Slim permanece fiel a su esposa Soumaya, el amor de su vida fallecida en 1999

Carlos Slim, que con una fortuna de unos 35.000 millones de dólares es el tercer hombre más rico del mundo, permanece fiel a quien fue el amor de su vida durante 33 años, su esposa Soumaya Domit, fallecida hace una década y con quien formó una familia "que no piensa cambiar".

Slim, que tiene inversiones en unos dos centenares de empresas y es dueño de las principales compañías de telefonía en México, Telmex y América Móvil, relató por primera vez detalles de su vida personal en una charla con la revista del corazón Quién, que comenzó a circular esta semana.

"No me volvería a casar, la familia que tengo es a todo dar (excelente), ¿para qué la voy a descomponer haciendo otra?", afirmó Slim en la extensa entrevista.

Slim negó tener una relación amorosa con la reina madre de Jordania, Noor al-Hussein, con quien la prensa lo ligó sentimentalmente, y aseguró que con ella "sólo existe una gran amistad".

El magnate se casó con Soumaya Domit en 1966 y tuvieron seis hijos (Carlos, Marco Antonio, Patricio, Soumaya, Vanessa y Johanna), cinco de los cuales le han dado 18 nietos.

La pareja vivió durante varios años en un departamento de un edificio de su propiedad en la capital mexicana, para luego mudarse al exclusivo barrio de las Lomas de Chapultepec, donde vive actualmente junto con su primogénito, Carlos Slim Domit, quien a sus 42 años permanece soltero.

Soumaya falleció a los 50 años, víctima de un padecimiento renal, problema que ha aquejado a varios miembros de la familia Domit, y en honor a ella, Slim creó el museo Soumaya.

Carlos Slim, quien nació en 1940 de una familia de inmigrantes libaneses, tuvo inclinación por los negocios desde pequeño, cuando convirtió el ahorro y la inversión en un estilo de vida.

"Yo creo que todos tenemos vocaciones, hay algunos que tienen vocación de toreros, otros de cura, otros de doctor, otros de periodista, a mí desde niño me gustaban las inversiones", señaló el empresario.

Slim recordó sus años mozos y su paso por varias escuelas, entre estas la preparatoria pública de San Ildefonso, en el corazón de la Ciudad de México, para ingresar más tarde a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde estudió ingeniería civil y donde fue profesor de matemáticas desde que era estudiante.

Recordó que en su juventud le gustaba jugar béisbol y fútbol americano, y le encantaba asistir a todos los centros de baile de la época con música en vivo.

También evocó que otra de sus aficiones era manejar autos a gran velocidad, lo que provocó que en una ocasión se volcara. "Por poco nos matamos", rememoró.

Confesó que esta afición la conserva hasta ahora y que le gusta hacer correr autos como en su juventud y que ahora va "hasta más rápido que antes".

Slim relató que se duerme después de la dos de la mañana y despierta a las ocho, desayuna y trabaja unas dos horas y más tarde va a su oficina, de la que regresa ya tarde, para después seguir trabajando en diversos proyectos.

"Espero seguir activo toda mi vida pues lo que hago es una vocación, así como un pintor que no deja de trabajar", indicó.

Explicó que junto a su cama hay una pila de libros, la mayoría de historia y economía.

Añadió que le gustan autores mexicanos como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín y Ángeles Mastreta.

Slim fundó a los 25 años su primera empresa y actualmente, además de las telefónicas, es propietario del Grupo Financiero Inbursa y el Grupo Carso, un conglomerado de un centenar de empresas.

Además, en los últimos años se ha dedicado a compaginar sus negocios con diversas actividades filantrópicas.