Zonas vulnerables a inundaciones

En la ciudad de Panamá el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) ha establecido zonas vulnerables a inundaciones en un mapa de riesgos, donde se han marcado el corregimiento de Juan Díaz, y Belisario Porras en el distrito de San Miguelito, como los más susceptibles para estos desastres.

Dentro de estas circunscripciones los más vulnerables son: La urbanización Teremar, Los Caobos, Las Acacias, Urbanización Don Bosco, Ciudad Radial, Llano Bonito, San Cristóbal y Santa Clara, Río Abajo; Parque Lefebre y Chanis.

El año pasado y en la actual temporada, las lluvias ya han producido inundaciones en diferentes puntos que dejan cuantiosas pérdidas materiales y daños a la propiedad.

Este año los organismos vinculados se mantienen en alerta constante ante cualquier fenómeno de esta naturaleza.

Si bien las tormentas tropicales y las lluvias torrenciales son la primera causa de las inundaciones por los desbordamientos de los ríos u otras corrientes de agua, debemos estar conscientes que los métodos de cultivos no racionales y la deforestación irresponsable pueden ser otras causas.

De acuerdo con Juan B.

Benavides, los estudios realizados por el SINAPROC en las áreas urbanas, las calles, edificios y estacionamientos, aumentan el volumen de agua que escurre cuando llueve y aumentan el tiempo de concentración en los drenajes artificiales y naturales por lo que se debe construir con la suficiente capacidad y dejar áreas para la acumulación de las aguas.

De acuerdo con los especialistas, cuando se registran lluvias intensas de inmediato debe ponerse en alerta a las instituciones especializadas que vigilarán la crecida de los ríos y otras corrientes, de manera de no ser sorprendidos.

Se recomienda a las personas adquirir conciencia de no edificar viviendas cerca de los ríos con peligro de desbordamiento.

Es imprescindible, además, el desarrollo de programas de conservación, incluyendo el manejo adecuado de los desechos sólidos y crear en la comunidad la responsabilidad de mantener limpios las quebradas, ríos y drenajes, para evitar inundaciones, pues las crecidas rápidas son funestas, advierten los entendidos en la materia.

La Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), en un informe, revela que las inundaciones que se han producido en Panamá como el caso de Calle 50, el 11 de noviembre de 2003, producto del desbordamiento del río Matasnillo, se debe a la mala edificación de obras que obstaculizan el curso de las aguas.

En esta ocasión, se edificó a la par del cauce el río Matasnillo, encima de la pavimentación lo que no permitía que pasaran las aguas cuando se producía una lluvia extraordinaria.

Recomiendan que es importante que la aprobación de los planos de obras en las servidumbres de ríos sean evaluados detenidamente antes de ser refrendados por las autoridades que los aprueban, siendo más exigentes y evitando que las construcciones aledañas obstaculicen los ríos.

La SPIA hace un llamado al Ministerio de Obras Públicas (MOP) como al Ministerio de Vivienda (MIVI), entidades que aprueban y autorizan estas construcciones.

Todos los años Chanis enfrenta estoicamente inundaciones, algo que ya a nadie sorprende.

El caso de esta barriada, nacida a finales de los 60, ha sido objeto de especial atención por parte del MOP.

El problema radica en que los sistemas de alcantarillados sanitarios de las urbanizaciones de Chanis y Urbanopat fueron construidos sobre terrenos con niveles de calles bastante bajos.

Estos sistemas se han recargado con el pasar del tiempo con flujos de agua pluvial y aguas negras provenientes de las áreas que están en un nivel superior.

Según la presidenta del Comité Pro Rescate de Chanis, Yadira de Casanova, el gran desarrollo urbanístico en los alrededores trajo como consecuencia inundaciones y crecidas de los ríos con más frecuencia.

Estas crecidas provocan que el sistema de alcantarillados sanitario se reboce y se mezcle con las aguas pluviales, ocasionando grandes pérdidas de dinero a los residentes de estas urbanizaciones e incomodidades para los usuarios.

Según explican los residentes, en 1999 se terminó el estudio de canalización de las quebradas Chanis y La Gallinaza, realizado por la empresa colombiana Hidrotec Ltd.

junto a la panameña Codico.

El documento recoge y plantea todas las acciones a desarrollar para eliminar las inundaciones en este sector.

La solución del caso de Chanis pasa por la ejecución de cuatro fases.

La primera, identificada como "Casa Blanca-Romeral", ya se terminó e incluyeron la pavimentación de las quebradas para evitar la erosión y darle la máxima capacidad al canal.

La segunda fase incluye el área donde comenzó Chanis conocida como Urbanopat-Los Pinos.

La razón de las inundaciones en este sitio era que la barriada fue construida con tuberías de 12 y 19 pulgadas.

Los trabajos ya realizados incluyeron la instalación de una línea madre de 48 pulgadas y el dragado del antiguo canal de Chanis.

La tercera etapa comprende el canal existente entre Chanis y Reparto Nuevo Panamá.

El canal es de tierra y se debe pavimentar para aumentar la fluidez en el paso del agua y evitar la erosión.

Por último, queda por realizar los trabajos para evitar las típicas inundaciones en la vía Santa Elena.

En este caso hay que sustituir toda la estructura que drena las aguas al nivel del lecho del cauce original del río, lo que impide su rápido flujo, explicó Casanova.

Actualmente se está a la espera del inicio de los trabajos de la última fase con lo que se podría solucionar en alguna medida el problema.

Salvar la vida es lo más importante.

Recoja material de emergencia y diríjase a un lugar elevado.

No intente cruzar a pie una corriente de agua que sobrepase sus rodillas.

No conduzca su automóvil, es mejor abandonar el vehículo.

Aléjese de los lugares susceptibles a derrumbe.

En áreas urbanas, vigile que los niños no se acerquen a las alcantarillas o desagües porque podrían ser tragados por la corriente.

Pasado el peligro, es importante comprobar la potabilidad del agua antes de ingerirla.

No se debe consumir alimentos que hayan estado en contacto con agua contaminada.

No visitar áreas de desastre sin autorización.

No usar equipos eléctricos conectados en áreas mojadas.

Procure estar informado y seguir las instrucciones de las autoridades.