia tanto en el día como en la noche, con personal especializado.
"Para que esto se cumpla se tendría que realizar una coordinación interinstitucional, pues esto no sólo le compete al IDAAN, sino que también es responsabilidad del MOP", manifestó.
Concordó que en Panamá, la venta del hierro y metales se ha convertido en una actividad rentable, por lo que a los delincuentes les conviene conseguirlas a cualquier precio, incluso robándolas.
Por ejemplo, algunas empresas dedicadas al reciclaje, se compra la libra de cobre a B/. 2.50, mientras que la del aluminio, la lata y radiadores es de B/. 0.50 por libra.
En países como Colombia, la situación es similar a la de Panamá.
En Bogotá eran hurtadas cada año, 10 mil tapas por lo que las autoridades decidieron firmar un convenio para cambiar 250 mil tapas de hierro por de polietileno. Se invirtió 3, 600 millones de dólares.
Sectores como la avenida Frangipani, a la altura del cruce que dirige al área de Albrook, la entrada de La Riviera de Pedregal, y Villa Lucre se han sumado a la lista de los lugares donde las tapas de alcantarillas han sido hurtadas.
Clara Aguirre, residente de La Riviera, indicó que ha presenciado en varias ocasiones cómo los conductores se convierten en presa fácil de los huecos por la ausencia de las tapas.
Sucede que allí en la entrada, y dentro de la misma comunidad, existen varias alcantarillas sin tapas.
Otros puntos en donde tradicionalmente se observa la ausencia de esta plancha de hierro es en la vía Ricardo J. Alfaro, a la altura de la Cervecería Nacional y la avenida Frangipani, a un costado del Estadio Juan Demóstenes Arosemena, en Curundú.
Esta acción representa un peligro para los conductores, ya que muchos caen en los huecos, provocando accidentes o daños en los vehículos.
Esther Vega, una conductora, asegura que el problema con las tapas de las alcantarillas se agudiza en las noches.
Contó que en varias ocasiones ha estado a punto de caer en estas cavidades, pues la oscuridad se convierte en su peor enemigo al conducir.
Las desapariciones de las tapas de alcantarillas representan un dolor de cabeza para el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) y la ciudadanía.
Cada tapa le cuesta al Estado alrededor de B/. 200.
Al año el MOP pierde aproximadamente B/.55 mil, mientras que el IDAAN, unos B/. 100 mil.
José Carías, jefe del departamento de Alcantarillado del IDAAN, explicó que para evitar el hurto de las tapas de alcantarillado sanitario, están realizando un cambio en el modelo.
En lugar de planchas metálicas se está colocando una bisagra y un tornillo que las asegura.
La medida se está aplicando en las nuevas barriadas.
Carias informó que San Joaquín, en el corregimiento de Pedregal, es una de las áreas de la ciudad de Panamá donde el hurto de alcantarillas es constante.
El jefe de Alcantarillado del IDAAN indicó que para este año la cantidad de tapas de alcantarillado sanitario hurtadas podría duplicarse.
Considera que para evitar estos delitos se debería establecer una vigilancia tanto en el día como en la noche, con personal especializado.
"Para que esto se cumpla se tendría que realizar una coordinación interinstitucional, pues esto no sólo le compete al IDAAN, sino que también es responsabilidad del MOP", manifestó.
Concordó que en Panamá, la venta del hierro y metales se ha convertido en una actividad rentable, por lo que a los delincuentes les conviene conseguirlas a cualquier precio, incluso robándolas.
Por ejemplo, algunas empresas dedicadas al reciclaje, se compra la libra de cobre a B/. 2.50, mientras que la del aluminio, la lata y radiadores es de B/. 0.50 por libra.
En países como Colombia, la situación es similar a la de Panamá.
En Bogotá eran hurtadas cada año, 10 mil tapas por lo que las autoridades decidieron firmar un convenio para cambiar 250 mil tapas de hierro por de polietileno. Se invirtió 3, 600 millones de dólares.
Existen sanciones para quienes se dediquen a estas prácticas. La adquisición y venta de material ferroso estatal esta tipificado en el Acuerdo Municipal 66 del 20 de junio de 2005, que impone sanciones por comprar este metal adquirido de forma ilícita.
Cubrir las tapas de las alcantarillas con concreto es otra de las medidas que se han adoptado.
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